«Ya habríamos puesto remedio si supiésemos la causa de ser tan irregulares», dice Sergio de la Fuente

Hace siete temporadas comenzó todo. Era verano de 2015. El CBValladolid agonizaba. El baloncesto de élite parece abocado a desaparecer. Pero Mike Hansen, liderando un grupo de gente de baloncesto, emprendió una nueva aventura que arrancó en la LEBPlata. Sergio de la Fuente Valdizán se convirtió en el capitán de aquel proyecto y ahí sigue doscientos partidos después. El pasado domingo en Castellón alcanzó esa cifra. Solo lamenta que la cosa no fuese redonda con un triunfo del UEMCReal Valladolid Baloncesto. Asegura que desea que ese guarismo engorde y acabar su carrera en Valladolid «siempre que quieran que siga».

–Ya suma nada menos que doscientos partidos con la camiseta del club

–Sí. Podrían haber sido alguno más, pero el primer año me lesioné la rodilla y en febrero tuve que parar de jugar, y alguno más que no he podido disputar por enfermedad. Estoy muy orgulloso de formar parte de este equipo y haber podido echar una mano para formar el nuevo club y que el baloncesto de élite siguiese siendo una realidad en Valladolid.

–Además como capitán.

–Los primeros años resultaron muy complicados. Se había creado un club nuevo y faltaban muchas cosas. Era yo el que tenía que pelear con la directiva, con Mike Hansen. En el vestuario carecíamos de muchas cosas y había que bregar mucho. En los tres primeros años hubo una gran cantidad de reuniones y de quedar muchos domingos por la noche para intentar solucionar los problemas. Por eso mismo estoy muy contento por la manera en la que ha ido creciendo el club.

–Lleva camino de hacer historia en la entidad.

–Nunca me he planteado hacer historia. Solo pretendo seguir jugando muchos años en casa igual de feliz y contento que hasta ahora, disfrutando cada partido del Pisuerga, que es lo que más me gusta.

–Aún está lejos de los 389 partidos de Lalo García con el CBValladolid.

–Yo no busco superarlo. Lalo es Lalo y nunca me he planteado la posibilidad de ello. Solo pretendo disfrutar del baloncesto y pasármelo lo mejor posible, así como agradecer a todas las personas que me han apoyado y han creído en mí.

–Me imagino que habrá invitado a sus compañeros para celebrar esos doscientos partidos con la misma camiseta.

–No, solo es algo simbólico, una cifra redonda nada más. Eso sí, en el viaje de vuelta desde Castellón, comencé a pensar en todos los momentos buenos que he tenido durante todos estos años y en todos los compañeros con los que he jugado. Pero solo es un número y en lo único que pienso es en jugar más partidos y el mayor número de temporadas posible.

–La mejor forma de celebrarlo es ganando el partido 201.

–Sin duda. Quería hacerlo en Castellón, pero espero poder sacarnos la espinita el sábado frente a Huesca.

–Estamos en la séptima temporada del club y el único de aquella plantilla que queda es Sergio de la Fuente.

–Quizá algún directivo de entonces también, pero de la plantilla solo quedo yo (risas). La gente se ha ido marchando (más risas). El único que queda es Teo (Hernández) que comenzó como delegado ese mismo verano. Teo y yo somos de los pocos que permanecemos de aquellos inicios.

–¿El mejor recuerdo de estos años?

–Ha habido muchos. Por decir uno, el ascenso de LEB Plata a Oro. Nos lo merecimos mucho después de una temporada muy dura. Fue un momento muy bonito. Hemos tenido momentos en lo que lo hemos pasado muy bien, caso de la temporada que obtuvimos la posibilidad de ascenso a la ACB. Ese año disfrutamos como nunca. Cada partido era increíble.

–¿El peor recuerdo fue la derrota en la Copa Princesa?

–Más que el peor recuerdo, lo más injusto. Llegamos de la manera en la que llegamos. Coincidió con seis o siete jugadores del equipo, no sabemos sin con covid o gripe, que disputamos muy mermados aquel encuentro.

–Su objetivo es acabar la carrera en este equipo.

–Mientras me quieran, aquí estaré. Deseo jugar muchos años en Valladolid y a ser posible acabar mi carrera aquí. Empecé a venir al Pisuerga con unos pocos años y hasta el día de hoy. Llevaré 25 años acudiendo a este polideportivo.

–La pregunta del millón: ¿por qué es tan irregular el equipo durante lo que llevamos de temporada?

–Si lo supiéremos, ya habríamos dado con la tecla y puesto remedio. Estamos intentado corregir cosas y ser más regulares. El otro día en Castellón estuvimos todo el tiempo en partido, no nos fuimos del mismo y lo luchamos. Perdemos al final porque nuestros porcentajes de tiro son peores que los del rival. Ese es el camino.

• Temas
• Baloncesto
• Real Valladolid Baloncesto