A Paco García se le amontonaron muchas sensaciones en el día de su vuelta al banquillo de Pisuerga, y todas confluyeron en final feliz gracias a una victoria de enorme mérito tanto por la trayectoria última del equipo como por el escaso margen que ha ... tenido para reconducir la situación. «Yo estaba aquí cuando se estrenó este pabellón como ayudante de Mario Pesquera y cuando he entrado... Porque cuando tú coges a un equipo en una situación complicada tienes muchas cosas que hacer, y esa parte de conocimiento ya la tienes hecha porque conoces el pabellón, a tus ayudantes,...», ha explicado el técnico, sin titubeos al reconocer que de todos sus regresos, éste es el que más satisfacción le genera. «A mi llevar este escudo me genera una mayor oblicación si cabe y creo que la masa social que tiene el Real Valladolid se extrapola también a este momento. Soy el entrenador del primer equipo de la ciudad, pero también del Real Valladolid y me llena de orgullo y emoción llevar el escudo en mi camiseta», ha incidido.
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En lo que se refiere al partido, Paco ha empezado valorando la buena respuesta de los suyos en defensa. «Es una victoria muy importante para que estos jugadores entiendan que pueden ser mejores de lo que han demostrado hasta ahora, aunque habían ganado nueve victorias hasta ahora y le doy mucho mérito. Hemos hecho una muy buena puesta en escena, agresiva ante un equipo que estaba promediando casi 83 puntos partido, que fuera de casa promedia más de 83 y que tiene mucho mérito estar ahí arriba con los grandes equipos que hay. Castigan cada error tuyo y así lo han hecho en la primera parte donde hemos regalado diez puntos. Nos hemos ido al descanso con la sensación de haber hecho un buen trabajo y sin embargo nos vamos cinco abajo», ha analizado, poniendo un pero a la victoria. «Luego hemos encajado 21 puntos en la segunda parte, y eso que hemos regalado tres tiros libres al final. Quiero ser exigente hasta ahí. No me vale poner una sonrisa porque hemos ganado, ¡no hay que hacer esa falta aunque estemos catorce arriba! Pero estoy contento con esa mejora defensiva y esa ambición para ganar el partido en rebotes, que era la primera regla que habíamos marcado», ha apuntado, incidiendo en los errores para aprender de ellos. «Si queremos ganar partidos en esta liga no podemos regalar diez puntos al descanso. Hay que mantener al máximo la concentración y si no le gusta el cambio al que ha cometido un error, que no lo tenga. No me gusta la relajación en el juego».
Encajar solo 64 puntos cuando el UEMC venía promediando 79,5 en contra, y conseguirlo ante un rival que venía anotando una media de 82 dice mucho de su trabajo interno de vestuario en el poco tiempo de que ha dispuesto desde su llegada.
«Me quedo con la buena reacción del equipo en la segunda parte a nivel defensivo porque ese es el camino si queremos ganar. Yo no voy a meter puntos ni voy a coger rebotes ni a defender. Yo puedo enseñarles el camino para que lo hagan ellos. Evidentemente en cinco entrenamientos y tres días ha sido prácticamente imposible, pero sí las cuatro líneas maestras de lo que queremos que sea el equipo y en eso los jugadores lo han entendido bien y Sergio (De la Fuente) me ha ayudado mucho al igual que mis ayudantes. Aquí no gana Paco, aquí ganamos todos», ha espetado, ahondando en el cambio de actitud que ha sufrido el UEMC de un día para otro. «Un cambio siempre es traumático y no sabes si es para bien o para mal. La sensación de este equipo es que no transmitía nada y cuando tú quieres ganar, lo primero que tienes que hacer es enseñar que quieres ganar. Al público, al rival y al propio arbitraje. Cuando consigues eso, hablamos de baloncesto. Y el estado anímico también influye», ha advertido.
La victoria a las primeras de cambio va a facilitar, a priori, todos los ambios que quiere introducir poco a poco en el trabajo diario del equipo. «La concentración, el deseo,... creo que ha habido cinco luchas cuando hay partidos de mini que no las tienen.. ¿Qué me dice esto? Pues que el equipo ha luchado por cada balón, y eso es un indicador de que el equipo puede ir hacia arriba. Es lo que les he pedido al descanso. No podemos regalar diez puntos en la primera parte, y hasta que eso no lo corrijamos no podemos hablar de táctica ni de nada más. Para mi era muy importante ganar hoy para que estos tipos crean en lo que les voy a pedir. Porque puedo ser un charlatán y por mucho que yo hable, si no ganamos estos en dos semanas pueden decir: 'Otro más'. Y yo quiero que crean en lo que hacemos», ha concluido.
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