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Belemene y Kevin Allen tratan de ganar la posición por un rebote ante Dee y Andric. Carlos Espeso
Real Valladolid Baloncesto

El líder derriba el castillo en Pisuerga

El equipo de Paco García pierde su primer partido de la temporada como local ante un Andorra que confirmó todo su potencial para conseguir el ascenso directo a ACB

J. C. Cristóbal

Sábado, 15 de abril 2023, 22:48

Colorín, colorado. El Real Valladolid cerró la última página del bonito cuento que empezó a escribir a finales de marzo del año pasado, cuando un histórico de nuestro baloncesto, el Estudiantes, le derrotó por última vez en el Pisuerga; desde entonces llegaron diecisiete victorias consecutivas ( ... catorce este curso) en una serie que rompió un Andorra con aroma ACB. El -7 del final no refleja la igualdad del partido, con los de Paco García entrando en el último minuto con opciones de empate, ilusión que se esfumó con una 'melonada' de Puidet ante una defensa que no hacía prisioneros.

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Mike Torres (6), Kovacevic (7), Belemene (7), De la Fuente (17) y N'Guessan (13) -quinteto inicial-; Allen (4), Gantt (6), Puidet (2), Pantzar (12), Kuiper (0) y Mazaira (0).

74

-

81

Morabanc Andorra

Rafael Luz (9), Borg (5), Rubio (6), Llovet (2) y Dos Anjos (18) -quinteto inicial-; Andric (10), Dee (11), Speight (7), Maric (6) y Czerapowicz (7)

  • Parciales: 23-24, 15-20 (38-44) - descanso- 25-20 (63-64), 11-17 (74-81)

  • Árbitros: López Herrada, Sánchez González y Rodríguez Fernández. Sin eliminados

  • Incidencias: Polideportivo Pisuerga. Jornada 29ª de la Liga LEB Oro.

Las cartas con las que llegó el Andorra estuvieron sobre la mesa en su segunda mano, ya que en la primera dejó a varias de sus figuras en el banco y el Valladolid inició la tarde con ventajas gracias a los clásicos chispazos de una plantilla muy coral: dos triples de Kovacevic (uno contra tablero), un fogonazo de Belemene (que voló por encima de Andorra) y el martillo pilón de De la Fuente colocaron ventajas de 14-6 y 21-14 que se fueron estrechando por el tremendo potencial que tenía Natxo Lezkano a su disposición, con Dee (clásico verdugo de los vallisoletanos, 31 puntos en la primera vuelta) y Andric (MVP la semana pasada) como artilleros con tres triples. Andorra cerró el primer cuarto por delante por primera vez (salvo el 0-2 inicial) con una aportación de sus suplentes de 15 puntos, una cifra que demuestra su potencial.

No se descompuso el Real Valladolid, Pantzar anotó sus primeros puntos, sufrió el tremendo rebote ofensivo del rival y se mantuvo a tiro de recuperar la ventaja, momento en el que faltó claridad de ideas en los pases, roto por un gran rebote de N'Guessan y un triple de Gantt que ponía el tanteo en 36-34; la desgracia es que todo el esfuerzo se vino abajo con la entrada en escena de dos actores secundarios: el ex pucelano Rubio (apenas dos meses en 2019) enganchó dos triples y Llobet firmó un churro que llevó a los jugadores a vestuarios con más diferencias de lo que correspondía (38-44).

Sergio de la Fuente, que cuajó una de las mejores actuaciones del curso, trata de dejar atrás a Dee. C. Espeso

Cabía el temor de que ese margen de seis puntos abriera una brecha difícil de cerrar, momento en que el Valladolid encontró los mejores minutos de la tarde. Mike Torres entró con buena mano y N'Guessan y De la Fuente encontraron un 2+1 consecutivos que sirvieron para firmar un parcial de 11-3 y 49-47 en el marcador. Lezcano cerró la hemorragia con un tiempo muerto y sus jugadores tiraron de oficio y de calidad para devolver el envite a la grande con un 0-7 que no pasó de ahí porque el Valladolid tiró de su sexto jugador: el público, entregado en una perfecta comunión entre la grada y el parquet con la bravura defensiva de Puidet y la exhibición de N'Guessan, que se adueñó del partido con una tarjeta de 13 puntos en el tercer cuarto. Si el líder se mantuvo por delante fue por un triple milagroso de Speight desde Andorra como respuesta a un nuevo 2+1 del capitán De la Fuente: el Real Valladolid le metió 25 puntos al Andorra en este parcial de diez minutos.

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No se repartieron caramelos en el cuarto y último asalto (el tanteo de 11-17 lo refleja bien), allí cortaron leña para calentar todo el invierno pirenaico. Valladolid apretó los dientes en defensa y dejó seco al Andorra durante casi tres minutos, momento en que Maric aprovechó los privilegios de líder para protestar a su antojo, poco importó la técnica al banquillo de Lezkano, el partido estaba caliente con un 67-66 como última ventaja local. N'Guessan cometió su cuarta falta y su marcha al banquillo abrió una autopista a Dos Anjos, Kevin Allen no apareció (apenas jugó medio minuto en esta fase, sólo Mazaira estuvo menos tiempo en la cancha), cometió una falta intencionada que le sentó para no volver más, y la conexión entre Rafa Luz y Dos Anjos rompió el partido, los 218 centímetros del hispano-brasileño eran demasiada artillería para un Valladolid con tantas limitaciones en la pintura y con jugadores sin acierto tras el descanso, con Belemene, Kuiper, Allen y Kovacevic (que sólo anotó un tiro libre) con el casillero a cero; incluso en ese momento, tras un tremendo parcial de 0-10 y sin que Pantzar encontrara ese momento mágico que nos regala en casi todas las jornadas, los de Paco García no doblaron la rodilla, tuvieron la pelota en las manos para empatar el partido y se les escurrió entre los dedos la ocasión. Derrota que fue recibida con aplausos por la parroquia pucelana, que supo recompensar la entrega de un Valladolid con un potencial bastante inferior al del rival, un Andorra que empezó a festejar su victoria antes incluso de que el reloj se pusiese a cero, consciente de que Pisuerga era una de las etapas más complicadas en su carrera hacia la ACB.

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