Mike Torres sortea la presencia de Carrera antes de dejar una bandeja a aro pasado. Rodrigo Jiménez
Real Valladolid Baloncesto

El Pucela Basket visita la pista del Estudiantes con su competitividad interna como mejor aval

Paco García destaca «el nivel que hay en los entrenamientos» como mejor noticia para huir de la posible euforia que hayan dejado las tres últimas victorias

Viernes, 28 de octubre 2022, 16:09

Dos rivales tiene enfrente este domingo (19:00 horas) el Real Valladolid Baloncesto. Por un lado se mide en el WiZink Center al propietario de la pista, un Estudiantes muy mejorado desde que cayó por 30 puntos en Lleida en su estreno en liga (96-66); y por otro se enfrenta a sí mismo, con el difícil reto de aislarse de la euforia que ha podido dejar su trayectoria última, acentuada por su contundente respuesta ante Lleida (97-57). Un escenario que el propio Paco García ha dibujado de forma irónica. «Hay una cuenta, ¿no? Si Lleida les ganó de 30 y nosotros ganamos a Lledia de 40,... Pero no, esto es baloncesto», ha apuntado el técnico, quien ha matizado que «la bofetada» recibida por el conjunto madrileño en su debut fue en la segunda parte. «Luego ha hecho buenos partido, teniendo que remontar contra Coruña y ganando un partido duro a Melilla. Yo siempre pienso en el Estudiantes bueno, el del tercer cuarto en Íscar, ése con un perímetro brutal con muchos puntos en sus manos con Atencia, Hugues y Jorgenssen, con un poderío interior con Larsen, pero también con Demetrio o Stoilov, que va cogiendo protagonismo», ha analizado el técnico del Pucela Basket.

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Un puerto más, este de categoría especial, dentro del exigente libro de ruta que le ha tocado afrontar en este inicio de temporada, que el equipo de Paco García enfila en las mejores condiciones posibles. Después de tres triunfos consecutivos (Burgos, Juaristi y Lleida), pero sobre todo con el mejor termómetro posible de su parte. «Es una gozada vernos entrenar y cómo está el grupo. Estamos entrenando francamente bien y ayer incluso corté para que no se nos pase el arroz», ha apuntado el entrenador vallisoletano, poniendo en contexto la relevancia del partido del domingo, correspondiente a la quinta jornada del campeonato y con algo más de siete meses aún por delante.

«Quiero que el jugador visualice que en ningún caso sería un fracaso perder en el WiZink o el próximo día en Coruña. Tampoco sería escandaloso ganar los dos partidos. El objetivo es competir contra cualquiera. Vamos a seguir manteniendo eso y con los pies en el suelo. En lo que va de liga llevamos cuatro minutos malos (en Palencia) porque en los otros tres partidos hemos ido en la delantera siempre. Vamos a jugar un partido que podría ser de 'playoff' ante un 'equipón' que posiblemente sea más de LEB Oro que la temporada pasada», ha comentado Paco, que ha querido enfatizar y desdramatizar lo que significa una derrota en el deporte profesional.

«Las personas que nos dedicamos al deporte profesional, y somos referentes de todo lo que hay debajo, deberíamos desdramatizar lo que es una derrota. Me pongo enfermo cuando vengo un partido de niños y veo llorar desconsoladamente. Deberíamos transmitir que la derrota forma parte del juego. La derrota nunca es un fracaso, forma parte del juego y hay que aprender a ganar pero también a digerir una derrota. Yo tengo que preparar a mis jugadores en la victoria pero también en la derrota, y eso es lo que quiero transmitir. No creo que sea un drama que el Real Valladolid Baloncesto pierda en la pista del Estudiantes».

Dicho esto, al técnico del Pucela Basket no se le olvida lo sucedido la campaña pasada en el 'playoff' que daba plaza para la Final a Cuatro. «Sigo diciendo que si la temporada pasada no se lesiona Pippen antes de viajar a Palma, y llegamos a 'playoff' como estábamos, igual otro gallo hubiera cantado. Ahora las plantillas han cambiado, hay jugadores que repiten, y estamos en disposición de competir y de ganar en el WiZink. Sabemos que van a apretar líneas y que van a intentar igualar en lo físico, pero seguimos en lo mismo: minimizar errores, coger más rebotes, cometer menos pérdidas y meter las canastas fáciles», ha enumerado como claves.

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Por último ha ensalzado el buen momento que atraviesa Melwin Pantzar, pero también el grado de competencia que tiene con Mike Torres al lado. «Está una o dos marchas por delante de los demás, pero para que Melwin esté al nivel que está tiene que tener el nivel de competitividad que hay ahora en los entrenos. Con Mike Torres, que también está alcanzado un buen nivel. En casa digo que Mike es el titular y Melwin el que se lleva los titulares. A ellos ya les dije que el éxito del equipo radica' en vosotros dos si sois capaces de canalizar la competitividad en favor del equipo'. Pantzar es un jugador llamado a jugar en otras competiciones, espero que a partir de la temporada que viene, y nosotros debemos canalizar esa competencia. Hay un abrazo entre los dos ayer después de un ejercicio exigente de máxima competitividad y a mi eso me emociona. Si canalizamos esa competitividad será en beneficio del equipo», ha concluido Paco García.

Sergio tira bajo canasta tras rebote. R. Jiménez

Sergio de la Fuente: «El nivel de entrenamientos es brutal»

Los problemas en la rodilla que le obligaron a parar dos semanas en pretemporada han lastrado su puesta a punto, pero poco a poco, partido a partido, Sergio de la Fuente se acerca a su mejor versión. «Luego me vino la gripe y ahora me estoy recuperando poco a poco, sintiéndome mejor. Me gustaría estar ya perfectamente, pero soy realista. Mis compañeros han estado 15 días más con ritmo y estoy lejos de ese nivel», señala el capitán, que no siente una motivación especial por jugar ante Estudiantes en un recinto como el WiZink Center. «A día de hoy me motivan todos porque lo que quiero es jugar todo. Para un aficionado sí que es verdad que es mejor que su equipo juegue en el WiZink, que es la única espina que nos quedó el año pasado, pero en el equipo sabemos que es igual uno que otro».

De la Fuente no titubea al reconocer que el equipo no sufre ninguna presión por tener que estar arriba y pelear por lo máximo en la LEB Oro. «No sentimos ninguna. No es una ciudad que nos meta presión, sí hay ilusión con el equipo aunque es muy pronto. Hay que estar tranquilo porque la liga es muy larga y difícil. El mejor ejemplo es Estudiantes, que el año pasado empezó como un tiro y ahí sigue, con nosotros».

Después de catorce años en Valladolid, el capitán ha vivido todo tipo de situaciones y en esta temporada se reconoce sorprendido por la intensidad que se vive en cada entrenamiento. «El nivel de entrenamientos es brutal. Si en los partidos os lo pasáis bien, en un entrenamiento, por ejemplo en el de ayer (por el jueves) hubiérais disfrutado el triple. Es espectacular cómo estamos trabajando», admite.

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