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Corbalán se dispone a realizar un mate en la canasta del UEMC. Ricardo Ordóñez

El UEMC encaja otro bofetón en el Coliseum burgalés

Cae de nuevo apalizado en el segundo encuentro de la eliminatoria y se queda al borde de la eliminación

Lucas Méndez-ADG

Burgos

Domingo, 19 de mayo 2024, 22:41

El UEMC Real Valladolid Baloncesto aguantó poco más de veinte minutos ante el rodillo de un San Pablo Burgos que, de nuevo, no se apiadó del cuadro pucelano, que sigue sin levantar cabeza al encadenar su novena derrota entre la liga regular y los dos primeros encuentros del playoff. La profundidad de la plantilla del conjunto burgalés, junto a su efectividad en los lanzamientos de dos puntos (24 de 31) y desde más allá del arco (12 de 26 en triples), se reflejó en la abultada diferencia en el tanteador.

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La baja de Mike Torres y el mal partido de Schmidt fueron lastres demasiado pesados para el equipo de Paco García, que ve cómo la serie se coloca con un 2-0 tras dos encuentros en los que no tuvo siquiera la opción de luchar por el triunfo. La escuadra blanquivioleta necesitará el milagro de lograr tres victorias seguidas ante un equipo que jugó a placer en los dos primeros compromisos para poder estar en la final four. La serie viaja ahora al Pisuerga, donde, el próximo viernes, el UEMC buscará dar, al menos, una alegría a su afición y seguir vivo en la pelea por el ascenso.

San Pablo Burgos

Speight (15), Corbalán (11), Jiménez (7), Vene (8) y Fischer (10) -quinteto inicial-, Atic (6), Barrera (17), Kasibabu (2), Ristic (9), Rogic (6), Rosa y Lapornik.

91

-

61

UEMC

Schmidt (7), Puidet (2), García-Abril (3), De la Fuente y Nwogbo (16) -quinteto inicial-, Zigmantavicius, N'Guessan (10), Kabasele (9), Jaime Fernández (2), Belemene (2), Kovacevic (10) y Lambas.

  • Árbitros: Zafra Guerra (Colegio valenciano), Hurtado Almansa (Colegio melillense) y González Cuervo (Colegio castellano y leonés).

  • Parciales: 18-21, 23-12 (41-33), 27-14 (68-47), 23-14 (91-61).

  • Incidencias: Coliseum de Burgos. 8.578 espectadores.

Siete tantos consecutivos de Nwogbo otorgaron la primera ventaja del choque para el cuadro pucelano, pero Fischer evitó que la renta del conjunto vallisoletano fuese mayor (4-7). Los hombres de Paco García empezaron el encuentro concentrados en defensa, sin conceder canastas sencillas. Sin embargo, dos triples de mérito del base estadounidense Speight voltearon el marcador. El dominio en la pintura de Nwogbo y, sobre todo, el acierto exterior de un entonado Kovacevic devolvieron el mando del partido al Real Valladolid a pesar de las acometidas de jugadores como Barrera y Ristic. N'Guessan, con un mate, cerró un notable primer cuarto de la escuadra blanquivioleta, que pudo conseguir una diferencia mayor si un triple liberado de Belemene hubiese entrado (18-21).

Aspecto del fondo de animación del San Pablo Burgos. R. Ordóñez

Un lanzamiento desde la línea de 6,75 de Ristic nada más arrancar el segundo periodo encendió a la grada del Coliseum, pero Kovacevic aplacó a las masas con un enceste de mérito. No obstante, un triple en carrera de Barrera y un mate de Kasibabu, sumados a los errores desde la larga distancia del UEMC, cambiaron la tendencia de la contienda (28-24).

El equipo de Paco García se encomendó entonces a la figura de Schmidt, máximo anotador de la formación vallisoletana durante toda la temporada, que anotó sus primeros cinco tantos del choque desde la línea de personales. Las dos faltas del escolta estadounidense lo mandaron al banquillo y Kovacevic cogió su testigo en la parcela anotadora para sostener al cuadro pucelano en el encuentro. Pero dos minutos de desacierto e imprecisiones del conjunto blanquivioleta, en los que el equipo anfitrión subió su intensidad defensiva, supusieron un 8-0 de parcial, liderado por Speight y Corbalán, lo que propició que el Real Valladolid concluyese la primera parte con una desventaja considerable (41-33).

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Jaime Fernández y Nwogbo trataron de recortar diferencias en los primeros compases del tercer cuarto, pero Corbalán y Fischer lo impidieron. Seis tantos seguidos del ala-pívot estonio Vene encendieron todas las alarmas en el equipo pucelano ante la posibilidad de que el duelo se rompiese de forma definitiva (53-38). Y así fue. La intensidad defensiva del San Pablo le facilitó salir al contraataque y anotar con facilidad. Un parcial de 14-2, completado por el acierto exterior de Jiménez, la dirección de Speight y el ímpetu de Corbalán, posibilitó que el Longevida superara los veinte puntos de diferencia y que encarrilara el partido (67-41). Puidet y N'Guessan achicaron parte de una desventaja difícil de revertir en los últimos instantes del tercer acto (68-47).

A pesar de los intentos de Kabasele y N'Guessan, Atic y Barrera prolongaron, con su inspiración desde fuera del arco, el martirio del cuadro pucelano. Siete tantos consecutivos del propio Barrera sentenciaron la contienda tras alcanzar los treinta puntos de ventaja (83-53). Nwogbo y N'Guessan intentaron maquillar el resultado en los minutos finales, aunque Rogic ni siquiera le concedió esa opción a un impotente UEMC, que sufrió otra exhibición de los hombres dirigidos por Jota Cuspinera.

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