José Ramón Cagigas (ADG)
Torrelavega
Domingo, 12 de noviembre 2023, 17:40
Cuarta victoria en la temporada para un UEMC Real Valladolid defensivamente irregular y sin ideas en ataque, pero que supo sufrir para resarcirse ante la baja de Sergi Costa en la construcción del juego. A pesar de haber firmado un decepcionante inicio de partido, el ... cuadro pucelano acabó superando a la actuación más coral del Grupo Alega Cantabria gracias al talento individual de Kovacevic, Schmidt y Nwogbo.
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Cantabria
Sans (20), Littleson (21), Voytso (7), Bulic (15) y Walker (7) -quinteto inicial-, Sánchez, Klavzar (2), Nogués, Blaya, Peñarroya (2), Niang (6) y Radunic (1).
81
-
82
UEMC
Mike Torres (4), Schmidt (22), Belemene, De la Fuente (7) y Nwogbo (16) -quinteto inicial-, García Abril (1), Puidet (3), N´Guessan (6), Kovacevic (20) y Jaime Fernández (3).
Parciales 20-15, 27-25 (47-40), 18-24 (65-64), 16-18 (81-82).
Árbitros Carrera Rosdevall y Olivares Bernabéu (Colegio catalán) y Gómez Luque (Colegio madrileño).
Ya desde el inicio del partido el equipo de Paco García empezó a sufrir las negativas consecuencias de la sensible ausencia por lesión de Sergi Costa. Canino de ideas y de creatividad ofensiva desde la base de la jugada, el único arma que surtió algún efecto positivo en el cuadro pucelano fue el juego interior de Nwogbo al generar tiros libres, faceta en la que se mostró acertado el UEMC. El equipo anfitrión, relativamente cómodo en la fase defensiva, tiró abajo todas las intentonas de penetraciones exteriores de De la Fuente y de triples por parte de Schimdt. Nada le salía de cara para los pupilos de un Paco García, visiblemente enfadado con el comienzo del choque firmado por sus jugadores.
Durante el primer cuarto el conjunto vallisoletano resultó un equipo irreconocible, pues ni siquiera su identificable solidez defensiva relució en el Pabellón Vicente Trueba. Bulic y Littleson, los jugadores más desequilibrantes en la parcela ofensiva del bando torrelaveguense, anotaron con suma facilidad, denotando las dudas existentes en las vigilancias defensivas del Real Valladolid. Con 17-5 en el marcador, Paco García solicitó tiempo muerto para replantear el infructífero planteamiento inicial. Dicha parada en el camino, más un inesperado triple de De la Fuente y un mate de N'Guessan, fueron clave para que el cuadro blanquivioleta reaccionase en la recta final y cerrase el primer parcial con un salvable 20-15.
Arropados por decenas de aficionados desplazados desde Valladolid, el UEMC se metió de lleno en el partido gracias a su evolutiva mejoría en el aspecto defensivo. Más agresivo y concentrado sin la pelota, la defensa de la formación pucelana empezó a provocar que los tiros de hombres clave en el equipo local, como el propio Littleson, fuesen mucho más incómodos que en el primer cuarto. Los pupilos de Paco García pasaron de esperar el error rival a forzarlo. A su vez, en el otro lado de la cancha, Nwogbo, que encontró en Jaime Fernández a un aliado en el que apoyarse en sus aventuras interiores, siguió haciendo de las suyas en la pintura y tirando del carro.
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Aunque apenas se produjeron transiciones a lo largo del partido, el final del segundo parcial estuvo marcado por un intercambio de golpes del que salió mejor parado el conjunto cántabro. Kovacevic, saliendo del bloqueo exterior y recibiendo el pase desde dentro de un destacado Nwogbo en el cuerpo a cuerpo, respondió con la misma cara de la moneda a los triples locales. Sin embargo, la falta de regularidad y continuidad defensiva provocó que el Real Valladolid no pudiera reducir distancias en el tanteador antes del tiempo de descanso (47-40).
El tiempo de receso sirvió para que el equipo pucelano regresase a la pista con un aire distinto y que propició el significante hecho de ponerse por primera vez por delante en el marcador desde la canasta inicial que significó el 0-2 en el partido. Mike Torres, ausente Sergi Costa en la dirección, asumió mayores responsabilidades ofensivas y enseñó una actitud más dinámica en la circulación de la pelota. Un comportamiento del hispano-dominicano que agradeció el conjunto de Paco García, que contó con una carta más que añadir en la parcela de ataque al juego interior de Nwogbo y a los tiros de tres de un inspirado Kovacevic.
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Sin embargo, la intención de ser algo más alegres en ataque contrarrestó con una irreconocible debilidad defensiva. Para los pupilos de Paco García se convirtió en una auténtica odisea el salir ganadores en el rebote defensivo. El Grupo Alega Cantabria atacaba y de inmediato conseguía volver a la carga, lo cual hundió emocionalmente a un irregular Real Valladolid. Además, esa falta de confianza propició que el cuadro pucelano se precipitase más de la cuenta en las acciones ofensivas. A falta de ideas colectivas, el UEMC se aferró al indiscutible talento individual de Schmidt y Kovacevic para, de la nada y estando totalmente atascado, llegar al último y definitivo cuarto a solo un punto del rival (65-64).
La claridad colectiva ofensiva tampoco hizo acto de presencia en el último parcial, aunque, en un final de infarto, acabó imponiéndose finalmente la brillantez individual del equipo vallisoletano ante el trabajo coral del cuadro anfitrión. La aparición de De la Fuente en el ocaso del partido, con una canasta determinante debajo del aro, sirvió para que los pupilos de Paco García sumaran en Torrelavega una cuarta victoria en la temporada que les invita a mirar más hacia la zona de playoff que hacia la parte caliente de la clasificación.
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