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Belemene presiona a Sans y este pierde de vista el balón desde el suelo. Carlos Espeso
Baloncesto / Liga LEB Oro

El Pucela Basket es de segundas partes

El equipo blanquivioleta remonta en el segundo tiempo a base de defensa y la eficacia de Melwin Pantzar

Sábado, 7 de enero 2023

El Real Valladolid Baloncesto sigue manteniendo su fortín invicto esta temporada. Le costó ante el juego coral del Grupo Alega Cantabria, que se fue al descanso con una renta de cinco puntos. El equipo local, como en encuentros anteriores, despertó tras el receso y con ... una mayor intensidad defensiva y comandado por Melwin Pantzar en ataque logró darle la vuelta al marcador. Pisuerga, con una más que buena entrada, dio alas a un equipo que dejó sus mejores momentos para el segundo periodo. La falta de acierto, sobre todo en la segundo cuarto, pesó a los pupilos de Paco García, que fueron capaces de lograr un triunfo que fue todo un regalo de Reyes para la afición blanquivioleta.

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Real Valladolid Baloncesto

Kovacevic (9), Torres (4), Kuiper (10), Kabasele (6), Puidet -equipo inicial-, Pantzar (18), Belemene (6), De la Fuente, Gantt (8), Allen (6) y Mazaira.

67

-

60

Grupo Alega Cantabria

Bulic (17), Marín (6), Mikel Sanz (3), Harrar (4), Sans (4) -equipo inicial-, Palazuelos (6), Kone (7), Smith (7), Sierra (6) y Walter Junior.

  • Parciales 14-14, 15-20, 16-10 y 22-16.

  • Árbitros Ávila Zurita, Martín Vázquez y Alejo Sánchez. Sin eliminados.

Era el primer partido del año en Pisuerga. El Real Valladolid Baloncesto salió concentrado y se colocó en un pispás 7-0. A los visitantes les costó casi tres minutos y medio anotar. Pero a partir de ahí cogieron carrerilla y el marcador se fue igualando. Kabasele era el dominador de la pintura, pero la renta fue menguando a la vez que el acierto de los tiradores locales menguaba. Eso provocó que el cuarto acabase igualado a 14 puntos. El equipo vallisoletano había perdido gas con el paso de los minutos.

El segundo cuarto comenzó con el Grupo Alega logrando por primera vez ponerse por delante en el marcador. En ataque era un desbarajuste. En defensa, Belemene colocaba un par de tapones estratosféricos. El problema estaba arriba. A los hombres de Paco García les costaba un mundo anotar. Un triple cántabro les llevó a una renta de siete puntos (16-23, min. 14). El técnico vallisoletano intentó con un tiempo muerto que sus hombres reaccionarán. Pero ni por esas. Los de Torrelavega se fueron en el marcador gracias al acierto exterior (19-28, min. 26).

La diferencia no fue a más. A trancas y barrancas, el Pucela Basket recortó. Pero las sensaciones no eran buenas. Les costaba mucho anotar. Y vuelta la burra al trigo y de nuevo los visitantes volvieron a abrir brecha hasta los 10 puntos (24-34, min. 20).

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Un 5-0 final dejó el electrónico en 29-34 al descanso. El Pucela Basket era un auténtica montaña rusa y en ataque había estado demasiado errático y fallón. Se iba por detrás al receso (29-34). Tocaba como en partidos anteriores cambiar muchas cosas. Los locales habían dominado el rebote (24 a 17), pero registraban más pérdidas de balón que su rival (9 a 6). El problema estaba en ataque con dos triples, ambos de Kovacevic, en 13 intentos. Un 15,4% de acierto desde más allá de la línea de 6.75 que lastraba y muchos a los blanquivioletas. Y cinco tiros libres anotados de 11 lanzados. Era obligado mejorar el acierto.

Reacción

El técnico local recurrió a la pócima de los dos bases en pista, Pantzar y Torres. La defensa subió intensidad y el rebote ofensivo hacía daño en la zona cántabra. El Real Valladolid Baloncesto llegó a remontar con Belemene desatado. A los visitantes les costó más de cinco minutos inaugurar el marcador con un triple de Smith. Los problemas en ataque habían cambiado de bando. Torres cometió su cuarta personal y se fue al banco. El ataque local tampoco era como para tirar cohetes. Los locales consiguieron llegar por delante al final de los primeros treinta minutos de juego. Solo por un punto (45-44).

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El último cuarto comenzó movido. Lesión de Belemene, que se fue al banquillo con molestias en un brazo, y técnica al banquillo visitante. Kovacevic acertó con otro triple y la grada estalló (53-47, min. 33). El equipo tenía la gasolina que le daba la grada. Pantzar, como casi siempre, tomó la responsabilidad. El base sueco está de dulce. La renta fue creciendo. Los vallisoletanos controlaron los últimos minutos. El electrónico reflejaba un 62-51 a falta de dos minutos. El choque estaba sentenciado después de mucho sufrimiento. Aunque aún toco sufrir ante las últimas acometidas cántabras. 67-60 al final y el fortín resiste.

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