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Pintan bastos en Pisuerga, donde las tres derrotas encajadas en los cuatro últimos partidos han ido mucho más allá de los simples dígitos (99-77 en Ourense y 83-66 en Oviedo). Han sacudido los cimientos que se creían asentados para cuestionar la superioridad de ... Estudiantes, San Pablo Burgos y Coruña, pero sobre todo han causado mella en la figura de su técnico, especialmente decepcionado con la complacencia del vestuario. Tanto daño ha causado la forma, que no el fondo, que el discurso de Paco García en su previa del partido ante Alicante (sábado, 19 horas en el polideportivo Pisuerga) ha sonado a balance de fin de curso. Casi a despedida si no fuera porque estamos en el mes de enero.
El técnico, bajo de ánimo producto de una semana «muy dura y con sensaciones francamente malas» -en palabras propias-, se ha mostrado tocado y muy pesimista por lo que considera una situación difícilmente reconducible. «He querido ser ambicioso y resulta que he sido un osado intrépido, de lo que no me arrepiento. Creo que estoy fallando a los que apostaron por mi para liderar este proyecto, pensaba que podíamos estar arriba. Cuando renové no me apetecía estar en un equipo normal que cuando gana bien y cuando no, también. Puedes ganar o perder porque esto es un juego, pero sin duda lo peor es cuando no compites», ha comenzado su valoración sobre el estado actual de la plantilla, no sin antes transmitir sus condolencias a la familia de Sebas, el chaval de 15 años tristemente fallecido mientras entrenaba en Zaratán.
El entrenador del UEMC ha trasladado a la plantilla, también a los medios de comunicación, su carácter agrio y mal humor en las semanas de derrota. «No me vale eso de que la liga es muy larga y que es puntual encajar 35 en un cuarto, que te metan 99 puntos o que pierdas de 22. Tengo sensación de culpabilidad por no saber transmitir que el equipo sea más duro. No lo consigo, por momentos sí somos capaces de ganar a Estudiantes y ser terceros a 5 jornadas de terminar la primera vuelta, pero se nos cae un jugador importante como Mike Torres, y parece que tenemos la excusa. Lo siento, no vivo igual ganando que perdiendo, mi vida es mucho peor la semana que pierdo. No soy capaz de corregirlo. Y esta ha sido una semana dura en la que hacía tiempo no tenía esa sensación», ha confesado, intentando encontrar una explicación en el perfil conformista de las actuales generaciones.
«La generación es conformista, y eso va a hacer que yo me retire como entrenador. Las ambiciones de unos y otros empiezan a ser abismales. ¿Le dan importancia? Sí, pero no toda la que deberían. Creo que es falta de ambición, nos falta ese punto de ambición cuando estamos a un paso del liderato, no ponemos cuchillo entre los dientes para ir a por ello», ha valorado, confiando en que la exigencia trasladada en una semana especialmente dura de entrenamientos revierta en la imagen de su equipo este sábado. «Espero que el equipo dé un paso adelante. Vamos a tener bajas (Jaime Fernández, segura por una lumbalgia; duda es Nwogbo, con un proceso gripal), pero no vamos a jugar 5 contra 4. Espero no hacer otro MVP. Viene Davison y habrá que defenderlo bien. Espero que no encuentren tiros fáciles. Esta es una buena plantilla que seguramente se va a meter en 'play-off'. Barro es uno de esos mejores cincos de la liga. Espero que estemos serios, porque si no lo estamos y encajamos 35 puntos en el primer cuarto, por mucho que el entrenador trate de cambiar jugadores, meter zona o presionar...no vamos a ningún sitio», ha admitido, reconociendo que su equipo tiene una fuga importante que tapar en la defensa de los exteriores (Horton, Van Dike y Turner lo han aprovechado siendo decisivos en las tres derrotas).
«No creo en casualidades, sí en causalidades. Damos tan poca respuestas en los bases y en los escoltas. Si el uno contra uno es malo, y ya te sacan ventaja, acabas condicionado por las ayudas», ha apuntado Paco García, reconociendo que se ha incidido en la defensa individual esta semana. «En ello estamos, lo intentamos trabajar cada semana y a lo mejor esta semana más».
Paco García insiste en que la respuesta está en el propio vestuario. «La plantilla es buena gente, son buenos tipos y entrenamos bien, por eso digo que es más un tema generacional. Siento que el equipo llega al 5 y con eso nos vale. Da la sensación de que voy en quinta, y queriendo meter la sexta, y sin embargo el equipo no pasa de la cuarta», ha asegurado. «Yo quiero y necesito más del equipo, y necesito que me lo dé. Cuando se cae uno, los demás tienen que dar un paso adelante, y no lo hemos hecho», ha señalado, respondiendo de manera críptica a la evolución/regresión que ha sufrido el equipo en su dirección de juego.
- «Pasopalabra», ha espetado el técnico.
Llega a Pisuerga un Alicante (8º clasificado) que ya perdió en la primera vuelta con el UEMC (54-75), pero que desde entonces ha crecido hasta el punto de contar una victoria menos que los vallisoletanos en la tabla.
El club ha dado el alta federativa a Kabasele, que de esta forma podrá reaparecer once meses después de caer lesionado ante Alicante.
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