El UEMC agranda su historia

No salió a la pista con la concentración ni la intensidad defensiva el conjunto vallisoletano y comenzó a remolque en el juego y en el marcador con el consiguiente enfado de Paco García. En defensa concedió muchas canastas fáciles, Dani Rodríguez manejó el ritmo del partido a su antojo y el 14-8 a cuatro minutos para el final del primer cuarto resultó el primer aviso. El UEMC no era capaz de anotar en ataque estático y sólo lo hacía de la mano de un inmenso Belemene en transición.

La primera solución la encontró Paco García con la presencia en pista de Pantzar. Se erigió en el completo dominador del partido anotando y formando una sociedad letal con N'Guessan que otorgó la primera ventaja en el marcador al Real Valladolid en los segundos finales de cuarto (19-20), aunque no la pudo mantener al finalizar el cuarto por otro error grave en defensa que permitió el comienzo de los minutos de inspiración de Lafuente para el Cáceres (21-20).

Gantt comenzó anotando desde el triple en el segundo cuarto y Allen daba minutos de descanso a un serio N'Guessan. Aunque el factor que cambió la dinámica del partido fue la entrada a pista de Mazaira, relevo de un desconocido Kuiper. Su intensidad en el rebote defensivo y ofensivo provocó una reacción clave para el conjunto pucelano después de que Lafuente, con ocho puntos consecutivos, abriese una pequeña brecha en el marcador que provocó el tiempo muerto de Paco García (36-31).

El resultado fue un parcial de 2-9, que volvió a poner por delante al Real Valladolid con un triple del omnipresente Mazaira (38-40) a 2:26 para el descanso, momento en el que el partido se paró unos diez minutos por una indisposición de un espectador que tuvo que ser atendido.

El final del segundo cuarto del equipo vallisoletano fue de más intensidad en defensa y con mayor producción en ataque contra la zona planteada por Roberto Blanco. La ventaja era de tres puntos al intermedio y con mejores sensaciones en el conjunto de Paco García (41-44).

Tras el intermedio los problemas en el ataque ante la zona se acentuaron en el equipo vallisoletano, que anotó dos canastas en juego, de Torres y N´Guessan, en casi siete minutos de juego y llegó a perder hasta por cinco puntos por la inspiración anotadora de Vasileiaidis y Hasbrouck en el conjunto cacereño (53-48). Dos técnicas al banquillo local y la aparición de Kuiper ayudaron a voltear el marcador con un parcial de 1-11 (54-59). Pero Hasbrouck quiso llevar la igualdad hasta el último cuarto y Olaizola, con una canasta sobre la bocina de final de cuarto, logró el objetivo (61-62).

Todo se decidió en diez minutos finales en los que los jugadores de calidad de ambos conjuntos marcaron diferencias, pero la pareja de bases del Real Valladolid fue clave. Vasileiadis primero y la aparición de Bracey en los minutos finales de partido fueron el sustento anotador de un Cáceres muy intenso en defensa y que mantuvo hasta los últimos segundos el marcador igualado.

Por suerte para el equipo de Paco García, Mike Torres se encargó de liderar el triunfo desde la dirección y anotación y encontró en Pantzar un aliado. El conjunto pucelano se mostró casi infalible en la línea de tiros libres y ese factor resultó decisivo en los segundos finales. Allen fue el complemento perfecto para comandar el partido con mínimas diferencias y en el último minuto, con 81-82 en el marcador, un rebote ofensivo de Pantzar y una personal antideportiva de Dani Rodríguez resultaron determinantes para dar la victoria final al Real Valladolid Baloncesto.