El Real Valladolid Baloncesto demuestra que Pisuerga es territorio vedado

La condición de local luchada en el tramo final de la liga regular estaba ahí, sobre la pista de Pisuerga. Era el momento de defender esa solidez mostrada y demostrada a lo largo de la temporada. Solo ante el líder había doblado al rodilla el conjunto de Paco García. Le costó ante un ICG Força Lleida que comenzó bien y fue perdiendo fuelle ante un UEMC Real Valladolid Baloncesto que le exigió físicamente, sobre todo en la segunda mitad, cuando la defensa dio un paso adelante, con Lucas N'Guessan en su faceta intimidadora –puso seis tapones–, y con un Kovacevic que resultó letal con sus triples, cinco en total y cuatro en el segundo tiempo. Pisuerga sigue siendo territorio vedado. La primera victoria ya está en la saca blanquivioleta. Mañana hay de nuevo partido y habrá que volver a demostrar que el pabellón vallisoletano aporta a los suyos una especial gasolina que les lleva a remontar en un partido en el que arrancaron francamente mal.

Miguel González comenzó siendo el referente ofensivo de los visitantes. Suyos fueron los primeros puntos. Lleida parecía tenerlo más claro en ataque y suyas fueron las primeras ventajas. El Pucela Basket no acertaba, pero sacaba provecho de su rendimiento reboteador en ataque. Los triples no le entraban al cuadro local, poco afortunado en el tiro.

Mike Torres cometió su segunda personal. Con 2-10, Paco García dio entrada a Pantzar para proteger al hispano-dominicano. No carburaba el ataque y no se sacaba rédito del rebote ofensivo. Paco García pidió tiempo muerto para intentar que la nave cogiese el rumbo adecuado.

Pantzar logró el primer triple local. El público lo recibió con alborozo. Era el momento de reaccionar.

Lleida perdió efectividad en los minutos finales del primer cuarto. El Real Valladolid Baloncesto optó por la táctica de la hormiguita, recortar punto a punto. Pero los ataques del cuadro local no fueron buenos, finalizado en algún caso sobre la bocina y en mala posición de tiro. El conjunto ilerdense se fue por delante en el primer cuarto. Los primeros diez minutos concluyeron con 10-18 para los visitantes.

El segundo cuarto parecía ir por los mismo derroteros. Força Lleida aumentó la diferencia hasta un preocupante 11-24 (min. 13). El ataque local era una verbena. Un triple de Kovacevic y otro de Kuiper dieron algo de vida, pero Lleida había metido la directa para incrementar la diferencia. Superaba la defensa local sin excesivos problemas, mientras que el cuadro entrenado por Gerard Encuentra se mostraba sólido y duro atrás. Un 19-34 que no hacía presagiar nada bueno.

El técnico vallisoletano probó a jugar sin pívot puro, con De la Fuente y Kuiper por dentro. Vucetic cometió su tercera falta y se fue al banquillo. Al menos la renta catalana no fue más. Kuiper bajó la diferencia de diez puntos con un triple casi sobre la bocina. Con 35-42 se llegó al descanso. El Real Valladolid había recortado ocho puntos en ese tramo final y se había hecho con el parcial del segundo cuarto (25-24).

El Pucela Basket salió con una velocidad más, lo que agradeció la parroquia local. Torres tomaba el mando de las operaciones. N'Guessan blindaba la pintura con sus tapones. Un triple de De la Fuente dejó a los locales a dos puntos de Lleida (42-44). El UEMC había dado ese paso adelante.

El encuentro se volvió un correcalles en los últimos minutos del tercer cuarto, con fallos por ambos bandos. Un mate de N'Guessan puso por primera vez a los locales por delante (51-50), aunque un triple sobre la bocina y desde su campo de Juani Marcos permitió que el cuadro catalán se fuese por delante al final de los primeros treinta minutos de juego (51-53). El Pucela Basket había vuelto a ganar el parcial.

Restaban diez minutos y todo por decidir. Lleida aguantaba con mínimas rentas. El UEMC era incapaz de volver a adelantarse. La tensión del partido se respiraba en cada ataque. Las muñecas se encogían. Estaba claro que el partido se iba a resolver por detalles.

Miguel González hizo falta sobre Kovacevic, que disfrutó de tres tiros libres para adelantar a los suyos (59-57, min. 36). El balcánico lo decoró aún más con un triple (62-57). Kovacevic parecía 'on fire'. Restaba menos de tres minutos y medio.

Kovacevic acertó a la segunda con otro triple. Pisuerga explotaba de alegría. Seis arriba (65-59). El esloveno se fue al banco entre gritos de ¡MVP! ¡MVP!

Marcos le dio emoción con un triple a 75 segundos del final. Kovacevic volvió a pista y volvió a hacer otro triple ante el entusiasmo general. 70-63 y menos de un minuto.

Pantzar con un mate después de un robo de balón dejaba el partido visto para sentencia. Pisuerga es territorio prohibido. La comunión entre público y equipo había sido bestial. Un 73-66 final que dice muy a las claras que el Real Valladolid Baloncesto fue mejor en la segunda mitad.

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