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J. C. Cristóbal
Valladolid
Miércoles, 11 de diciembre 2024, 23:46
No era el San Pablo el mejor invitado para volver a saborear un triunfo en casa, que se aleja en el tiempo hasta un 30 de marzo, precisamente ante el equipo burgalés en un partido que hizo vibrar las gradas del Pisuerga, todo lo ... contrario de lo que ocurrió en una noche nefasta, en la que el público aprovechó los descansos para abandonar sus butacas antes de tiempo, con cierta resignación, síntoma de que nadie espera gran cosa del equipo de Lolo Encinas, que por lo menos salva los muebles en sus viajes.
El Real Valladolid entra en el noveno mes con su casillero de victorias por estrenar y lo hizo de la peor manera posible, sin nada en la mochila que salvar, puesto que en esta jornada 11ª no hubo partido, la derrota no fue la consecuencia del duelo entre un equipo de la zona media-baja contra otro que aspira al ascenso y que solo ha sufrido una derrota, por un punto en Sevilla, en este curso.
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J. C. Cristóbal
No hubo partido porque cuando el público se quitaba los abrigos el marcador señalaba un 0-8, con Joe Cremo dejando bandejas como si estuviera en el jardín de su casa haciendo tiempo para la hora de comer; el Pucela tardó más de tres minutos en salir del cero, ni apretaba en defensa, ni tenía recursos en ataque, limitado a un concurso de triples que dependía más de la suerte que del acierto. Encinas intentó cortar la hemorragia de canastas fáciles con un tiempo muerto que no evitó que llegara muy pronto la barrera psicológica de los diez puntos (5-16); no reaccionó el Real Valladolid, que a diferencia del último encuentro contra Gipuzkoa, pudo contar con Mike Torres y Puidet.
UEMC Real Valladolid
Sans (0), Manchón (10), García-Abril (4), Kovacevic (19), Vucetic (6) -quinteto inicial-; Atencia (6), Puidet (3), Rozitis (7), Demers (9), De la Fuente (5) y Mike Torres (13).
73
-
104
San Pablo Burgos
Gudmundsson (13), Corbalán (9), Cremo (14), Stumbris (9), Fischer (8) -quinteto inicial-; Cuevas (7), Wembi (8), Almazán (3), Barrera (6), Dani Díez(13), Goloman (5) y Lapornik (9)
Árbitros: Árbitros: Ávila Zurita, Palanca Page y Langa de Martín. Eliminado por personales Demers (min. 39).
Parciales: 9-32, 22-23 (31-55) -descanso- 23-27 (54-82), 19-22 (73-104).
Incidencias: Polideportivo Pisuerga. Jornada 11ª de Primera FEB. En el segundo cuartose paró el partido para atender a un espectador que había sufrido un desvanecimiento.
El primer asalto entró en una fase tan lamentable que San Pablo encadenó un parcial de 0-15 para alcanzar la segunda barrera de los veinte puntos por delante (5-25), momento en que debutó con los blanquivioleta Eric Demers, que recién llegado a Valladolid aportó al menos un punto de intensidad que le costó caer eliminado por cinco faltas a dos minutos del final del partido. El 9-32 de ese primer cuarto no necesitó hacer cuentas para calcular cómo podría ser el resultado de mantenerse esa secuencia; si un equipo no llega a marcar diez puntos y recibe más de treinta es que todo se hizo mal. El público así lo entendió y despidió al banquillo y a los jugadores con pitos.
No se equilibró el partido. El Real Valladolid aceptó el intercambio de puntos que le planteó San Pablo, y primero con un parcial de 4-0 y después con dos triples consecutivos de Kovacevic mantuvo las distancias con los burgaleses, que seguían madurando sus ataques hasta encontrar el hueco para las canastas fáciles, y cuando las fallaban luchaban los rebotes para disfrutar de segundas oportunidades. Hubo un momento en que pareció que el Real Valladolid podría ganar, de manera testimonial, pero ni siquiera eso, con Mike Torres ofuscado con algunas decisiones arbitrales. Sobró todo lo de después. Torres y Demers tiraban de su calidad individual para maquillar el marcador, de nuevo con un parcial favorable de 5-0 que no significó nada; los de Burgos no le perdían la cara al partido, aunque era difícil mantener la tensión competitiva y daban un estirón en cuanto ponían una pausa en el juego. Enfrente, el Real Valladolid no salía del disparate, sin que sea fácil de entender que los seis puntos que consigue su pivot lleguen en dos lanzamientos triples; en esta fase del tercer cuarto Vucetic tuvo dos tiros libres y no enchufó ninguno, lo que agotó la paciencia de más de uno, que empezó a abrigarse para ganar las puertas de salida.
Manchón se resistió y emprendió una cruzada en solitario ante un San Pablo que ya pensaba en la ducha y el viaje de vuelta a Burgos. Ni siquiera parecía que tuviera la ambición de alcanzar ese tanteo simbólico de los cien puntos, que terminó por alcanzar de pura inercia, casi sin buscarlo, ante alguna que otra voz que se elevaba desde la grada pidiendo la dimisión de Lolo Encinas. Los dos últimos triples de Mike Torres, casi sobre la bocina, no merecieron ningún aplauso.
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