Roberto: «Pido disculpas porque parecemos un grupo de amigos que se juntan a jugar un partido»

Desde que llegó al banquillo del UEMC le preocupa mucho a Roberto González que el aficionado se vaya contento a casa. Y ante el Leyma Coruña no solo se fue enojado por la imagen dada por su equipo sino que lo hizo antes de tiempo. Cuando al partido le faltaban algo más de cinco minutos. El técnico no se escondió y reconoció la bochornosa imagen que transmitieron los suyos.

«Lo primero que quiero hacer es dirigirme a nuestros aficionados, que vienen a disfrutar y a pasar un buen rato y nosotros les damos lo que han visto. Que no tengan ninguna duda de que nosotros estamos más defraudados y tristes que nadie. Eso es así», comenzó su exposición el preparador, poniéndose en la piel del aficionado. «Entiendo que el aficionado viene a ver un espectáculo, algo que les guste y les interese, y hoy no lo hemos hecho, así que les pido disculpas porque entiendo lo que pueden pensar. Hay momentos que parecemos un grupo de amigos que nos hemos juntado a jugar un partido. Es la sensación que me transmite el equipo muchas veces. No es justo porque sí sabemos lo que trabajan los chicos, pero es lo que se ve», analizó en primera instancia, sin entrar demasiado en aspectos técnicos.

Su semblante y lenguaje gestual no le acompañaban. «Estoy vacío y mal por mucha gente. Ahora mismo no me siento útil. Soy un profesional y sé de qué va esto. Soy el responsable máximo de lo que pueda hacer el equipo. Si fuera espectador, seguramente no diría algunas cosas porque tengo más respeto que algunos, pero podría pensar algunas de las cosas que he oído», espetó, sin encontrar demasiadas respuestas a la desconexión que sufrió su equipo prácticamente desde el salto inicial.

«Si cada vez que te atacan te hacen canasta y si cada vez que tiras solo, no metes, la cosa es muy difícil. Nos ha pasado ya más veces. Es de analizar y por supuesto que lo haremos. Y ante eso, ¿qué va a hacer el jugador?», afirmó, desvelando la conversación con sus jugadores al descanso. «Les he dicho que con 28 puntos encajados en el primer cuarto y 9/10 al descanso (en triples), además de 53 puntos es muy difícil. Tenemos que poner una intensidad y agresividad y si luego nos paran los árbitros con faltas y no podemos seguir con ese nivel, pues ya está. Pero tenemos que ponerlo», reconoció, apuntando que les preguntó al descanso a los suyos, uno por uno, cuántas faltas llevaban, «y evidentemente no estaban al límite».

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