Kevin Allen supera la defensa de Thompson para dejar una bandeja. Rodrigo Jiménez
Real Valladolid Baloncesto

El UEMC Pucela Basket recupera el buen camino

Los de Paco García, liderados por Mike Torres y un gran Kevin Allen, no se distanciaron del colista hasta el último cuarto

J. C. Cristóbal

Domingo, 19 de marzo 2023, 00:03

No debe ser fácil el primer día de trabajo después de una derrota por 31 puntos, y mucho menos si el entrenador que está al mando reconoce que «no es agradable después de perder»; poco importaba que enfrente estuviera un colista que se presentó en ... el Pisuerga con una serie de diez derrotas consecutivas, ya que el Melilla alineó un equipo renovado con un debutante, el serbio Darko Balaban, que arrancó desde el banquillo.

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Del quinteto que ganó hace meses por 80-75 sobrevivían tres jugadores, pero entonces no estaban los dos pilares sobre los que quiere sostenerse el bloque de García de Vitoria, también recambio en la banda, el norteamericano Trey Davis y el lituano Jarumbauskas.

UEMC Pucela Basket

Pantzar (11), Gantt (4), Kuiper (5), Mazaira (2), Allen (18) -quinteto inicial-; Mike Torres (19), Puidet (0) N'Guessan (4), Kovacevic (7), De la Fuente (10) y Belemene (5).

85

-

66

Melilla

Trey Davis (11), Rodríguez (5), Jarumbauskas (11), Pardina (5), Bamba Fall (1) -quinteto inicial-; Rodrigo (5), Gonçalo Pereira (4), Mulero (6), Mensah (0), Thompson (10) y Balaban (8).

  • Parciales: 16-19, 23-16 (39-35) - descanso- 17-14 (56-49), 29-17 (85-66).

  • Árbitros: Zafra Guerra, Garvin Domingo y Areste Giralt. Sin eliminados.

  • Incidencias: Jornada 24ª de la Liga LEB Oro, disputada en el polideportivo Pisuerga. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Luis Martín Moratinos.

El dolor por la bofetada coruñesa y la prevención por el potencial actual del Melilla metieron de lleno en harina a los de Paco García; una diana triple de Kuiper en el primer intento de la tarde y un aviso de autoridad en la pintura de Kevin Allen colocaron un 11-2 de salida que anunciaba una jornada de baño y masaje. Nada más lejos de la realidad. García de Vitoria pidió un tiempo muerto, calmó un poco a sus chicos, que estiraron un poco más los ataques y evitaron las 'melonadas' con las que maltrataban los aros del pabellón.

Teresa, hija de Pepe Moratinos, porta el ramo de flores durante el homenaje a su padre.

El UEMC acusó el parón del minuto, se enredó en el desorden que generó el Melilla sobre el parquet y los gigantescos brazos de Jarumbauskas fueron recortando las distancias hasta el punto de que el marcador señalaba un 13-14 (un parcial de 2-12) que obligó a Paco García a cerrar la hemorragia con un tiempo muerto. La vuelta al partido despertó a Pantzar, quien con dos buenas acciones defensivas desperezó a las gradas y evitó que el Melilla se sintiese dueño del partido, aunque cerró el primer cuarto con el subidón de un triple de Mulero sobre la bocina (16-19).

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Mike Torres, eléctrico

La vuelta al juego marcó la primera clave del partido. Los dos entrenadores sentaron a sus bases titulares y el Melilla, sin Trey Davis, entró en un atasco del que se libró el Pucela Basket porque Mike Torres no se resignó a ser un sexto hombre y entró en el partido con la mecha cargada; el primer arreón sirvió para mantener la igualdad y el segundo, con un parcial de 8-0, le devolvió la ventaja a los pucelanos (29-23), momento en que García de Vitoria apretó a los suyos contra el generador del juego local, convirtiendo la pista en un correcalles que parecía beneficiar al Melilla hasta que el capitán Sergio de la Fuente dijo basta con un triple que mandó a los equipos a vestuarios con un tanteo ajustado de 39-35 que no presagiaba la sangría final.

Paco García juntó de salida a Pantzar y Torres con la idea de conseguir la continuidad que faltó en los primeros veinte minutos, también ajustó la defensa de Belemene sobre Trey Davis, que se quedó en 1 punto tras el descanso, y se aprovechó de que Jarumbauskas se quedara sin gasolina (2 puntos en este periodo), claves que estiraron al UEMC, que no rompió el partido de manera definitiva porque tres faltas casi consecutivas de Torres encresparon los ánimos, la afición aportó lo suyo en ese momento crítico, y el equipo alcanzó el tercer parón con un 56-49 que todavía no era tranquilizador.

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El último cuarto del partido fue arrollador para los pucelanos. Torres convirtió con mucha calma el pimpampum de tres tiros libres y Kevin Allen sobrepasó la barrera anímica de los diez puntos de ventaja con el 63-51. Melilla pidió un tiempo muerto a la desesperada, pero su banquillo ya agitaba la bandera blanca de rendición, resignado el colista a que las distancias se fueran a los veinte puntos (76-56) y convirtieran los últimos minutos en un trámite que Paco García aprovechó para evitar contratiempos de última hora en formas de lesión, con varios jugadores entre algodones en los últimos días.

Paco García, en un tiempo muerto. Rodrigo Jiménez

Paco García: «Que la afición se vaya diecisiete veces feliz a su casa no se paga con nada»

Serio, pero satisfecho, como si Paco García se hubiera quitado de encima la mochila cargada de piedras con la que regresó de La Coruña hace una semana.

«Es un muy buen resultado en un partido duro que ha habido que ganar varias veces porque no conseguíamos abrir el marcador, nos íbamos de nueve y pasamos algo, un dos más uno, un triple, nos volvíamos a ir, nos cogían, hasta el tirón bueno del final del tercer cuarto y el inicio del cuarto periodo, que se ha decantado y hemos abierto una diferencia que el rival no ha podido compensar; una vez más, si ganamos rebotes y perdemos menos balones que el rival es muy difícil que perdamos».

«Y ojo que este equipo con la llegada de los nuevos jugadores es otra historia, con la entrada de Balaban y de Davis van a tener mucho más peligro, tienen mucha batería de jugadores para salir de ahí abajo, hemos hecho bien la defensa sobre Davis, especialmente en la segunda parte, la defensa de Belemene ha sido clave, haciéndola bien, porque en la primera parte le hemos coincidido dos o tres tiros por pasar por abajo; muy buen partido de Kevin [Allen], a ver si conseguimos recuperarlo, contra jugadores físicos y muy grandes lo pasa mal, pero es tan importante para nosotros tener un jugador referente al que poder pasar el balón jugando de espaldas, y luego todo el mundo aporta, y eso para nosotros es tremendamente importante».

«Hay que ser ambiciosos, tenemos una oportunidad fantástica para estar arriba, hace un año que cogí al equipo, he completado una liga entera de 35 jornadas, y el balance es de 25-9, que tiene un mérito tremendo».

«No ha sido una semana fácil, los primeros que están jodidos porque lo hecho hecho muy mal son ellos cuando acaba el partido, el entrenador está enfadadísimo, pero ellos también porque saben que han hecho una mierda de partido en Coruña y hoy necesitábamos sacarnos la espina».

«Si me dices ahora qué prefieres, ganar todos los partidos de casa o perder alguno en casa y ganar fuera, sabes lo que te digo, que pensar que la afición se vaya diecisiete veces feliz a su casa eso no se paga con nada, ojalá que podamos ganar algún partido fuera, pero donde tenemos que seguir siendo muy fuertes es aquí».

El sobrado 85-66 del final no refleja la diferencia de valoración de los dos equipos (114 Valladolid por 51 Melilla) y prolonga las dos rachas contrapuestas de unos y otros. Los de Paco García continúan invictos en su fortín del Pisuerga, con trece de trece, y bien colocado de cara a la eliminatoria de entrada a la final four; y los de García de Vitoria siguen sin saber lo que es ganar en este 2023, con el marcador a cero desde el cambio en el banquillo y la llegada de nuevos refuerzos en todas las líneas. El UEMC tiene ahora dos salidas consecutivas para saldar su deuda de resultados como visitante, pero de momento que le quiten 'lo bailao' a su trayectoria en Pisuerga, con los aficionados desfilando hacia sus casas con el su 'ramo de flores de pensamiento' en las manos y en la garganta.

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