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Mateo García-ADG
Castellón
Viernes, 4 de abril 2025, 23:16
El UEMC Real Valladolid ganó su segunda final consecutiva al superar con contundencia a un Amics Castelló, rival directo en la huída de la quema, ... al que dejó en la lona.
Llegaban ambas escuadras muy, pero que muy necesitadas y situadas en los puestos calientes de la clasificación. Peor el conjunto local, que acumulaba once derrotas consecutivas, y con más moral el equipo pucelano después de derrotar la jornada anterior a otro rival directo como el HLA Alicante.
Tan solo un triunfo separaba a ambos equipos, con el elenco de Iñaki Martín por delante en la clasificación.
Castellón
Faner (18), Tate (25), Minlend (9), Stutz (2) y Okouo -quinteto inicial-, Ngom (6), Arcos, Menéndez, Álvaro Martínez (10), Etxeguren (6) y Maiza (7).
83
-
102
UEMC
Mike Torres (4), Puidet, Demers (6), Wilson (23) y Vucetic (7) -quinteto inicial-, Mballa (9), Manchón (16), Cele (7), Kovacevic (2), Sans (15), De la Fuente (7) y García-Abril (6).
Árbitros: Enrique López, Fernando Ibáñez y Sergio del Val.
Parciales: 21-24, 19-30 (40-54, descanso); 28-26 (68-80) y 15-22 (83-102, final).
Incidencias: Jornada 28ª, disputada en el Pabellón Municipal Ciudad de Castellón.
El partido comenzó con el conjunto castellonense más activo, especialmente Tate, que vio aro con suma facilidad ante la fragilidad defensiva de la escuadra pucelana (7-0).
Wilson se empeñó en lanzar tiros de tres puntos errando los tres primeros que intentó. Nadie parecía poder frenar a Tate, que siguió castigando al UEMC, aunque falló dos tiros libres.
La primera canasta del Real Valladolid fue un mate de Wilson que pareció despertar a sus compañeros. Vucetic le secundó con dos canastas consecutivas, la segunda con tiro libre adicional y el marcador se estrechó (9-7). Otro mate de Wilson puso el empate y Manchón colocó a su equipo por primera vez por delante (9-11).
Comenzó a perder balones el Amics Castelló, que solamente parecía contar con Tate como arma ofensiva y el choque se convirtió en un duelo entre él y Wilson, que anotó dos triples consecutivos. El primer acto concluyó con ventaja de tres puntos para el equipo dirigido por Iñaki Martín (21-24) y once puntos en el haber de Tate y doce en el de Wilson.
Olió sangre el Real Valladolid, que se lanzó al cuello del equipo castellonense en el segundo cuarto. Un parcial de 0-12 descompuso al conjunto local, que no dio una a derechas (21-36).
Intentó salir Tate al rescate con un 2+1, pero De la Fuente y Manchón volvieron a la carga (24-40). Los triples de Wilson y Demers y las penetraciones de Manchón rompieron la frágil defensa local y la diferencia se disparó (33-54).
La presencia de Etxeguren y Álvaro Martínez despertó al equipo dirigido por Fede Castelló, que logró un parcial de 7-0 para dejar el marcador al descanso en 40-54 y mantener viva la esperanza de los aficionados locales pese a la superioridad del UEMC.
El panorama cambió radicalmente después del descanso. El Amics Castelló salió enrabietado y a por todas y en apenas tres minutos dejó la diferencia en cuatro puntos únicamente (53-57). Los nervios se apoderaron del equipo pucelano e Iñaki Martín tuvo que parar el juego para tranquilizar a sus pupilos porque veía que el partido se le podía escapar.
Sans y Manchón asumieron la responsabilidad y mantuvieron a la escuadra pucelana en los peores momentos, en los que el Amics tuvo hasta tres posesiones para poder empatar el choque, pero erró los tres lanzamientos intentados (64-67).
Un mate de Mballa y una canasta de Wilson pusieron algo de tranquilidad para el equipo vallisoletano y dos tiros libres convertidos por Sans colocaron nuevamente los diez puntos de ventaja (66-76).
Los fantasmas se le habían aparecido a un Real Valladolid que, en la jornada anterior, estuvo a punto de desperdiciar una ventaja de 26 puntos ante el HLA Alicante, al que acabó ganando por dos puntos en un final agónico.
Esta vez pareció haber aprendido la lección, ya que acabó el tercer cuarto con un buen colchón tras la reacción local (68-80).
En el último acto los dos equipos sufrieron un apagón ofensivo que duró dos minutos y medio. Fallos y más fallos hasta que Minlend logró los primeros puntos. Cele y Sans respondieron y Fede Castelló volvió a parar el partido (70-84).
Cada segundo que pasaba iba en beneficio del Real Valladolid, que jugó los últimos minutos con más tranquilidad ante la desesperación de su rival, que perdió 20 balones y acabó avasallado por un UEMC pletórico (83-102).
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