La Fiscalía pide 14 años de prisión para el exseleccionador de baloncesto acusado de abusos sexuales

Con este nuevo paso judicial, el caso pasa del Juzgado de Gernika a la Audiencia de Bizkaia. Asimismo, la Fiscalía ha solicitado la apertura del juicio oral y se espera que en las próximas semanas tanto la acusación particular como la defensa de López presenten sus respectivos escritos.

La denuncia de presuntos abusos sexuales a López provocó un auténtico terremoto en el mundo del deporte vasco. Incluso la propia Federación Española de Baloncesto dictó unas medidas cautelares que impiden la expedición «de cualquier tipo de licencia al implicado en las competiciones organizadas por la federación hasta que exista una sentencia firme sobre estos hechos».

Mario López, además de estar largamente vinculado al club de Gernika, ha sido seleccionador nacional en las categorías sub-16, sub-18 y sub-19 femenino. Según la denuncia de la víctima, las agresiones comenzaron en casa del entrenador mientras veían un partido. A partir de ahí se repitieron, sobre todo en casa del investigado y en alguna ocasión en un viaje deportivo. «Atentados contra la libertad sexual que aumentaron en intensidad, incluyendo relaciones sexuales con penetración. Todo ello en un contexto de superioridad del investigado con respecto a la víctima por razón de edad y posición e incluyendo actos de violencia física», se señala en el escrito.

La denunciante dejó el club en 2003. Mario López llevaba más de dos décadas como técnico del club de Liga Femenina hasta que el año pasado, alegando problemas de salud, dejó de serlo. Fue poco después de que se interpusiera la denuncia el 13 de junio. La mujer, que en la actualidad tiene 33 años, fue citada declarar al día siguiente, al igual que el técnico que pasó a desempeñar el cargo de responsable de la gestión interna y deportiva.

Al parecer, durante ese tiempo los responsables de la entidad tuvieron varias reuniones con las jugadoras en las que hablaron de «rumores» sobre lo acontecido. «Les dijeron que era mentira y que había que mantenerlo en secreto porque era un juicio privado». También que, si cualquiera de ellas estaba incómoda con la situación, Mario López dimitiría. A principios de septiembre se despidió del equipo, pero poco días después volvió a un entrenamiento. Según señalan fuentes del vestuario, estaba allí para ayudar al nuevo entrenador. Una de las jugadoras abandonó el club.