Nwogbo supera en el uno contra uno la defensa de Radunic. Montoro

Real Valladolid Baloncesto

El primer test deja entrever más recursos y un mayor oficio en el UEMC

El equipo de Paco García supera a un correoso Grupo Alega, apoyado en las tablas de Schmidt y Nwogbo

Martes, 12 de septiembre 2023, 22:24

Punto de partida para el proyecto 23-24 del Real Valladolid Baloncesto, que en Íscar dejó intuir, asomar siquiera, algunas de las virtudes que le adornan y que le diferencian de la temporada anterior. Un bloque, todavía en pañales, que deja entrever muchas más respuestas ... a distintos escenarios como se encontrará en su trayecto por la LEB Oro. Descifrar todas esa soluciones y, sobre todo, llevarlas a la pista en cada momento le ayudará a dar el salto cualitativo que demanda su ambición, en una temporada que se anuncia clave después de rozar el palo el pasado mes de junio.

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Ante el Grupo Alega no necesitó desplegar todos esos recursos que se adivinan, y se limitó a tomar un primer contacto con todos esos automatismos que busca su técnico.

Real Valladolid Baloncesto

Mike Torres (9), Puidet (-), Kovacevic (5), De la Fuente (3), y Nwogbo (20) -quinteto inicial-, Schmidt (11), Sergi Costa (6), Íñigo Royo (4), Jaime Fernández (6), Belemene (10), y García Abril (5).

82

-

78

Grupo Alega Cantabria

Sans (10), Voytso (9), Bulic (11), Klavzar (10) y Radunic (8) -quinteto inicial-, Nogués (2), Lisboa (26) y Salo (2).

  • Parciales: 20-15, 33-39 (descanso); 59-55 y 82-78 (final).

  • Árbitros: Carpallo, Martínez y Del Val.

  • Incidencias: Pabellón Municipal de Íscar. 420 espectadores.

Son menos los jugadores por descubrir y desde luego, muchos menos, los que hay que adaptar a una idea de juego que, en su concepción, seguirá un mismo patrón. Un bloque físico, con ambición de ser granítico en el mes de abril, que además ha encontrado en el mercado más recursos de los que disponía en el último curso. Los melones por abrir este año están en el banquillo, porque si algo ha firmado este verano el UEMC es oficio en su cinco inicial. Lotanna Nwogbo está llamado a mejorar las prestaciones ofrecidas por Kevin Allen -hoy en Uruguay-, y más sustancial aún es el salto que da el equipo de Paco García en el trueque Devin Schmidt por Greg Gantt.

A priori, el primer quinteto ofrece muchas más garantías. Las dudas, mínimas, se presentan en la teórica segunda unidad. La primera prueba en Íscar no las despejó, en pañales como está aún la adaptación de jugadores como Sergi Costa y Jaime Fernández. Los dos necesitan encontrar el rol que les acompañará todo el año, y eso llevará un proceso que lo darán los partidos y minutos en pista. El base deberá soportar un tiempo la comparación -incomparable- con su antecesor en el cargo (Melwin Pantzar), con un perfil en las antípodas que dotará al equipo vallisoletano de un mayor control de las posesiones, especialmente en las de final de partido. El catalán pierde en todas las estadísticas con el sueco, pero es más director de juego y, por lo tanto, sabe dónde poner el balón en cada momento y escenario de partido.

El caso de Jaime Fernández, 23 años hay que recordar, ofrece otras posibilidades a las que contemplaban a Jordy Kuiper, con menos oficio desde luego pero mucho más consistente cerca del aro. Su versatilidad, además, le permite ocupar con mayores garantías el puesto de '5', tal y como sucedió ayer por la baja de N'Guessan (con un proceso vírico).

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En esa mezcla que aún prepara Paco García, son múltiples las posibilidades ofrece la plantilla. Y de una de esas opciones -un quinteto con García Abril y dos '4' en cancha- salió en Íscar la primera solución a un partido trabado que el conjunto cántabro dominó hasta el descanso gracias a su 'small-ball'. Al acierto de pequeños como Lisboa -internacional por Portugal e hijo del mítico jugador del Benfica-, tres triples consecutivos de los 8 que anotó dieron la máxima renta a los visitantes (31-39, minuto 19), Sans o Klavzar.

En esa primera mitad se jugó al ritmo que impusieron los de David Mangas, aún con cinco jugadores en el alero entre lesiones y tránsfers pendientes (el pívot Walker y el escolta Spencer). El primer triple de morado de Schmidt, primero de tantos como se esperan en este curso, pareció abrir brecha (23-15), pero un parcial de 2-13 en 5 minutos cambió el paso al partido (25-28).

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El panorama mejoró para el UEMC tras el descanso, con un quinteto más intenso atrás que no solo volteó el marcador sino que lo disparó gracias a un parcial de 12-0 en un abrir y cerrar de ojos. Un 12-0, apoyado en la seguridad que ofrece Nwogbo en ambos tableros, que devolvió la iniciativa a los de paco García (45-43), con una inercia ya que se prolongó hasta el último cuarto. Con seis minutos por jugarse (73-61), el partido aún daría una cabriola que dejó un mínimo resquicio al Grupo Alega. No lo aprovechó, y el Real Valladolid Baloncesto se apuntó el primero de sus amistosos antes de afrontar su participación en la Copa de Castilla y León este próximo viernes.

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