Roberto González paga los platos rotos

El Real Valladolid Baloncesto vivió este miércoles uno de los episodios más duros de los últimos años: la destitución de su entrenador Roberto González. La trayectoria del equipo, que coquetea con el descenso, y los malos resultados han llevado a la directiva a dar por finiquitado a Roberto González, que tenía firmada por esta temporada y otra más. La entidad, con Pepe Catalina al frente de las operaciones, ya trabaja para buscar un sustituto que incluso se pueda sentar este fin de semana en el banquillo en el encuentro frente al Lleida. Paco García es le mejor colocado para ocupar la plaza ya vacante, aunque en el club se apuntó a que se baraja alguna opción más.

En una rueda de prensa en Pisuerga, el técnico pudo despedirse. Acompañado del presidente de la entidad, Alejandro García Pellitero, y el director general, Saúl Hernández, Roberto no pudo contener la emoción. También estaba presente la primera plantilla. Entre hípidos, el de Carpio agradeció a todos, jugadores, técnicos y resto de personal del club, el trabajo de los últimos meses. Hay que recordar que Roberto González fichó durante el verano pasado. Una contratación que tuvo el visto bueno de todo el baloncesto vallisoletano. Su trayectoria en el desaperecido CB Valladolid era su mejor carta de presentación. Fue el único entrenador del extinto club que logró un título oficial, un campeonato de España en categoría júnior. Pero la errática trayectoria del equipo y los malos resultados han terminado por llevarse por delante al técnico vallisoletano. La cuerda siempre se rompe por el sitio más débil, la del entrenador.

La directiva, tras la última derrota en Oviedo, decidieron bajar el pulgar. Optaron por la habitual maniobra de cambiar de entrenador para ver si varía la dinámica del equipo y llegan las victorias que se han resistido en las últimas semanas.

«Siento ponerme así», dijo un ya ex entrenador del UEMC Real Valladolid profundamente emocionado. «Vine para que la gente disfrutase del baloncesto, pero no he sido capaz de conseguirlo».

«Es muy duro porque yo estaba encantado. Quería estar aquí. Me duele en el alma la situación del equipo», subrayó. «No iba a quedarme aquí para ser un problema, sí para ser parte de la solución».

«El equipo se va a salvar y también se hubiera salvado conmigo», destacó. Unos sentidos aplausos ponían fin a siete meses en el Real Valladolid Baloncesto.

García Pellitero, por su parte, definió la rueda de prensa como «uno de los comparecencias más duras para mí. Los resultados no han acompañado el trabajo que ha realizado Roberto y ha habido que tomar una difícil decisión. Por desgracia, nuestros caminos se tienen que separar».

Saúl Hernández hizo hincapié en que era la primera vez en la historia de este club en el que hay que cambiar de entrenador. «Ha sido una decisión complicada, pues con Roberto habíamos hecho una apuesta de futuro, un entrenador de consenso en Valladolid y con una trayectoria impecable, pero debido a la situación y los resultados del equipo, más los partidos que vienen por delante, hemos entendido que era la mejor decisión para el club», señaló.

La entidad blanquivioleta, a través de su director deportivo, Pepe Catalina, ya busca un sustituto para Roberto González. Paco García es el mejor colocado para regresar después de tres temporadas alejado del banquillo vallisoletano. La intención es cerrar cuanto antes al nuevo entrenador, que incluso se pueda sentar en Pisuerga el domingo en el partido ante el cuadro ilerdense. Si no es así, Alejandro Paniagua será el encargado de llevar las riendas del equipo mientras llega el sustituto de Roberto González, el pagano de una situación que amenaza con llevarse al equipo vallisoletano a la LEB Plata.

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