Un triple sobre la bocina deja sin efecto la mejora del UEMC Real Valladolid

No pudo el UEMC Real Valladolid cerrar su mala dinámica, aunque estuvo muy cerca de ganar en Sevilla a un Real Betis que trata de apurar sus opciones de meterse en el playoff. Diezmado por las lesiones y por la sanción de Schmidt, el conjunto de Paco García pudo haber evitado la quinta derrota consecutiva de no mediar un triple sobre el bocinazo final del escolta uruguayo Joaquín Rodríguez, que echó por tierra el buen trabajo colectivo del conjunto vallisoletano.

Empezó dejando buenas sensaciones la escuadra pucelana, que abrió el marcador con una canasta de Ngowbo, a la que siguió un triple de Belemene. De Bischoop, en la continuación tras bloqueo, fue, unido al talento de Joaquín Rodríguez, el principal quebradero de cabeza para los pupilos de Paco García en el arranque del encuentro.

Kovacevic, muy a gusto en pista, vio aro con facilidad y aportó diez de los puntos de su equipo, con dos triples incluidos, en los primeros seis minutos (9-17), con los que proporcionó la máxima ventaja hasta entonces al UEMC, que no tardó en evaporarse.

Una espectacular asistencia de Joaquín Rodríguez, con pase picado, le permitió a Domènech dejar la renta del cuadro vallisoletano en la mínima expresión y, justo antes de finalizar el cuarto, Fevry puso por delante a los anfitriones por primera vez en el encuentro (21-20).

De la Fuente abrió el segundo acto con un triple que rompió el parcial de 8-0 favorable al conjunto verdiblanco y animó al Real Valladolid. Polanco anotó tres tiros libres tras una falta de Belemene en un lanzamiento triple para compensar el mal fario del equipo de Bruno Savignani desde fuera del arco (0 de 7). Rompió el gafe a la octava oportunidad Joaquín Rodríguez para volver a equilibrar la contienda (29-29, min. 16). Y Faggiano también atinó desde más allá de los 6,75 metros para devolver a la escuadra bética el mando en el choque (32-31). Anotó De Bisschop y situó la máxima ventaja local (37-33). Ngowbo la redujo a la mitad antes del tiempo muerto de Savignani para preparar la última jugada del segundo cuarto. La pérdida de Polanco llevó a Paco García a parar el encuentro para tirar también de pizarra con trece segundos por delante, aunque Kovacevic desperdició el lanzamiento previo al intermedio.

Anotó Jaime Fernández un triple sobre la bocina que puso al Real Valladolid, más intenso en defensa, de nuevo al frente del tanteador (39-40). Un dos más uno posibilitó que Kovacevic aumentara sus buenos números. Polanco y Faggiano voltearon en un santiamén el resultado después del buen trabajo del cuadro pucelano en la primera mitad del tercer cuarto. Ngowbo y Puidet, que asumió de nuevo el papel de director de orquesta, volvieron a dar aire al UEMC (46-50), que entró en bonus a más de dos minutos y medio para la conclusión del tercer parcial. Sin embargo, dos técnicas al banquillo local y otra a Faggiano, que Kovacevic rentabilizó, permitió al conjunto pucelano firmar un parcial de 10-0 y manejar un colchón de nueve puntos tras anotar otro triple el alero esloveno (46-55). Polanco la rebajó a siete antes de entrar en el cuarto definitivo.

El Betis respondió a la cuarta falta de Joaquín Rodríguez con sendos triples de Berzins y Dedovic. De la Fuente fue el único que mantuvo el tipo en ataque y Kuksiks, con otro triple, cambió de nuevo el gobierno del encuentro tras un parcial de 7-0, lo que animó a Paco García a detener el cronómetro (61-58) y activar una zona 2-3.

Otros cuatro puntos de De la Fuente dieron el enésimo giro de timón al encuentro, con el conjunto verdiblanco también defendiendo en zona. Domènech se sumó a los triplistas del cuadro de Savignani en el cuarto final. La quinta falta de Belemene complicó aún más el panorama, aunque revivió el UEMC con tres tiros libres de Jaime Fernández (67-66). Puidet pasó de villano, al perder un balón, a héroe tras coger un rebote y asistir a Jaime Fernández, que clavó un triple a falta de diez segundos. Con 67-69 y el reloj a cero, Joaquín Rodríguez, no sin fortuna, ya que el tiro golpeó en el tablero, anotó el lanzamiento de tres puntos que dejó con la miel en los labios de una manera cruel al elenco de Paco García.

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