Se escapa 2023 entre los dedos, un curso baloncestístico que para el UEMC ha resultado sobresaliente, y la última cita en el polideportivo Pisuerga sirve la posibilidad de cerrar una de las páginas más brillantes del deporte local. Un año con una sola derrota como ... local, la encajada el pasado 28 de octubre ante el Leyma Coruña en uno de los partidos más brillantes que se recuerdan (94-111), pendiente únicamente de ponerle el correspondiente lazo. Para ello el equipo de Paco García está obligado a estirar un partido más su extraordinaria serie de ocho victorias consecutivas, y por lo tanto derrotar este miércoles a un Melilla mucho más sólido de lo que indica su clasificación (20:45 horas).
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El plantel que dirige Rafa Monclova, que ya derrotó al UEMC en pretemporada, ha ido de menos a más en esta temporada hasta llegar a amenazar la superioridad de Estudiantes en la última jornada (80-81). El club africano ha ido sumando y encajando piezas hasta armar un grupo compacto con muchas menos fisuras que en el mes de octubre cuando perdieron todos sus partidos. En esa misma línea está Paco García, alertado sobre la mejoría de su próximo rival.
«Es un rival que ya nos ganó en pretemporada y que ha cambiado muchísimo. Es un visitante peligroso porque ha ganado en cuatro de sus siete salidas, y viene de perder un partido que podía haberlo ganado contra Estudiantes (80-81), lo que hubiera sido una victoria de muchísimo prestigio. Es un equipo que juega al son y al ritmo que marca Alvarado. Óscar fichó a principio de temporada con un Tizona que no era nada para él, y sin embargo ha caido en un equipo que es a la medida de él, con buenos tiradores, con una de las estrellas de esta liga (Van Dyke) que en los últimos tres partidos ha metido 36, 16 y 26, y también con jugadores importantes como Varence, Norelia, Mulero o Lepichev. Es un equipo bien armado que está jugando bien. Si queremos ganar tenemos que estar bien en defensa», ha destacado en la previa el técnico del Real Valladolid Baloncesto, consciente de que Parker Van Dyke no es la única amenaza de Melilla. «Si mete 46 y el resto 10, le doy yo el MVP de la jornada, pero hay jugadores que también tienen muchos puntos en las manos. Hay que tener cuidado porque de verdad que no vale con jugar mal para ganar a este equipo», apunta.
Más que el rival que juegue enfrente, lo que realmente importa en el UEMC es la dinámica ganadora que mantiene en las últimas semanas. Ocho triunfos consecutivos en el que se han ido alternando diferentes jugadores en la anotación. «Estamos bien, sobre todo porque el equipo ha cogido un buen poso en estas últimas semanas. Está bien que Devin (Schmidt) se lleve los titulares, pero veníamos de ganar fuera con él haciendo 3 puntos, con Kovacevic otro día haciendo siete triples, con un buen Jaime Fernández,... Estamos con esa sensación de no depender de ningún jugador y cuando no es uno el que está bien es otro. Se nos acababa el mundo por no tener a Mike Torres, y de repente tenemos al multiusos que es Puidet que tan pronto te plancha un huevo como te fríe una camisa», ha subrayado, destacando las ganas que tiene su equipo de coger cinco días libres -no vuelve a jugar hasta el día 30, en Oviedo-.
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Sobre el balance de fin de año, Paco García prefiere esperar al partido de Melilla para no gafar un extraordinario balance en Pisuerga. «A mi me gustaría ir primero, claro, pero hay dos equipos que están por delante y que etsán demostrando muy por encima del resto. Estudiantes ha dado algún síntoma de debilidad, pero está ahí segundo a punto de certificar el pase a la Copa. Y nosotros poco más podemos pedir a este 2023, hemos cerrado un año fantástico en el que de momento solo ha ganado un equipo en Pisuerga», ha valorado, admitiendo en su análisis que «cuando ganas, la vida de un deportista es muy bonita».
Por último, Paco García ha minimizado la posible presencia en la Copa Princesa como un objetivo real para el UEMC. «Tengo claro que solo podemos llegar por victorias, no por la diferencia de puntos, porque aunque hemos ganado a Estudiantes al final de la primera vuelta se mira la diferencia de puntos. Creo que no tenemos que tener ese objetivo, si pasa bienvenido sea, pero entiendo que es una situación difícil», ha reconocido.
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