El Pucela Basket encaja su tercera derrota lastrado por su indolencia tras el descanso

El encuentro comenzó con un ritmo muy alto de juego, muchas posesiones y un alto acierto en el tiro por parte de ambos equipos. Un tipo de partido que beneficiaba al Melilla, pero al que se acopló bien un Valladolid que, de la mano de sus directores de juego, Mike Torres primero y Pantzar después, logró imponer su ley con el paso de los minutos.

Javi López lo hizo en el inicio de partido, con acierto en el tiro y en la dirección, aprovechando ventajas para sus interiores y generando muchos tiros libres, aspecto en el que se mostró acertado el conjunto de Óscar Lata. Su perímetro también funcionaba y, en general, el equipo local se mostraba como un rodillo en ataque. La respuesta del conjunto de Paco García fue la correcta en ataque, con el único lunar, que a la postre resultaría decisivo, de la sucesión de fallos en el tiro libre. El Melilla solo alcanzó una renta máxima de cuatro puntos hasta que De la Fuente salió a pista y con su dominio del rebote de ataque y el acierto en el triple de Mike Torres y Mazaira, el cuadro pucelano volteó el marcador hasta un 11-15 a cuatro minutos para el final del cuarto.

El choque era un toma y daca con parciales para uno y otro equipo, de forma que un 10-2 para el Melilla le devolvió la ventaja en el marcador y un triple sobre la bocina de final de cuarto de Thompson firmó la ventaja del conjunto melillense al final de los diez primeros minutos (26-23).

No era el partido que desearía el cuadro pucelano, pero de la mano de Pantzar y su intensidad en la presión y en el robo, y la superioridad en la zona con ventaja de Allen (que finalmente sí llegó a tiempo para jugar) y su zurda en el poste, el equipo de Paco García pasó a dominar el segundo cuarto con claridad hasta una lograr una máxima ventaja de seis puntos a cuatro minutos para el descanso (36-42).

Los errores en los tiros libres siguieron siendo el lastre de un Pucela Basket que sumó su primer punto desde la línea del 4,60 en el final del segundo cuarto, tras siete errores consecutivos, lo que posibilitó que al descanso la ventaja del equipo vallisoletano fuera solo era de dos puntos (48-50).

Tras el descanso el partido cambió totalmente su dinámica. Ambos conjuntos dieron un paso adelante en lo que a intensidad defensiva se refiere, algo que escenificaba un tipo de partido en el que se mueve mejor el cuadro de Paco García. Su mejoría en defensa vino acompañada de su empeoramiento en el juego de ataque, ya que perdió su buen lectura de las ventajas, sufriendo para conseguir anotar y dependiendo de su juego interior para mantenerse en el partido por su falta de acierto en el triple.

Tras el 48-53 a 5:20 para el final del tercer cuarto se marcó un punto de inflexión, pasando el Melilla a dominar el partido y el marcador. Los fallos en el tiro libre seguían en el conjunto vallisoletano, que firmó un tercer cuarto con solo nueve puntos, pero, gracias a su defensa, se mantuvo vivo para el último y definitivo cuarto (61-59).

Un último cuarto en el que se plasmó que el equipo de Paco García había perdido todas sus referencias en ataque y la lucidez de sus pilares, Mike Torres y Pantzar, lo que dejó a Kevin Allen en la pintura como única opción fiable, bien contrarrestada por el buen hacer de Fall en el Melilla, en el que incluso sus jugadores de rotación tenían una mejor lectura del juego de ataque y conseguían anotar con mayor fluidez, sin recurrir al acierto en el perímetro como hasta el descanso.

El choque se decidió en el último minuto al que el Pucela Basket llegó con tres puntos de desventaja (76-73) y ahí solo la defensa respondió nuevamente en el conjunto de Paco García con dos robos de Pantzar y un tapón de Allen. El ataque se frenó en seco y Ferrando, con cuatro libres consecutivos, puso la sentencia a la derrota final del conjunto pucelano.