Maximus riesgus

Maximus es el nombre de un villano ficticio, al que también se puede atribuir procedencia romana. Maximus es el león que anima los partidos y hace las delicias de los niños en el pazo provincial dos deportes lucense. Maximus es un felino amoroso, con una prominente cabellera cardada tipo escarola, abultada, redondeada, excesiva, que contrasta con el cuerpo humano que la sostiene. Sus colores ocres, con tonos marrones y anaranjados, contrastan con la vestimenta, la equipación celeste del equipo local, combinando a la perfección. Maximus lleva el dorsal 00 a la espalda, neutro, ni par ni impar. Incluso ha sido nominado en varias ocasiones y ha optado a ser declarada la mejor mascota de la competición. Maximus es una mascota 'de querer', que dicen ahora las adolescentes.

Este domingo, cuando pasaban pocos minutos de las seis de la tarde a Maximus se le hizo de noche de repente, y no por el cambio horario del invierno realizado horas antes. Maximus estuvo a punto de sufrir las consecuencias de su tímido intento de mediación en una trifulca que se originó en un lance del partido. A Maximus le tocó recular «con el rabo entre las piernas», expresión también muy castellana, ese prominente apéndice que asoma de la parte alta de su trasero en un resquicio estratégicamente abierto en su uniforme entre la camiseta de tirantes y el amplio pantalón.

Restaban 4´29» para finalizar el tercer cuarto del partido y el marcador era de empate a 52 puntos. Se jugaba un choque con intensidad, tratando de lograr la victoria dos equipos que coquetean con la parte alta de la clasificación, quintos los murcianos y séptimos los gallegos, en puestos a los que no están acostumbrados, sobre todo el Río Breogán, que viene de ascender de la LEB Oro.

En un balón dividido tras un rebote no controlado por nadie en la zona, junto a una banda, el norteamericano local, Trae Bell Haynes, se tiró al suelo para evitar que saliera por banda el balón en pugna con Davis. En su intento de presión, el tejano con pasaporte dominicano y norteamericano Sadiel Rojas saltó para evitar el pase y golpeó con la rodilla en la extensión sobre el rostro de Bell. Los árbitros señalaron falta y se originó una tángana que comenzó tímidamente pero que pasó a empujones y algún jugador rodando por el suelo entre los paneles de la publicidad, como le sucedió a Musa, una de las revoluciones de la actual liga y autor el domingo de 22 puntos, por ejemplo.

En medio del acaloramiento apareció Maximus, con toda su buena intención el hombre-león, a fin de apaciguar los ánimos y calmar la tensión existente al objeto de que la cosa no pasara a mayores. Con sus brazos trató de tranquilizar a Jordan Davis, otro de los americanos del UCAM Murcia, que sin saber quién tenía detrás, se dio la vuelta y empujó a Maximus. Viendo el panorama y que su aportación no sería efectiva, Maximus reculó unos metros para retocar y colocarse cabellera, cabeza, hombreras, indumentaria y aparejos propios de su condición. En la retransmisión se escucha al narrador preguntarse «y la mascota ahí en medio, ¿qué hace?», a lo que el comentarista apostilló que «Maximus va de buena fe».

La trifulca terminó con la intervención del trío de colegiados. Sadiel Rojas fue descalificado al ser sancionado con su segunda falta antideportiva del partido retirándose del parqué entre gestos e insultos con parte de la gradería. Tres jugadores más fueron sancionados con técnica, Sergi Quintela, Jordan Davis (¡qué desconsideración la suya con Maximus!), e Isaiah Taylor. Río Breogán dispuso de 8 tiros libres como consecuencia de las cuentas de la señalización de las sanciones y solo anotó 3 de ellos. Los ánimos se calmaron y los locales ganaron el partido por 94-89 a los murcianos. Maximus seguirá llevando a su afición de la mano animando a sus jugadores y la próxima vez que haya lío se lo pensará dos veces antes de tratar de mediar.