La historia llama a las puertas del Quesos Cerrato

Todo está dispuesto y el Quesos Cerrato cuenta ya los minutos que faltan para que lleguen las 21:00 horas de este viernes 29, para ese momento marcado por la afición como el del inicio de una nueva gesta, de un triunfo que permitirá al Palencia Baloncesto entrar en la historia. Y es que, hasta ahora, nadie ha conseguido alzar la Copa dos años de manera consecutiva.

La Copa se está acostumbrando a contar con el Quesos Cerrato. El equipo palentino ha disputado las tres últimas finales. La primera final copera que jugó el conjunto colegial en su historia fue la de la temporada 2013/2014. El equipo, entonces dirigido por Nacho Lezcano, se enfrentó al River Andorra y lo hizo como equipo visitante. La fortuna no estuvo de cara para los de morado, que en esa ocasión cayeron derrotados por un resultado de 77-61. No obstante, la competición dio una segunda oportunidad a los de Lezcano, que la pasada temporada se alzaron con la victoria ante el Ribeira Sacra Breogán tras acabar el partido con un triunfo por 78-69.

El Marta Domínguez vivió una fiesta sin precedentes el 30 de enero de 2015. La victoria fue celebrada por todo lo alto por una ciudad volcada con su equipo, y el baloncesto ganó durante esa semana unos centímetros de terreno al fútbol en la lucha por ser el deporte rey. Pero lo que sucederá el viernes no va de reyes, va de príncipes y princesas, y es que el Quesos Cerrato ganó la última Copa Príncipe y ahora está en disposición de ganar la primera Copa Princesa. Tras la coronación de Felipe VI, la Copa ha cambiado de nombre y ahora es la Princesa de Asturias la que apadrina el torneo.

En masculino o en femenino. Al Quesos Cerrato le importa bien poco el género de la Copa y lo único que tiene entre ceja y ceja es ganarla, un objetivo para el que tendrá de su parte a la estadística. Todos los equipos que han disputado la Copa Príncipe como locales han acabado levantando la copa de campeón, una circunstancia que puede hacer por segundo año consecutivo Urko Otegui, el capitán del equipo, que llega en un gran estado de forma y con la veteranía y el poso previo que le otorga ser el segundo máximo reboteador de la historia de la Liga.

Otro de los que estuvo sobre el parqué del Marta Domínguez aquel 30 de enero de 2015 fue Sergio García, pero lo que iba encima de esos zapatos negros era el segundo entrenador del Quesos Cerrato. Ahora los zapatos de García son los del primer entrenador, los de un técnico que ha arrancado su labor al frente del equipo con el mejor pie y que quiere continuar su camino hacia el éxito con un triunfo en la Copa que le permita añadir a su currículum su primer título como primer entrenador.

El Quesos Cerrato llega al choque en un buen momento. Ya se han disipado todas las dudas que se generaron tras la marcha de Porfi Fisac y el equipo sigue siendo intratable con Sergio García a los mandos. La calidad de cada uno de los jugadores y su compenetración en la cancha han hecho a este equipo firmar el mejor arranque liguero de su historia (13 triunfos y una derrota) y le ha llevado a obtener una racha de 12 triunfos consecutivos que fue rota en el último partido del año, el 30 de diciembre, en el encuentro de Liga que le enfrentó, precisamente, al Melilla.

Hay ganas de revancha en el vestuario del Quesos Cerrato. Aquella derrota ante Melilla en la prórroga el mes pasado dolió. Los palentinos no entraron en el partido en el primer cuarto y eso les lastró durante todo el encuentro, pero una genialidad de Marc Blanch permitió a los de Sergio García empatar el encuentro sobre la bocina y forzar una prórroga en la que fue imposible ganar. Pero el pasado, pasado está, y el Quesos Cerrato quiere demostrar al Marta Domínguez, por enésima vez esta temporada, que este equipo será recordado durante muchos años por los aficionados al baloncesto, por todas aquellas personas que llenarán el viernes el pabellón para vivir una jornada en la que el equipo de una pequeña ciudad de Castilla y León llamará a las puertas de la historia de la LEB Oro.