Es tiempo de preparación y el camino antes de llegar al 7 de octubre, fecha del inicio oficial de la competición, requiere de muchos kilómetros. Unos ya se han recorrido fuera de la pista para alcanzar un estado físico óptimo, y los restantes, los que ... echa en falta a día de hoy el Pucela Basket, aún no los ha completado. Son los que corresponden al rodaje en pista, los que debe atravesar para adaptar a los inadaptados y alcanzar un equilibrio necesario ataque-defensa que le lleve a cerrar el círculo. Esos kilómetros que solo se convalidan en cancha aún están en la mochila, y el partido disputado en Boecillo ante Cáceres es el mejor ejemplo. La tercera derrota en cuatro partidos de preparación es lo de menos. Lo realmente relevante, lo que los técnicos subrayan en rojo, es el puñado de detalles que aún debe pulir el equipo de Paco García a escasas tres semanas de debutar en liga.
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En Boecillo hizo méritos más que suficientes para perder y, sin embargo, acabó arrojando la toalla en el último metro después de remar a remolque durante todo el encuentro.
Pucela Basket
Pantzar (10), Gilbert (10), Belemene (-), Mazaira (6), y Kevin Allen (6) -quinteto inicial-, Kuiper (7), Kabasele (8), Puidet (11), Pablo Martín (3), y Lambás (2).
64
-
65
CB Cáceres
Kevin Bercy (7), Vecvagars (13), Dani Rodríguez (7), Jarumbauskas (13) y Starkey (8) -quinteto inicial-, Olaizola (-), Juan Santos (3), Lafuente (4), Isiani (5), y Carlos Toledo (5).
Parciales: 8-18, 25-34 (descanso), 44-52 y 64-65 (final).
Árbitros: Vicente Bultó, Miki Rodríguez y Jorge Martínez. Sin eliminados.
Incidencias: Cuarto partido amistoso de pretemporada para el Real Valladolid Baloncesto, disputado en el polideportivo Municipal de Boecillo con 200 espectadores en las gradas.
Ambos equipos dejaron bien claro desde el minuto 0 que es tiempo de preparación. Que aún pesan las piernas y que la pretemporada agarrota cada movimiento hasta el punto de convertir cada canasta en odisea. El primer cuarto fue el mejor ejemplo de ello. Nueve canastas se anotaron entre los dos equipos, con una puesta en escena por parte del Pucela Basket similar a la mostrada en Zamora una semana antes. Un parcial de 0-7 en 3 minutos puso el control en manos extremeñas, que ya no perdió de vista la ventaja en el marcador salvo un ligero espejismo a 1:27 del final.
Todo lo que sucedió entre medias fue un querer y no poder por parte local, extraordinariamente espeso en sus posesiones y con escasa convicción a la hora de frenar las del rival. Cáceres presentó en Boecillo un plantel menor sobre el papel que hace un año, con solo dos jugadores de aquel roster que se asomó al 'play-off' de ascenso, mucha cara nueva y un poste a prueba como Starkey que ofreció buenas maneras en la pintura. A los mandos un lituano como Jarumbauskas (13 puntos y un triple que la mesa convirtió en canasta de dos) que abrió brecha de inicio y un escolta letón como Vecvagars (13 puntos, 3 triples) que se encargó de cerrar el marcador cuando más apretaban los locales.
Poca artillería en teoría para defenderse en liga, pero suficiente para tumbar a un Pucela Basket en construcción y en pleno proceso de adaptación de los Kabasele, Allen y, sobre todo, Belemene. El exCáceres, llamado a hacer valer su imponente físico a ambos lados de la pista, no es a estas alturas ni la sombra del jugador que resultó decisivo hace un año para colar a los extremeños entre los ocho primeros.
Su aparente apatía la castigó en Zamora Paco García con un cambio por el 'júnior' Pablo Martín, y en Boecillo la pena impuesta fueron 8 segundos en pista en el arranque del último cuarto. El técnico vallisoletano perdona el fallo en el tiro pero no la desgana en pista propia.
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La renta máxima para los de Roberto Blanco llegó tras pasar por vestuarios (35-49), muy poco antes de que los locales se remangaran dispuestos a achicar agua y recortar su desventaja. Fue Pantzar quien se echó la reacción a la espalda, en una mejoría que se acusó especialmente en defensa, apretando ahora sí líneas de pase y con más ayudas entre los jugadores de perímetro. Ese esfuerzo disparó el parcial hasta un 12-2 que recortó la desventaja hasta los cuatro puntos (37-41), antes de que el depósito del quinteto más enchufado perdiera gas. Si de algo está pecando el Pucela Basket en esta preparación es de conceder demasiados tiros liberados -las piernas agarrotadas no permiten llegar más allá del tercer pase-, y esa concesión la aprovechó Cáceres para volver a estirar su renta (49-58, minuto 34). Sin embargo la dinámica era otra muy distinta a la de la primera parte, y el equipo de Paco García siguió insistiendo hasta ponerse por delante en el marcador por primera vez en el partido tras bandeja de Kevin Allen (63-62 a 1:27).
No fallaron entonces las piernas y sí el temple necesario para atar una victoria que tras el esfuerzo parecía en la mano. Un error en el tiro de Gilbert y un fallo desde la línea de tiros libres de Pantzar a un segundo del final evitaron la victoria.
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