No hay nada que perdonarle a este equipo

Si alguien analiza el partido por el resultado final se equivoca, el +17 que iluminaba el marcador no responde a la igualdad que presidió el partido, con un Oviedo en la cuerda floja que sólo dobló la rodilla en el arranque del último cuarto; hasta entonces tuvo cuajo para recortar las pequeñas diferencias del Valladolid, que llegaron a ser hasta de catorce puntos (49-35) poco antes del descanso y que se estrechó en un margen mínimo mediado el tercer cuarto (59-58).

La tarde empezó torcida para el UEMC Valladolid. Brown Jr. demostró por qué lidera la tabla de tapones con un gorro sideral a Puidet en el primer ataque y el Oviedo hizo diana con una cadena de tres triples convertidos por tres arqueros diferentes. El partido estaba 10-11 y llegó una cornada que vuelve a abrir la enfermería local: Mike Torres, que empezó muy entonado, se lesionó a los tres minutos y ya no volvió al parqué. Con Pantzar bastante gris en el arranque, los secundarios de Paco García robaron plano en una gran actuación coral, primero fue De la Fuente en una semana de dulce, N'Guessan le colocó un taponazo a Crocuh y, en ese momento, apareció Kovacevic con dos triples limpios para completar un parcial de 14-0 y llegar al primer parón con un balance de 25-22. García no necesitó tirar de Kevin Allen, que sólo jugó el último minuto, quizá como toque de atención tras sus dos últimos partidos.

Al técnico vallisoletano no le gustó cómo entró el equipo al segundo cuarto, puso el banco patas arriba con un triple cambio que espoleó al equipo, Puidet tomó el relevo en el perímetro con un 3+3 y Pantzar entró por fin en juego, anotó su primera canasta, y recibió en ese momento la ayuda de Belemene, que además de apretar en defensa con esos brazos como aspas, anotó cinco puntos consecutivos que dejaban una buena renta en el descanso (49-39).

El partido se encrespó a la vuelta de vestuarios. El 'abuelo' Arteaga estrenó su cuenta, empezó a hacerse fuerte en la pintura y Peñarroya y Chuso González sacaron de quicio a sus defensores, con tres faltan consecutivas más allá de la línea de tres que encendieron los ánimos de la grada. Los gritos de '¡fuera, fuera!' y '¡manos arriba, esto es un atraco!' atronaron Pisuerga, muy enfadado con el trío arbitral, que permitió una leña que acercó a Oviedo (67-63) y que puso a prueba las emociones de los jugadores locales, atemperadas desde la banda por Paco García, que temía que alguien se fuera del partido.

El 'general' García templó ánimos y su tropa mantuvo la calma para romper al rival. El 69-63 con que terminó se convirtió en un par de minutos en 75-63, con otro arreón de Belemene de cinco puntos, y el tiempo muerto que ordenó Guillermo Arenas, a 7:59 del final, llegó cuando el UEMC Valladolid, de la mano de un Pantzar ya como director del juego, estaba lanzado, apretó en defensa hasta dejar al Oviedo en 9 puntos y se dio el gustazo de hacer debutar en el último minuto a García Abril. El equipo pucelano rompe las dudas que podrían haber despertado sus últimas tropiezos, pero la victoria contra el Oviedo tuvo un precio muy alto, la lesión de Torres, una más en una plantilla corta castigada por los problemas físicos. Habrá que estar muy atentos al parte médico.