Paco García: «Las señales son buenas y si entreno me gustaría entrenar en mi casa»

Una de las premisas para que continúe como entrenador del Pucela Basket es confeccionar una plantilla competitiva. Confiesa que su equipo le ha dejado un sabor de boca dulce, con jugadores comprometidos que el club luchará por renovarles, aunque si permanece como entrenador quiere que haya «algún retoque». «Quiero un equipo para disfrutar y para ganar. La próxima temporada LEB Oro va a ser dura, con dos equipos (San Pablo Burgos y MoraBan Andorra) que bajan». Para ello, el Real Valladolid de fútbol puede «ayudar a encontrar más dinero» que se destine al baloncesto. «Podemos hacer que este club sea mejor, que el baloncesto sea mejor» y reconoce que tanto David Espinar, director del gabinete presidencia del Real Valladolid, como Matt Fenaert, consejero delegado del club, han estado pendientes de las necesidades del equipo. «Desde el primer minuto que he venido, siempre han estado detrás de mí. Cuando no han estado físicamente, el primer mensaje que recibía al acabar el partido era de ellos. Agradezco el positivismo que nos han trasladado».

Respecto a la valoración del partido, Paco García asegura que se ha impuesto eñ talento individual. «Pocos peros se pueden poner, hemos luchado hasta que la gasolina se ha terminado del todo. Desde el banquillo hemos intentado hacer de todo: jugar con dos bases, con tres grandes. La imagen de Wintering es la imagen de este cuarto partido». Se considera un afortunado por haber devuelto la ilusión al equipo y a la ciudad. «Solo puedo dar las gracias a los jugadores por estos meses de trabajo. Lo normal es que hubieramos terminado la temporada hace un par de semanas. Sin embargo, estamos aquí después de haber jugado dos partidos en Pisuerga y ganar uno al Movistar Estudiantes, nos lo pedía el cuerpo».

El ambiente que se ha vivido en el Pisuerga ha enamorado a Paco García y aboga por prolongar ese idilio de los vallisoletanos con el baloncesto. «Quiero que la gente se enganche al baloncesto no solo en los momentos puntuales, sino que se convierta en un acto social de la ciudad».