Pisuerga y baloncesto, combinación perfecta

Valladolid ya no es ciudad de baloncesto. Lo fue, pero ya no lo es. Uno de los equipos fundadores de la ACB y con más de 25 años seguidos en la élite hizo que Valladolid fuese una ciudad de baloncesto, pero eso se murió hace años. De Sabonis, Óscar, Homicius, Tickonenko, Myers, Lalo y un largo etcétera de grandes jugadores sólo queda la nostalgia. No es cuestión de buscar culpables, que ahora ya no trae cuenta. Hay que buscar soluciones.

La primera solución es focalizar cuál es el objetivo. Para muchos el objetivo es la ACB para que la gente vuelva al pabellón y ese es el primer error. Puedes ascender a ACB, pero si lo haces sin una base ese ascenso no servirá para nada.

Lo primero es hacer que toda esa gente que íbamos al baloncesto, volvamos. Hay que ver qué hay que hacer para que el baloncesto sea atractivo. Hay que hacer algo para que la gente del fútbol que antes acudía a ver otros deportes vuelva a esos recintos deportivos.

Otro motivo es que antes se sabía que el sábado por la noche había baloncesto. Hoy no sabemos si se juega un viernes, un sábado o un domingo y esa incertidumbre echa a la gente del pabellón. Añado a esto que como el fútbol ocupa todas las franjas horarias del fin de semana, la posible coincidencia con el fútbol ayuda poco a que la gente se abone.

Además, es verdad que hay una generación en Valladolid que no sabe que éramos una ciudad de baloncesto. Para los jóvenes no existe la alternativa del baloncesto como alternativa de ocio. Por hablar en primera persona, yo recuerdo que en 1985 mi plan del fin de semana era ir a Huerta del Rey a ver a los Singlenton, Trumbo o Hall. Hoy eso no pasa y es un nicho de mercado que hay que explotar.

A todo esto, hay que añadir que el hecho de que el baloncesto haya desaparecido de la tele hace que no sea un deporte tan atractivo. En esto poco podemos hacer, pero es un palo en la rueda de la bici a mayores.

Otras veces que he hablado de baloncesto en estas líneas he puesto el ejemplo del Burgos. Burgos es una ciudad que lleva acompañando a sus equipos de baloncesto desde hace una década. Poco a poco ha ido incrementando su masa social y ya en LEB Oro se vio que eran la base de lo que luego han sido. Por eso digo que antes que ACB tenemos que ser un club de baloncesto.

Y digo que al que le gusta el baloncesto, la LEB Oro es una competición muy atractiva, en la que se ve buen baloncesto y habitualmente partidos igualados y emocionantes. Por eso insisto en que lo importante no es la ACB, sino crecer como club. Por eso me comprometo a hacer un esfuerzo e ir a Pisuerga cuantas veces pueda. Os invito a que al menos una vez hagáis lo mismo.

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