Kavion Pippen. CB Prat
Baloncesto

El UEMC certifica la permanencia con su tercer triunfo consecutivo

Gran partido del RVB liderado por un soberbio Alec Wintering

Marc Palau. adg

Prat de Llobregat

Sábado, 23 de abril 2022, 21:33

Un muy feliz regalo de cumpleaños fue lo que le brindaron los jugadores del UEMC Real Valladolid a su entrenador, Paco García, que sopló las ... velas de su 55 aniversario con la quinta victoria en los seis partidos que dirigió desde que llegó al banquillo blanquivioleta. El Prat, al que se le atragantó el plan de partido del veterano técnico, se mostró incapaz de frenar a un espectacular Wintering, el hombre que marcó las diferencias. Con la permanencia ya asegurada, al Valladolid nadie le priva soñar con los puestos de play off.

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Prat

Crockett (15), Kraag (8), Allen (6), Parrado (15) y Helmanis (10) -quinteto inicial-, Costa (4), Coffi (2), Domenech, Ibarguen (2), Blanch (6) y Grytsak.

68

-

75

UEMC

Wintering (24), Geks (5), Gilbert (2), Pedersen (2) y Pippen (5) -quinteto inicial-, Puidet (8), Mayorga, Pantzar (14), Raffington y Kuiper (15).

  • Parciales 16-16, 20-19 (36-35, descanso), 18-22 (54-57) y 14-18 (68-75).

  • Árbitros Baena Criado (Comité catalán), Franquesa Vázquez (Comité catalán) y Rijo Muñoz (Comité tinerfeño). Sin eliminados.

No pudo estar más alejado de la realidad el pronóstico realizado en la previa por el entrenador del conjunto pucelano. En él había advertido de un rival alocado, divertido de ver y que convertiría el duelo en un correcalles. Por el contrario, si al encargado de los videomarcadores le hubieran pedido un vídeo con las mejores jugadas al intermedio, seguramente hubiera encontrado muchos problemas.

El Prat, que con solamente una victoria de margen sobre la zona de descenso se jugaba mucho más, buscó un partido tremendamente conservador y asegurar cada acción al límite. Es precisamente en ese terreno en el que más se ha notado la mano de Paco García desde su llegada, así que el guion le vino bien al UEMC Real Valladolid. Afortunadamente, los dos primeros minutos se quedaron en un mal trago: 4-0 de parcial local y dos faltas cometidas por un Pippen que se pasó buena parte del primer acto en el banquillo. El baloncesto sobre el parqué del Joan Busquets fue feo y hasta en ocasiones confuso, con unas ataduras que solamente consiguieron romper los bases americanos Crockett y, especialmente, Wintering. El creador de juego del Valladolid anotó ocho de los dieciséis puntos de su equipo en el primer cuarto, los dos últimos para empatar el encuentro y evitar que se desconectasen sus compañeros, con muchos más problemas para encontrar la inspiración.

Una pérdida de Pantzar, o mejor dicho una recuperación del veteranísimo Blanch, descorchó la botella de un segundo cuarto que apenas se diferenció del inicial. Es decir, el partido obligó a un visionado con vinculación emocional para mantener la atención. Gilbert, que fue de menos a más, le devolvió la jugada a Blanch y equilibró la acción inicial. A los trece minutos de juego, y en el quinto intento, el UEMC Real Valladolid acertó en el lanzamiento exterior. El nivel de exigencia para cobrar ventaja era tan pequeño que eso le bastó a Kuipers para darle al equipo la primera ventaja de la tarde. Sin embargo, Crockett, que amenazó la condición de estrella de Wintering, se sacó de la manga la acción más determinante, con un 3+1 que marcó la distancia hasta el descanso (27-23). Y es que el intercambio de canastas pareció obedecer incluso a un orden protocolario del que nadie se salió. Al menos, Kuipers, a falta de veinte segundos, y Helmanis, literalmente en el último segundo de juego, le dieron cierta emoción al intercambio final de golpes (36-35). Sin apenas errores de bulto, con seis pérdidas por equipo, y unos porcentajes de anotación aceptables (44 y 46 por ciento respectivamente), el acto inicial pareció responder a algo muy cercano a lo pretendido por ambos entrenadores.

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Wintering pareció no haber pasado por el vestuario y mantuvo desde el primer segundo de la reanudación un ritmo altísimo. La defensa de Allen sobre el base fue deficiente, hasta el punto de que las cinco primeras canastas del UEMC Real Valladolid llevaron la misma firma, o bien en penetraciones o en el tiro de cinco metros que tanto le gusta. Más coral, el Prat contrarrestó cada ataque, hasta que fue incapaz de mantener el ritmo y el cuadro de Paco García gozó de sus primeras y más amplias ventajas. En el último minuto, cuatro tiros libres seguidos convertidos por Pantzar llevaron a la máxima ventaja (51-57), reducida por Crockett en el último segundo del cuarto con un triple espectacular.

Dos triples consecutivos de Kuiper y Pantzar nada más iniciarse los diez minutos finales aumentaron hasta nueve (54-63) una diferencia con la que el UEMC Real Valladolid empezó a ralentizar y enfriar el juego, si cabe un poco más. Creció hasta 0-11 el parcial, solamente atenuado por la canasta de Crockett, la primera del cuarto en las filas locales, cuando ya se habían cumplido tres minutos y medio (56-68). Resultó ser el arreón definitivo para un duelo en el que el Real Valladolid fue capaz de ponerle el punto de veteranía necesario para administrar la ventaja hasta el final.

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