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Miguel Moreno. adg
Valladolid
Viernes, 25 de marzo 2022, 23:09
Un extraordinario nivel defensivo, así como un sobresaliente rendimiento colectivo en el aspecto ofensivo, le dieron al UEMC su segunda victoria consecutiva, la primera a ... domicilio después de seis derrotas seguidas lejos de Valladolid. El conjunto entrenado por Paco García supo aguantar el chaparrón de un inicio casi perfecto en porcentaje de anotación por parte del Melilla Sport Capital Club Melilla.
Rozó la perfección en aspectos ofensivos un primer cuarto demasiado hinchado y artificial en lo que a sus números se refiere, especialmente en el caso local. En poco más de medio minuto, Rakocevic y Dedovic consiguieron poner en el marcador 5-0, con dos faltas cometidas por parte del UEMC Valladolid, un hándicap que acabó por convertirse en una constante durante toda la noche.
Melilla
Chapela (3), Rakocevic (10), Van Oostrum (6), Dedovic (5) y Gorgemans (15) -quinteto inicial-, Llorca, Sánchez (3), Maiza (5), Pavlov (3), Barro (6), Mazaira (3) y Ruesga (1).
60
-
79
UEMC
Wintering (10), Geks (12), Gilbert (7), De la Fuente (7) y Pippen (12)
Parciales 23-22, 13-20 (36-42, descanso), 7-15 (43-57) y 17-22 (60-79).
Árbitros Muñoz García (Comité andaluz), Baena Criado (Comité catalán) y Ortiz Jaen (Comité extremeño). Sin eliminados.
Incidencias Pabellón de Deportes Ciudad de Melilla. 400 espectadores.
Sin embargo, el cuadro preparado por Paco García se sumó a la fiesta y logró engancharse rápidamente a un partido que exigía unos guarismos impropios de LEB Oro para mantenerse a flote. Geks y Puidet mostraron músculo desde el perímetro, mientras que De la Fuente se fabricó su propia batalla bajo el aro y forzó dos acciones consecutivas de canasta con tiro libre adicional (17-17).
Los siete primeros minutos de partido se asemejaron más a una exhibición de tiro que a un enfrentamiento, y no fue hasta el undécimo intento cuando se rompió el inmaculado porcentaje de acierto desde más allá de la línea de 6,75: el Melilla Sport Capital Club Melilla logró seis de seis, mientras que el cuadro pucelano hizo diana las dos veces que lo intentó. Pippen, bajo el aro, le dio la primera ventaja al visitante (17-19), aunque en el intercambio de canastas de los últimos segundos fue el cuadro anfitrión el que logró llevarse el parcial (23-22).
El segundo acto, y su inicio, fue un un calco del primero, con un nuevo parcial de 5-0 para el equipo melillense (28-22). Sin embargo, a su ritmo y con paciencia, el UEMC Real Valladolid volvió a encontrarle el pulso al duelo. Respondió con un 0-6 aunque como contrapeso entró en bonus con más de cinco minutos por delante. Un intercambio de golpes y alternancia de mínimas ventajas dio paso a un arreón del UEMC Real Valladolid: Geks y Kuiper acertaron en el lanzamiento exterior (34-38), algo que cada vez le costó más al equipo local. Desde los seis triples sin fallo del comienzo, no consiguió meter ninguno de los cinco siguientes. Además, desde la línea de tiros libres (2 de 9) redujo el problema de faltas del conjunto pucelano. Wintering, en la última acción previa al descanso, firmó una canasta que mandó el duelo con la máxima ventaja de la noche hasta entonces para el Real Valladolid Baloncesto (36-42).
Un triple de Pippen, solo seis segundos después de reanudarse el partido, y otro de Geks después de dos buenas defensas evidenciaron que lo sucedido en el primer cuarto fue un maquillaje de acierto dentro de los problemas que encontró el Melilla para descifrar el sistema defensivo ideado por Paco García, por más hipoteca en forma de faltas que volvió a sufrir. El bonus llegó esta vez con más de cinco minutos por delante y en pleno parcial de recuperación (6-0) por parte del equipo local. Wintering, con un triple, enderezó de nuevo la situación para el equipo pucelano (43-51), que no volvió a conceder una sola canasta en cuatro minutos de juego. Casi decisivos resultaron los dos últimos ataques, con una penetración y canasta de Pantzar. Los colegiados señalaron falta sobre De la Fuente en el juego sin balón. El veterano ala pívot marró los dos lanzamientos desde la línea de personal, pero Raffington capturó un rebote de oro y logró la acción de cuatro puntos con la que se cerró el cuarto (43-57).
No hubo lugar a la reacción local, ni siquiera cuando Van Oostrum, con cinco puntos seguidos (46-61) logró romper una sequía de casi diez minutos de juego sin anotación con el balón en juego. Con demasiadas cosas que arreglar para pensar en una remontada, el equipo local claudicó ante el oficio de un UEMC Real Valladolid en el que absolutamente todos sus jugadores lograron anotar (a excepción de Mayorga y Gallardo, con un minuto de juego) y que convirtió el tramo final en un homenaje a un equipo que logró romper, por fin, una dinámica terrible lejos de Pucela.
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