Comienza lo bueno

La final volvió a ser la misma, algo ya cansino. Real Madrid y FC Barcelona se enfrentaron en el enésimo clásico de los últimos tiempos. Partía como claro favorito el Barcelona, mucho más equipo a día de hoy, llegando en mejor momento físico y de juego, con menos problemas de lesiones y un Jasikevicius que le tiene cogida la medida a los blancos y desde que se hizo cargo del banquillo blaugrana se ha convertido en el azote de los de Laso, que comienzan a sentir cierto complejo de inferioridad en cada enfrentamiento a su rival histórico y directo.

La final era la esperada. El sorteo dispone camino limpio para ambos equipos y que no se enfrenten antes de la final. Así viene sucediendo desde hace varias temporadas. Incluso suele tener más suerte el Real Madrid, que juega su partido de cuartos de final el jueves, descansando el viernes hasta las semifinales del sábado. Es un aspecto que miran mucho los equipos, pues no es lo mismo tener un día de descanso que jugar viernes, sábado y domingo, como le ha vuelto a suceder a los catalanes. Su profundidad de banquillo y capacidad física y de rotación en las dos eliminatorias previas frente a Manresa y Murcia han permitido descansar a sus jugadores clave para llegar frescos a la final del domingo.

Ganó el Barcelona (59-64) en lo que ha sido la décima final entre ambos equipos en las últimas 13 ediciones de la Copa del Rey. Para mí, lo mejor ha sido ver el regreso a las canchas de hombres lesionados o tocados, como Abrines, Rudy, Thompkins, Llull, o Taylor. Hasta ayer había empate a 6 victorias entre ambos clubes en las últimas 12 copas. Y el dato que corrobora lo dicho anteriormente, desde que llegara Jasikevicius el Barcelona ha ganado 10 de los 13 duelos (10-3) con Laso enfrente en Liga ACB, Copa y Euroliga. Laso intentó llevar la final a un partido ultradefensivo, físico, de posesiones largas. Y a punto estuvo de salirle bien, con un buen inicio (23-7), llegando hasta la mitad del último cuarto con opciones. Mirotic sentencio para llevarse el MVP con un Jokubaitis estelar en las últimas jugadas y dando la razón a su mentor y descubridor, Jasikevicius.

Todas las ediciones de la Copa del Rey ofrecen una sorpresa, un equipo con el que no se cuenta y sorprende en cuartos de final y se mete en semifinales. En esta edición ese honor ha sido para Murcia, que eliminó a un decepcionante Valencia Basket que debía y podía haber desgastado al Barcelona en semifinales. Decepcionante fin de semana de los taronjas. Breogán compitió a gran nivel, como era de esperar, el jueves frente al Real Madrid, y a punto estuvo ese partido de costar un disgusto a los blancos.

El baloncesto de clubes de élite descansa esta semana en la ACB. Parón justo y necesario para recomponer ideas, descansos, recuperaciones de lesionados y rehacer plantillas de cara al tramo final. Se concentran los 16 jugadores convocados por Sergio Scariolo en Córdoba para jugar una nueva ventana que se va a quedar en un solo partido, frente a Ucrania el jueves. El domingo debían jugar ambos equipos en Kiev, pero dada la situación en aquel país se ha decidido postponer ese enfrentamiento para la siguiente ventaba FIBA a finales de junio.

Sí habrá Euroliga, el jueves con el Real Madrid en Kaunas frente al Zalguiris y Baskonia en Vitoria frente a Unics Kazan, mientras que el Barcelona viaja a San Petersburgo para enfrentarse el viernes al Zenit de Xavi Pascual. ¡Ah!, y visto que cada temporada pasa más desapercibido, también se ha disputado este fin de semana el All Star de la NBA con sus concursos habituales, cada día más decepcionantes y convirtiendo ese partido, que hace años era digno de ver, esperado por los aficionados, un buen espectáculo entonces en una auténtica verbena a día de hoy sin sentido. Pero allí es lo que demandan y quieren. Dinero llama dinero y la cultura americana disfruta con ese 'su baloncesto' de los récords, las marcas, las individualidades, el juego de ataque sin defensas.