El UEMC se hace pequeño y cae atropellado por el 'huracán San Pablo'

El inicio del encuentro estuvo marcado por un constante intercambio de canastas en el que el San Pablo llevó la iniciativa en el marcador gracias al acierto de sus hombres exteriores. Fue entonces cuando, tras un triple frontal de Schmidt, el cuadro pucelano culminó dos buenas acciones colectivas con sendas canastas en la pintura de N'Guessan, que permitieron al UEMC disponer de una renta de cinco puntos (16-21). Sin embargo, la falta de velocidad de los jugadores de Paco García en los siguientes balances defensivos posibilitó al conjunto burgalés neutralizar esa renta y recuperar el control del marcador. Un triple sobre la bocina de Speight puso la diferencia en cuatro puntos a favor de los locales al finalizar el primer cuarto (29-25).

Ali, con cinco puntos consecutivos recién inaugurado el segundo periodo, castigó las pérdidas de balón y encendió las alarmas de un UEMC espeso en el juego en estático y que sufría con la verticalidad propuesta por el conjunto dirigido por Lolo Encinas. Las ardillas incrementaron su intensidad defensiva tras un tiempo muerto de Paco García, pero su escaso acierto de cara al aro (cuatro puntos en ocho minutos), unido al lastre por un temprano bonus, hizo que la brecha se agrandara hasta los 14 puntos (43-29), momento en el que Paco García realizó un cambio a la americana, con un quinteto nuevo a pista.

Puidet, que acababa de ingresar en la pista, rompió la sequía de la escuadra pucelana y De la Fuente redujo diferencias desde la línea de personales. Pero una vez más el acierto exterior de San Pablo Burgos hizo que el partido alcanzara el ecuador con la máxima diferencia entre ambos conjuntos hasta entonces (47-22).

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Ni siquiera las indicaciones de Paco García durante el descanso sirvieron de revulsivo para sus pupilos. Corbalán ahondaba aún más en la herida con un triple nada más reanudarse el juego. A pesar de las buenas intenciones en defensa y de un cumplidor De la Fuente, que sumó siete puntos en el tercer cuarto, la aportación de los hombres exteriores siguió siendo escasa, lo que, sumado a las numerosas pérdidas de balón, frustró cualquier intento de reacción por parte del conjunto vallisoletano. Los hombres interiores y un triple de Costa dieron cierto sustento a la anotación de las ardillas, que, sin embargo, no evitaron que el equipo burgalés disfrutase de una cómoda ventaja antes de afrontar el último cuarto, pese a la lesión de Lapornik, que estaba siendo importante en el cuadro de Encinas.

Los últimos diez minutos fueron un duro castigo para la moral del UEMC, que, ya sin ideas para amenazar la renta de su rival, bajó los brazos en defensa. Con impotencia observó que la diferencia se disparaba hasta los 30 puntos, con el rival gustándose. De la Fuente, una vez más, y Mike Torres, por partida doble, maquillaron en la recta final el marcador de un partido en el que el UEMC Real Valladolid se vio superado por la velocidad y el acierto de su adversario (94-69).