Entrar en la historia costó dos prórrogas

Victoria. Esa es la palabra que más se ha repetido en las crónicas del Quesos Cerrato de esta temporada. Esas ocho letras, que juntas forman la meta de cualquier deportista, han acompañado todo el año a los palentinos, y ahora deberán acostumbrarse a la compañía de otras ocho letras que unidas señalan el lugar en el que ayer entraron los de Sergio García: la historia. El Quesos Cerrato es el primer equipo en conseguir dos Copas de forma consecutiva y lo ha logrado tras superar al Melilla en un partido de infarto que no se decidió hasta la segunda prórroga.

El encuentro arrancó bien para el Quesos Cerrato, que vio cómo el electrónico reflejaba un 6-0 a la primera de cambio, pero el Melilla se encomendó a su potencial desde la línea de triple y comenzó su recital exterior para que el primer cuarto acabara con un resultado de 21-17. El quinteto inicial se fue al banco y salieron los teóricos suplentes. Las fuerzas se igualaron y eso se reflejó en el marcador, que se puso del lado melillense cuando había transcurrido un cuarto de hora de partido (26-28). Los de blanco seguían a lo suyo, jugando desde fuera, y el duelo en el interior entre Hernández-Sonseca y Lamont Barnes estaba más que igualado. Y es que el 16 visitante se atrevió incluso con un triple que dejó el marcador 30-36 a falta de dos minutos para el final de la primera mitad, una diferencia que se incrementó para que el segundo cuatro acabara con un inquietante 32-40.

El buen inicio del Quesos Cerrato hizo soñar al Pabellón Marta Domínguez con esa segunda Copa consecutiva, pero si los palentinos querían hacerse con ese premio iban a tener que frenar el acierto exterior del Melilla, que marcó 7 de los 11 triples que intentó en la primera mitad. La intensidad defensiva, ese baluarte que tanto ha dado al equipo de Sergio García este año, era lo único que podía enmendar un partido que parecía ponerse cuesta arriba.

La segunda parte comenzó con un triple de Dani Rodríguez que levantó al pabellón, y esa intensidad que necesitaba la defensa palentina se vio reforzada por una afición entregada. Las más de 3.000 almas que ayer se dieron cita en el Marta Domínguez se hicieron notar de lo lindo y llevaron en volandas a un Quesos Cerrato que acabó el tercer cuarto tres puntos por delante (55-52).

A los de Sergio García les costó despegarse de su rival. Cuando restaban cinco minutos para el final, el electrónico reflejaba un resultado de 61-56, y fue en ese preciso instante cuando sucedió un hecho que marcó el partido: Hernández-Sonseca hizo la quinta falta y el Melilla se quedó sin su referencia en el juego interior. Pero cuando todo se ponía de cara para los palentinos, la igualada regresó al electrónico. Las pulsaciones de la afición se dispararon y más aún cuando Sergio García pidió tiempo muerto y saltaron a la cancha la animadoras del Real Madrid. El Melilla tenía la posesión, probó suerte, pero el balón no quiso entrar y se llegó a la primera prórroga con un resultado de 65-65.

El guion parecía el mismo que el del partido de Liga, y ese partido no acabó bien para los palentinos, aunque ayer era otro día y ya decía Di Stéfano que las finales no se juegan, se ganan, y el Quesos Cerrato la jugó y la ganó, pero no en la primera prórroga, que acabó 74-74. Las pulsaciones de la afición aumentaban al ritmo marcado por el bombo de la Charanga Los Duendes. No obstante, los de morado que estaban sobre la cancha demostraron que la sangre que corre por sus venas está tan fría como las bodegas en las que se curan los quesos del Cerrato, y Dani Rodríguez ganó el privilegio de ser el MVPdel partido con un triple a falta de 10 segundos para el final que hizo que su equipo entrase en la historia gracias a una gran victoria.