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No le ha sentado nada bien el último parón al Real Valladolid Baloncesto, que había trazado una línea recta una vez superada con nota la exigencia planteada en el primer tramo de competición y ahora debe reconducir su hoja de ruta tras los últimos contratiempos ... sufridos durante la disputa de las Ventanas Fiba. No ha habido una sola sesión con el grupo al completo, primero por la ausencia de Pantzar (con Suecia) y Jordy Kuiper (Países Bajos) y en última instancia por la baja de Kevin Allen (aún en Estados Unidos a la espera de recibir el visado para viajar de regreso a España), por lo que el técnico ha optado por variar el libro de estilo para jugar diferente en Melilla (domingo, 12:00 horas).
«Yo he preparado el partido pensando que no va a estar (Allen). Si luego viene y nos ayuda diez minutos, pues bienvenido sea. Al equipo ya le he dicho que no va a estar», ha admitido Paco García en la previa del partido, reconociendo que la ausencia del pívot americano obliga a modificar rotaciones y roles protagonistas.
«Los once están en una muy buena línea de ayudar, otra cosa es estar más o menos acertado, pero es momento de que si Kevin Allen no está -es el tercer jugador de la plantilla que más tiros asume-, otros aprovechen esos minutos», ha señalado el técnico vallisoletano.
El parón, más que el propio rival, será el principal enemigo en la vuelta a la competición. «No ha sido la semana ideal a nivel de trabajo, con muchos problemas para entrenar con el rigor y capacidad de trabajo que hemos tenido en las primeras diez semanas, y hay muchas dudas abiertas de quién va a estar y cómo van a estar. Es la mayor preocupación por encima del respeto que genera un equipo como Melilla que hace un buen baloncesto», ha analizado el técnico, quien ha destacado a jugadores como los bases Guillem Ferrando (cedido por Valencia) y Javi López, Samu Rodríguez, Gonzalo Delgado y los aleros Diego de Blas, Guillermo Mulero o Joan Pardina. «Es el segundo equipo que más anota de la competición (84 por partido) y nosotros somos la segunda mejor defensa de la liga (encaja 68 por encuentro), vamos a ver qué se impone y quién lleva el partido a su terreno», apunta. Buena prueba de la incontinencia ofensiva de Melilla son sus partidos como local. Tres ha jugado hasta la fecha, y en los tres el ganador se ha ido por encima de los 90 puntos (95-69 ante Juaristi, 79-97 con Estudiantes y 95-77 frente a Ourense).
«La baja de Kevin me limita y me condiciona porque viajar a Melilla, aunque no es un pabellón de presión, siempre es difícil. Estudiantes gana por un arreón y en Burgos hicieron un partidazo», sostiene el preparador del Pucela Basket, quien ha agradecido públicamente la ayuda prestada esta semana por dos jugadores de la cantera como Pablo Martín y Juan Lambás.
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