El Real Valladolid Baloncesto rompe ante el Alicante una racha de cuatro derrotas consecutivas

El Real Valladolid Baloncesto volvió a encontrar algunas pinceladas del juego que desarrolló antes de Navidad, sobre todo la actitud defensiva, para volver a ganar un encuentro, esta vez como local y frente a un poderoso rival, HLA Alicante, que llegaba a Pucela pletórico tras 3 victorias consecutivas. Había pedido el técnico vallisoletano Hugo López a su equipo «casta y corazón» en la previa, para una temporada amortizada y carente de objetivos más allá de dejar buena sensación a su afición en los 3 partidos que restaban por jugarse en Pisuerga. Y el equipo lo ofreció para llevar la contraria a quienes pregonan que no existe unión y compromiso en la plantilla.

Hugo López puso de inicio a Pantzar al uno y otorgó confianza a Kavas como alero. Los primeros ataques fueron efectivos con Van Zegeren jugando de cara ante el atasco que provocaba la defensa por delante de Gjuroski a de la Fuente. Dos precipitaciones de Mason en ataque provocaron el regreso de Puidet, que volvía tras lesión, y con él la actitud defensiva, anulando al director de juego de Alicante, Pitts. La ventaja llegó a los 9 puntos (21-12) en el minuto 9, aunque 3 rebotes ofensivos de los visitantes impidieron que la ventaja fuera mayor para llegar al término de la primera entrega con merecida ventaja local por 23-15, cerrada por Van Zegeren con canasta y tapón en la posterior acción defensiva.

En el inicio del segundo cuarto, el jugador junior Juan García-Abril demostró que lo suyo no es casualidad ni premio inmerecido, anotando 5 puntos consecutivos y cogiendo el testigo de la contagiosa actitud defensiva que había dejado Puidet. Un triple de Sergio nada más regresar por un Nacho Martín que entró demasiado frío al partido, puso la ventaja en 33-19 por el minuto 14.

La defensa zonal de ajustes de los alicantinos y el despropósito arbitral en lo que restaba hasta el descanso impidió que la ventaja local aumentara. Hugo López apostó por jugar con dos escoltas, Puidet y Mason, con su tirador, que había estado bien en el inicio, Kavas, en el banquillo. El colegiado castellano y leonés Carpallo lideró la señalización de varias acciones contrarias a los vallisoletanos y se inhibió en otras acciones, especialmente sobre Mason, desbocado y descontrolado en una fase del juego perjudicial para su equipo, sin acierto ni visión de lo que había que hacer. La anulación de una más que dudosa canasta sobre la bocina de Sergio De la Fuente dejó la ventaja al descanso en 41-32, cuando el mérito Del Real Valladolid había sido superior.

Dos triples de Alicante en la reanudación dejaron la ventaja local en nada (41-38). Además, el Real Valladolid repitió el mismo error que en el cuarto anterior, muchas faltas y entrar en el bonus con poco más de 3 minutos jugados. Un discreto Pantzar, sin encontrar la mejor forma de conducir a su equipo en ataque, dio paso a Timmer. El base norteamericano puso coherencia al juego del equipo, que recuperó la ventaja perdida y la situó en diferencias en torno a los 10 puntos para terminar el tercer cuarto con un marcador de 61-51.

En apenas un minuto del último cuarto Nacho Martín anotó 2 triples seguidos desde la misma esquina para allanar el camino de la victoria (69-53). El partido no tendría más historia ni reacción alicantina, con la salvedad de la lucha y entrega del veterano Urtasun. La máxima ventaja llegó a ser de 18 puntos (75-57, min. 35) y, aunque la afrenta de la derrota del partido de la ida en Alicante no se pudo devolver (108-69), al menos sí se regaló una victoria a la afición local (85-70).

La victoria del Clínica Sur-Aspasia sirve para reencontrase con la victoria tras cuatro derrotas consecutivas, recuperar sensaciones, especialmente defensivas y dejar la impronta, en su cancha y ante su sufridora afición de un equipo en proceso de creación para miras más ambiciosas cuando sea posible.