El fortín de Pisuerga resiste al líder

El técnico local metió toda la dinamita en pista. Kevin Allen, con problemas físicos, entró en la convocatoria. Era un partido a cara de perro. En un ambiente increíble, un polideportivo lleno y con importante presencia de aficionados palentinos. Toda una fiesta del baloncesto que no se recordaba hacía tiempo por estos lares.

El partido arrancó intenso. Cada balón era un pelea casi épica. Los dos equipos salieron al 100%. Pura intensidad. DevinSchmidt era el estilete ofensivo visitante. Suyos fueron los primeros puntos palentinos. Las defensas eran muros complicadísimos de superar. No se hacían prisioneros.

Un triple de Wintering abrió una brecha de cinco puntos (5-10, min. 7) que Schmidt amplió a una diferencia de siete. Un triple de Mike Torres, su segundo, y una canasta de Gantt respondieron a la ventaja visitante. En esos minutos finales del primer cuarto debutó el último refuerzo blanquivioleta, Lucas N'Guessan. La entrada de Pantzar aumentó el nivel defensivo local. Los morados se marcharon por delante al final de los primeros diez minutos de choque (10-14).

En el segundo cuarto, costaba pico y pala anotar. N'Guessan sacó su faceta intimidadora, aunque un golpe en la rodilla le llevó al banquillo y ya no regresó al juego. El UEMC Real Valladolid llegó a ponerse por delante, primero con dos tiros libres de Pantzar, y luego con un triple de De la Fuente (20-18, min. 15). Aunque Palencia no perdía comba y volvió a colocarse por adelantarse. Era un toma y daca continuo.

En el cuadro de Rivero el problema fue la tercera de Kasibabu, que se tuvo que ir al banco para evitar males mayores. El electrónico reflejaba la igualdad que había en la pista. El partido se fue calentando con una técnica al entrenador local por protestar. Palencia aprovechó la marejada para entrar en el último minuto cinco puntos arriba (30-35). Al descanso, Palencia mandaba por 32-35.

Devin Schmidt seguía a lo suyo. Era un dolor para la defensa local. En ataque, los vallisoletanos comenzaron mal el tercer cuarto y los visitantes llegaron abrir brecha en el electrónico (34-43, min, 24). El UEMC Real Valladolid Baloncesto aguantó el envite. Una técnica al equipo palentino permitió a los locales colocarse solo a tres puntos. Schmidt era el cañonero que daba aire al Zunder Palencia. Los de Rivero lo tenían más claro en ataque y eso les daba la ventaja en el marcador. Schmidt reinaba. Un robo suyo con triple incluido dio a los palentinos una ventaja de nueve puntos (42-51, min. 29). Un triple de Manu Rodríguez dejó el marcador en 46-54 al final de cuarto.

El último cuarto comenzó con Palencia desatado. El Pucela Basket tenía problemas en ataque y con el rebote, dando en alguna ocasión más de una posesión a los visitantes. La ventaja se redujo hasta los tres puntos (55-58, min. 34). Kovacevic comenzó a hacer daño desde el perímetro. Uno de sus triples igualó la contienda a 61. Pantzar incluso adelantó de nuevo a los suyos. Restaban más de cuatro minutos y todo estaba por decidir.

Palencia volvió a adquirir ventaja en el electrónico. Valladolid perdía gas. Eso parecía, pero no. Pantzar lideraba de nuevo a los suyos y con un triple ponía por delante a los locales (70-68, min. 38). Wintering igualaba desde el tiro libre. Kovacevic, con la mano caliente, acertaba de nuevo desde el triple (73-70) a 40 segundos de final. El equipo visitante erró su ataque y dejó la posesión a los locales. Mike Torres acertó los tiros libres. Cinco arriba el Pucela Basket y 24 segundos. Schmidt no acertó y el partido ya tenía dueño. El fortín de Pisuerga había resistido a todo un líder.