Pantzar toca techo y entra de lleno en el Olimpo de la LEB Oro

Tardará en verse en Valladolid un base tan completo cuando Melwin Pantzar (Estocolmo, año 2000) decida hacer las maletas camino de la Liga ACB. Porque el destino del jugador del Real Valladolid Baloncesto hace tiempo que está escrito, y es tan brillante como las últimas tarjetas de presentación que ha firmado. Concretamente la del pasado sábado ante Cáceres (38 puntos, 7 asistencias y 5 rebotes, con 12 faltas recibidas y 53 puntos de valoración) ha derribado varios muros de la competición, además de disparar las consultas a la hemeroteca LEB.

Unas cifras al alcance de muy pocos jugadores en la actual LEB Oro y, a la vista de la estadística, también de un reducido grupo de privilegiados en la historia del campeonato. Hay que remontarse al año 2009 para encontrar un jugador que rompiera el techo que destrozó Pantzar en la última jornada. Fue Darren Philip quien redondeó una gran actuación con la camiseta del CAI Zaragoza hasta firmar 57 puntos de valoración.

Mucho antes, en el curso 96-97, fue Darrel Washington, el 'astronauta gallego', quien elevó el récord hasta los 65 de valoración, estampando su nombre en el Olimpo de la Liga LEB Oro. Al exjugador del Coren Orense lo acompañan en el podio desde entonces Eric Cuthrell (61 puntos de valoración) y Jakim Donaldson (60).

Pantzar, tras su última actuación, se cuela por lo tanto en el top 5 de la LEBOro y se consolida, ya no solo como el mejor base de la categoría, sino también como uno de los jugadores más completos de la competición. De hecho, ahora mismo es el segundo mejor valorado de la liga tras Michael Carrera (Lleida) y el quinto jugador en anotación, con un promedio de 16 puntos por partido (Carrera anota 20).

El momento que atraviesa Pantzar no es fruto de la casualidad ni sorprende a los que le rodean, Su baloncesto no ha dejado de crecer desde que llegó a Valladolid hace dos años y medio, demostrando una madurez en este último curso a prueba de bombas. Él mismo lo aseguraba en una entrevista a este diario hace dos meses: «Creo que soy el mismo jugador, pero seguramente con más confianza y madurez en mi juego».

Pese a los cantos de sirena que llegaron a su agente (el exjugador Quique Villalobos) el pasado verano procedente de la Liga ACB, su apuesta por permanecer un año más en Valladolid para cerrar el círculo y completar su formación fue firme y sin fisuras desde el primer momento. Ya en su día sufrió en propias carnes la falta de minutos y de protagonismo en un equipo ACB como Manresa, donde tuvo un papel residual, y no quiere volver a pasar por ello. Su sueño es jugar en la máxima categoría del baloncesto español, pero con un rol preponderante.

En su ánimo por ser mejor jugador cada año, no ha dejado de preocuparse por crecer en determinados aspectos del juego y a su mayor asunción de responsabilidades, le suma ahora un salto cualitativo en dirección y control de partidos. «Paco (García) me está ayudando e insistiendo para mejorar en la dirección y lectura del juego, comentaba a El Norte esta misma temporada.

Antes de que romper todos los récords este fin de semana, su evolución ya apuntaba alto. Pantzar, que ha entrado ya hasta en cinco jornadas en el Quinteto Ideal, es uno de los fijos en todos los ránkings como ha dejado demostrado en sus seis últimos partidos: sumó 24 puntos de valoración en Andorra, 18 ante Guipúzcoa, 7 en Castellón, 18 frente a Cantabria, 24 en Albacete y los 53 firmados el sábado (52 en la estadística de final de partido) con Cáceres como víctima

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