El UEMC despide la fase regular con el reto de recuperar a Ziggy y ganar en Fuenabrada

El resto debe esperar a las 23:00 horas de este viernes para conocer con qué rival se jugará un billete para la Final a Cuatro del próximo 8-9 de junio. Una calculadora con múltiples combinaciones y una serie de variantes que convierten en muy probables determinados emparejamientos. A saber, con Coruña a medio peldaño del ascenso (asciende, incluso perdiendo si Lleida gana a Menorca y San Pablo Burgos en Alicante), todo indica que el UEMC está condenado a enfrentarse bien a San Pablo, bien a Lleida, en una eliminatoria al mejor de cinco encuentros.

Resumido, si el equipo de Paco García gana en Fuenlabrada y Alicante no hace lo propio ante San Pablo, deberá viajar a Lleida el próximo jueves. En cambio, si no gana a Fuenlabrada, su rival en 'play-off' será el San Pablo y el viaje será más llevadero a Burgos.

«Si nos toca ir a Lérida pues iremos, no podemos hacer nada», ha señalado en la previa Paco García, que huye de especular en la última jornada. «Siempre me ha parecido difícil porque se juegan todos los partidos a la misma hora. Y luego, se juega el título, el ascenso directo, equipos que se juegan entrar en 'playoff', evitar el descenso... no sé si realmente hay algún partido en el que alguien no se juegue nada», comenta, enfocado como está su vestuario en las últimas semanas en llegar lo mejor armado posible en el aspecto físico.

«Me preocupa que estemos todos y que estemos a un nivel físico adecuado. Hemos pasado un mes de abril muy duro, se nos cae el equipo en apenas cinco días y te quedas sin pequeños para dirigir al equipo, y lo que más preocupa es que estemos todos bien y que mentalmente no nos afecte esta racha», apunta el técnico vallisoletano. «Ahora, como les he dicho a los jugadores, se trata de una competición nueva como es el 'play-off', intentar aprovechar Fuenlabrada para buscar victoria y, sobre todo, buscar buenas sensaciones. Uno de los objetivos es que Ziggy tenga minutos en su vuelta», ha reconocido Paco, confirmando que Mike Torres no se vestirá en el último partido, y que empezará a entrenar con contacto a partir del próximo lunes. «Mike está descartado. Lleva cinco semanas fuera y estaríamos pegándonos un tiro en el pie si nos arriesgamos a meterle ya. Sabemos que no va a estar en forma en el 'play-off', pero que al menos pueda ayudar y dar un cambio de calidad».

Sobre el momento de su equipo, con seis derrotas consecutivas a la espalda, el técnico ha respirado aliviado porque al fin se acaben los contratiempos. «Podría decir que por fin se acaba la liga, una liga en algunos momentos brillante y complicada en muchos otros aspectos que hemos sacado adelante. Esta última es mi peor racha como entrenador (seis derrotas seguidas), con los condicionantes que nos han llevado a ello», ha asegurado, apuntando que para nada su equipo va a arrojar la toalla antes de tiempo. «Ya digo que eso no va a pasar. Hemos hecho mucho para que el equipo no se nos cayera a pesar de todo lo que nos ha pasado. Hemos trabajado mucho para que no nos afectara».

A Paco García se le ha preguntado por la sorprendente incorporación fuera de plazo del escolta Demetric Horton (Oviedo) al Tizona burgalés, aduciendo que se trata por lesión de larga duración (¿?) de Joe Cremo.

«No sé si va a salir adelante. Lo primero que pienso es aquello de los hermanos Marx de 'tengo unos principios y si no te gustan, los cambio'. Luego pienso, 'joder qué envidia porque tengo pasta para hacer esos cambios'. Qué diligentes son algunos para hacer ciertas operaciones», ha afirmado de forma escueta, comentando con sorna que en el club se había llegado a valorar la posibilidad de «meter en un callejón a Mike (Torres) y romperle las dos piernas (para poder fichar)... pero finalmente lo hemos descartado», ha señalado en sala de prensa.