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El anuncio de su llegada a Valladolid el pasado mes de julio vino acompañado, ineludiblemente, de una comparación con Devin Schmidt, su antecesor en el cargo. Misma posición, idéntico perfil y un rol muy similar, con la salvedad de que Nathan Hoover (Arlington, Tennessee, 1997) se aplica mucho más en defensa de lo que se aplicaba su compatriota de estado y pasaporte. En este caso, como en aquel, el escolta americano llega a Pisuerga para aportar puntos. Y también como aquel, se le caen de las manos.
Quien piense que Schmidt acaparaba demasiadas posesiones puede desempolvar su argumento. Hoover, que lanza más desde fuera que desde dentro del arco, promedió en su estancia en Juaristi (temporada 2022-23) 7 triples por partido (6,5 lanzó Schmidt el año pasado), con unos porcentajes muy similares (36% en ambos casos en triples, y un 47-44% para Schmidt en tiros de campo). A la vista de estos datos y lo que sea capaz de aportar en este curso el 'Jaycee Carroll de la LEB' -como le definió Lucas Victoriano, su técnico en Argentina-, la comparación tendrá su nota en el mes de junio.
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Por el momento, Hoover ultima un proceso de adaptación a un rol protagonista que aún debe ensamblarse. «Se está haciendo un gran trabajo en pretemporada. Hemos jugado contra buenos equipos como Palencia, Burgos y Estudiantes, y el técnico nos está mostrando el camino. Hay química en el grupo, no hay egoísmos y estamos funcionando bien», señala el escolta en un primer análisis, ambicioso como pocos jugadores han pasado últimamente por Pisuerga. «Nuestro objetivo debe estar en lo más alto y si podemos ganar la liga, adelante. Si no es posible, pensaremos en meternos en 'play-off' pero principalmente ir a ganar cada partido», apunta.
En los primeros partidos de preparación ha llamado la atención su implicación en defensa, aspecto que está en su debe de aspectos por mejorar. «Siempre creo que puedo mejorar. No solo puedo aportar anotación, también en lo que ayude al equipo a ser mejor en la pista. No importa los puntos que haga, lo importante es que gane el equipo», asegura, convencido a una semana de iniciar la competición de que el UEMC puede competir «de tú a tú» con cualquiera.
Por último, Hoover no cree que el desgaste que le ha generado jugar la liga argentina durante el verano le pase factura. «Me siento bien, el cuerpo técnico trabaja con ello y lo tiene en cuenta, y si noto cansancio o tengo algún problema, lo hablaré con ellos. Pero ahora estoy bien», subraya, apuntando que disfrutó de tres semanas de descanso antes de aterrizar en Valladolid.
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