La plantilla del Real Valladolid Baloncesto posa unida en el penúltimo entrenamiento antes de jugar en Burgos. José C. Castillo
Real Valladolid Baloncesto

El UEMC se exige limitar al máximo sus errores para arañar una victoria en Burgos

El equipo de Paco García recupera a Ziggy y una versión condicionada de Mike Torres para afrontar desde el viernes la eliminatoria de 'play-off' ante San Pablo

Miércoles, 15 de mayo 2024, 19:35

Pasada la tempestad, el Real Valladolid Baloncesto ha recuperado la calma para afrontar este viernes con ciertas garantías el arranque del 'play-off' (21:00 horas en el Coliseum de Burgos). Con siete derrotas consecutivas a la espalda -siete victorias ha encandenado San Pablo en la recta final de la fase regular-, el equipo de Paco García recupera base y medio como paso previo para encontrar un estado de ánimo óptimo que le lleve a equilibrar una eliminatoria descompensada sobre el papel. Zigmantavicius ya jugó unos minutos en Fuenlabrada, mientras que Mike Torres, todavía con molestias, ha entrado ya en la dinámica del grupo.

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«Debemos de celebrar que estamos. Hay que pensar que hay otros 10 equipos en la liga que darían muchas cosas por estar donde estamos nosotros. El otro día en Fuenlabrada nos decían ¡qué bien que habéis hecho los deberes con tanto tiempo!. Estamos en playoffs y ya van varios años seguidos y es motivo de celebración. Hay que descartar ese halo de tristeza y celebrar que jugamos un 'play-off'», apunta Paco García en la previa, consciente de que ha llovido mucho desde aquella última victoria (30 de marzo) ante San Pablo (también última derrota del equipo burgalés). «Han pasado muchas cosas. Han cambiado de entrenador, han encadenado victorias que les han llevado a esa segunda plaza y quién sabe si nos hubieran ganado, posiblemente hoy estarían celebrando el ascenso. Pero tienen que jugar un 'play-off' y si lo ganan tendrán luego una 'Final Four'. Esa presión añadida es un hándicap con el que hay que jugar. Son el favorito, lo tienen que asumir, tienen factor cancha y lo único que le pido al equipo es que podamos de verdad competir», señala el técnico del UEMC, que admite la descompensación que tiene su equipo por tener que jugar sin dirección de juego.

«A cualquier equipo del mundo le quitas a sus bases y al mejor jugador y están condenados a las derrotas, no al fracaso porque creo que el equipo no lo ha hecho. Hemos tenido dos partidos que perdemos en el último instante y ha sido quizá el colmo de los colmos. Ha sido una situación muy dura, pero hay que levantarse. Soy el entrenador y tengo que tirar para sacar lo mejor de todos y lo mejor del grupo. Hemos buscado soluciones, hemos tirado de donde no había con la ilusión ahora de jugar un 'play-off', y hay gente que no lo puede decir. Nosotros volvemos a estar, volvemos a luchar y hasta donde podamos llegar, eso lo dirá el juego», señala, sin querer desvelar si, tácticamente, se guardará cartas para el segundo y tercer partidos, o bien saldrá con todo desde el primer minuto de la eliminatoria. «Hay que ganar. Siempre digo que un 'play-off' tiene vida propia, es una competición muy concreta donde el partido más importante es el último, ya sea el tercero, el cuarto o el quinto. Tiene desarrollo, es muy bonito de vivirlo porque tiene su propia vida. Los problemas que te ponen, las soluciones que tú das, las situaciones que tú propones al contrincante, las que te propone… son situaciones muy tácticas, muy de estudio y vas viendo cómo vas llegando», comenta Paco García que, al igual que ha hecho en ocasiones anteriores, pide a los aficionados al baloncesto que disfruten de cada partido.

La vuelta de Mike Torres

Ha retomado el entrenamiento de contacto, pero será la cancha la que dictamine cuántos minutos podrá aportar Mike Torres en su vuelta a la competición. Sin ritmo de competición (cayó lesionado un 5 de abril), regresará este viernes para jugar hasta donde pueda. «La carta de Mike la va a descubrir él, no el entrenador. Si él está en condiciones de jugar algunos minutos, no seré yo quien lo esconda. Si seguimos protegiéndole, esto se acabará y nos iremos de vacaciones. Lo que hay que hacer ya es un poco todos de riesgo para saber hasta donde pueda llegar él y nos puede ayudar a los demás», explica el técnico del UEMC, sabedor de que su equipo parte con piel de cordero ante uno de los equipos confeccionados en verano para lograr el ascenso.

«Cuando juegas a ser primero y no lo eres, ya es el primer bofetón de la temporada. La concepción de San Pablo es que debe volver a la ACB cuanto antes y es una presión añadida y lo ha sido para Lolo Encinas, quien creo que es un gran entrenador, y lo es para Jota Cuspinera porque sabe que para él es un éxito rotundo el poder ascender al equipo, y también para los jugadores. Está construido para ascender, no lo consiguió el año pasado, y ahora hay que jugar con esa presión añadida», analiza.

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La clave pasa por la defensa

Ante un equipo eminentemente anotador como es el San Pablo Burgos (promedia 87 puntos por partido), la solidez atrás volverá a ser clave para el equipo vallisoletano, que no la única clave. ««Tenemos que construir a partir de bajar los errores. Independientemente de que hemos estado jugando sin bases, sin Devin, tenemos que incidir en tres situaciones muy claras: los rebotes perdidos, los balones perdidos y nuestros porcentajes de tiros libres. Tenemos que mejorar esos números si queremos ganar», señala Paco.

Por último, el técnico vallisoletano no considera que haya grandes diferencias entre el San Pablo de Lolo Encinas y el San Pablo de Jota Cuspinera. «No, creo que no hay muchas diferencias. A Jota lo tengo por un buen tipo y muy inteligente que ha sabido mantener las cosas muy buenas que ha tenido el Burgos de Lolo Encinas. Y eso le permite ir dando su toque personal, en un mes y medio no da tiempo para mucho, pero un equipo ganador tiene mucho bueno y las ha sabido mantener, es signo de sabiduría del entrenador», concluye.

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