El UEMC acaba invicto la primera fase de la Copa España

El UEMC Real Valladolid se impuso con más problemas de los esperados a un voluntarioso Clínica Ponferrada SDO, equipo perteneciente a la Segunda FEB, por 67-72. Afrontaba el equipo pucelano la tercera jornada de la Copa España, un torneo de nuevo cuño, con la vista puesta ya en el estreno, la próxima semana, de la competición liguera. Era el último test para Lolo Encinas tras una buena pretemporada en la que ha tenido que trabajar de lo lindo para conjuntar a un equipo casi completamente nuevo.

De salida, el juego de ambos equipos se mostró bastante impreciso, si bien fueron los locales los que parecieron más entonados (5-2). Vucetic con dos canastas, una de ellas desde el 6,75, volteó el resultado e hizo espabilar a sus compañeros, que lograron la renta más amplia del primer cuarto tras otro triple, en este caso de Egekece (5-10).

Samar y Black redujeron la diferencia a su mínima expresión antes de que Puidet clavara otro triple (9-13). El juego no era vistoso y los dos equipos fallaban bastante más de lo que acertaban y eso sin que las defensas tuvieran que emplearse en profundidad. Los guarismos al final del cuarto dejaban bien a las claras la desconexión atacante de ambas escuadras (12-15).

El segundo cuarto fue otro cantar, ya que en los primeros minutos se metieron más puntos que en todo el periodo anterior (23-32, tras canasta de Manchón).

Un triple de Kovacevic llevó al marcador los diez puntos de ventaja para el equipo pucelano (27-37). Parecía que el UEMC Real Valladolid podía romper el encuentro, pero el tesón del equipo berciano lo evitó. Cargando el rebote de ataque y apretando en defensa consiguió que la diferencia no creciera.

Una canasta de Vucetic puso el marcador al descanso en 32-42. El partido todavía estaba abierto.

El paso por vestuarios le sentó bastante mejor al Clínica Ponferrada SDO, que en los primeros minutos rebajó la diferencia a tan solo cuatro puntos, tras las canastas de Black, Hierrezuelo y Harguindey. Tuvo que parar el crono Lolo Encinas, que veía cómo su equipo se había ido del partido. La intensidad del conjunto local era mayor que la de sus jugadores y debía hacerles reaccionar cuanto antes.

No lo consiguió y el partido siguió igualándose gracias a la aportación de Herrera y un Mukendi dominador bajo el aro. Dos tiros libres de este último empataron el choque (47-47).

El segundo triple de Herrera dio el vuelco al resultado (50-47). Contestó Hoover inmediatamente también desde fuera de la línea de 6,75. El partido estaba en el alambre y le tocaba remangarse al equipo pucelano, ya que su rival se lo empezaba a creer.

Manchón tuvo un 2+1, tras una buena entrada a canasta, para empatar. Sin embargo, erró el tiro libre (54-53). Así se llegó al final del tercer cuarto. Y gracias, ya que Herrera tuvo tres tiros libres para ampliar la diferencia y falló los tres a falta de un segundo.

Viendo el juego desplegado sobre el parqué no se notaba la diferencia de categoría entre ambos equipos. La presumible mayor calidad de los jugadores de Lolo Encinas era contrarrestada por las dosis de ilusión y agresividad en todas sus acciones del equipo entrenado por Oriol Pozo.

Necesitaba la producción de sus mejores hombres el Real Valladolid y Hoover y Puidet asumieron el reto en ataque ante un rival que seguía creyendo en la victoria a medida que se acercaba el final del encuentro (63-60, min.35).

Tocaba defender mejor e intentar cerrar el rebote. Lo primero se consiguió, pero lo segundo costó más. Aún así, sendos triples de Hoover y Sans volvieron a poner al elenco pucelano por delante (65-68).

Restaban cuatro minutos y, más por errores del rival que por aciertos propios, el Real Valladolid consiguió evitar la sorpresa y llevarse el triunfo (67-72).

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