El Pucela Basket reacciona tarde y lo paga con derrota

El Real Valladolid Baloncesto cayó in extremis y por sorpresa contra el Tau Castelló a domicilio como amarga despedida deportiva del año, en un partido irregular en el que fue a remolque prácticamente todo el partido. Aún así y pese a remar en un encuentro espeso en ataque con demasiados dientes de sierra, la victoria se decantó en las últimas posesiones y más concretamente en una polémica decisión arbitral en la penúltima jugada del partido. Un lanzamiento triple de Mike Torres lo convirtió uno de los árbitros de manera incomprensible en falta de ataque cuando apenas quedaban tres segundos por jugarse en el marcador.

La postrera falta en saque de banda acabó en dos puntos más para los de Orenga desde la línea de tiros libres.

Las malas noticias ya arrancaron en los instantes previos al encuentro para los locales con la disponibilidad de Xavi Rey, superadas unas molestias en los abductores, y Stutz, recuperado de un esguince de rodilla. Kuiper, Kabasele, Allen y, en menor medida, Mazaira se turnaron para ejercer de arietes ante dos jugadores, los finalmente recuperados, que resultaron implacables. Pese a ello, en los primeros compases fue el Pucela Basket el que estableció un parcial 0-6 que dio un aviso claro de sus intenciones hasta que un triple de Faner desde la bombilla hizo dar la vuelta al tanteador (10-9, min. 5).

Esa mínima desventaja se elevó a diez puntos durante el segundo cuarto merced a un póquer de ases dirigido desde la banda por Juan Antonio Orenga después de anotar Alvarado un triple al cazar un rebote ofensivo (34-24, min. 15). Stutz y Xavi Rey se convirtieron en bastiones debajo de los aros para dar espacios y oportunidades a sus compañeros del perímetro, una zona exterior en la que Faner y Edu Durán imprimieron un ritmo endiablado y acertado cara al aro.

Fue el momento elegido por el entrenador vallisoletano para frenar el cronómetro con el objetivo de enderezar un rumbo muy errático, irregular en su defensa y con grandes problemas en ataque para acabar sus posesiones. Demasiadas pérdidas de balón, muchas infantiles, y una mala selección de tiro que llevó a los visitantes a ir a remolque.

Esa irregularidad le hizo estar por detrás casi todo el encuentro. Y es que los siete triples convertidos de diez intentos por parte del Tau antes del descanso se convirtieron en una losa que pesó demasiado en el vestuario blanquivioleta, en el que solo Kovacevic dio buenas noticias (en la reanudación se uniría Mike Torres). El Real Valladolid Baloncesto trató de salir con otra mentalidad tras el descanso y saltó al parqué con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a llevar a su rival al barro. Y para esa tarea, el elegido fue De la Fuente: el rey de los intangibles se multiplicó en las dos canastas para ofrecer energía y carácter como compensación al poco acertado encuentro de sus compañeros a cuatro días de tomarse las uvas de Nochevieja. Ese revulsivo surtió efecto para, así, acercar al cuadro visitante en el marcador hasta, posteriormente, un nuevo demarraje del conjunto castellonense.

La falta de puntería en lanzamientos sencillos, acompañado del buen momento local, impidió una remontada que se hizo esperar hasta los cuatro últimos minutos. Un espectacular parcial de 4-15 devolvió al partido y llegó a poner por delante a los vallisoletanos, en un tramo con demasiadas decisiones controvertidas por parte del trío arbitral. No hubo entonces puntilla, con posesiones desperdiciadas sin llegar a lanzar a canasta, y el equipo de Paco García lo pagó. Con 70-74 en el marcador, un escenario que parecía poco menos que inimaginable minutos antes, dio vida al TAU que apoyado en un sólido Xavi Rey y un incombustible Faner lideraron a los locales para voltear la tendencia y regresar al partido. Llegó entonce sla jugada decisiva y polémica del encuentro. Una última posesión para el Pucela Basket dentro ya del último minuto (78-77) en la que Mike Torres arriesgó un triple ganador que el árbitro Munar convirtió incomprensiblemente en falta de ataque.

Una decisión muy polémica de los colegiados que arrebató al Real Valladolid la posibilidad de llevarse la victoria. Quedaban apenas tres segundos -el reloj corrió ante la pasividad arbitral-, y solo hubo tiempo para una última falta que acabó en dos puntos más para los locales desde la línea de tiros libres.

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