Palencia asciende al cielo de la ACB

Era la última batalla del año en la LEB Oro y con rotundo sabor castellano y leonés. Se medían el anfitrión y favorito al ascenso, el Hereda San Pablo Burgos, y el Zunder Palencia. Los pupilos de Pedro Rivero venían de una semifinal plácida contra el UEMC Real Valladolid Baloncesto. Los burgaleses, por su parte, habían sufrido y tuvieron que remontar 14 puntos para imponerse al Guuk Gipuzkoa Basket. Los morados se enfrentaban además a la maldición de que el equipo que sufre más en semifinales se impone en la final. En un ambiente fantástico, con las dos aficiones dando el callo para lograr el sueño de ascender al cielo del baloncesto nacional, la Liga ACB. Una auténtica fiesta del deporte de la canasta.

El partido era un duelo contra los nervios y la presión. Saber domarlos era vital. Las cosas se complicaron para los anfitriones cuando Joey Van Zegeren cometió su segunda falta en poco más de minuto. Kostadinov era la mejor arma ofensiva morada, efectivo y duro en el rebote. El marcador se movía en los minutos iniciales en guarismo igualados. Cada balón era una batalla. Palencia cogió una renta de seis puntos (12-6, min, 5). Pero Burgos no quería problemas y recortó a base de tiros libres. Manu Rodríguez salió para anotar el primer triple morado. Palencia tenía problemas con la presión en su salida de balón. Pero ahí estaba Chumi Ortega para hacer magia. Un triple de Rodríguez llevó la diferencia a seis puntos, que incluso llegó a ocho.

Los hombres de Rivero finalizaron mucho mejor el primer cuarto. Mejor defensa y mayor acierto eran la carta de presentación de los morados. Con 28-22 se llegaba al final de los primeros diez minutos de partido.

El segundo cuarto iba por los mismos derroteros. Palencia superaba el entramado defensivo burgalés. Buena lectura del Zunder Palencia. Pero Burgos tiró sobre todo Mahalbasic para reducir la diferencia. Se veía mejor a los palentinos. Algunas decisiones arbitrales calentaban a unos y otros. Burgos se puso por primera vez por delante por un punto, pero la batalla era tremenda. Los de Rivero abrieron de nuevo hueco (47-40, min. 19), con un Chumi Ortega estelar. Burgos tenía problema para cerrar su rebote. Un triple final de Ortega dejó las cosas en 50-42 al descanso. Palencia estaba a veinte minutos de la ACB.

McGrew dio la máxima renta hasta el momento a los palentinos con un triple (53-42). Palencia salió intenso tras el receso. Curro Segura tuvo que pedir un tiempo muerto. La renta llegó a los 13 puntos con un canastón de Wintering. El partido se le iba a Burgos.

Trece puntos arriba. Pero Burgos, espoleado por los suyos, intentaba reaccionar. Se colocó a siete puntos (55-48). Rivero pidió tiempo muerto. El Coliseum bullía. Los morados se pusieron el mono de trabajo y desactivaron la reacción burgalesa. El 2+1 de Chumi Ortega llevó el colchón a los 15 puntos (63-48).

McGrew brillaba también en la pintura. La final tenía color morado. Burgos daba sensación de haber perdido empuje. Palencia mandaba de 16 puntos (67-51). El tercer cuarto agonizaba y con ello las opciones del cuadro burgalés.

Devin Schmidt se sumó a la fiesta anotadora palentina. Sin Wintering en cancha, el escolta tomó la responsabilidad. Palencia entraba los últimos diez minutos con 12 puntos de ventaja (73-61). Parecía más entero que el rival, pero quedaban diez minutos en los que podía pasar de todo.

Burgos apretó con un triple de Álex Barrera. Rivero devolvió a pista rápidamente a Wintering. Chumi Ortega seguía infalible en sus lanzamientos. Pero Burgos apretaba de lo lindo y bajó la renta morada de los diez puntos con casi ocho minutos aún por jugarse. Wintering dio otro aire al equipo.

Pero había que saber sufrir. El base y Ortega daban el do de pecho. El mate de Kasibabu fue ya el acabose a falta de cuatro minutos y medio. Con 85-72, parecía hecho.

Burgos estaba tocado. Poco acertado y apremiado por el cada vez más acuciante falta de tiempo. La grada palentina ya cantaba el ascenso. La diferencia rondaba entre los 14 y 16 puntos. Restaban tres minutos. Solo había que guardar la ropa. Burgos atacaba a la desesperada. Sabía que la suerte estaba echada.

Los burgaleses redujeron la distancia en los minutos finales. Nervios palentinos en la salida de balón, pero el Zunder era de ACB. El marcador final, 95-83 con triplazo de Ortega. El mejor broche para un domingo histórico.