Porfi Fisac, durante su presentación el pasado día 3 como nuevo técnico del Gipuzkoa Basket, estrecha la mano de la presidenta del club donostiarra, Nekane Arzallus.

«Entiendo que la afición esté dolida, pero me cuadruplicaban el sueldo»

Porfi Fisac, exentrenador del Quesos Cerrato y nuevo preparador del Gipuzkoa, afirma que su decisión de irse es «puramente profesional»

Ricardo Sánchez Rico

Jueves, 10 de diciembre 2015, 11:50

Su marcha del Quesos Cerrato la pasada semana rumbo al Gipuzkoa Basket de la Liga Endesa convulsionó el ambiente de calma e ilusión en el club palentino, cuyo proyecto marcha hasta ahora sobre raíles. Porfi Fisac era el maquinista, el conductor de este proyecto, y su adiós precipitado crea desasosiego y también sensación de traición en una afición que le rendía pleitesía. Porfi Fisac se despidió por carta la semana pasada, pero días después responde con franqueza y explica los motivos de su fichaje en mitad de temporada por el club vasco.

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-Qué tal los primeros días en San Sebastián?

Bien, todo tranquilo, todo cómodo y sin mucha historia, porque es un club que ya conocía. Estoy viendo las dificultades deportivas, que están ahí, se trata de una historia nueva y hay que vivirla como es, como un hecho profesional diferente.

¿Le ha costado mucho tomar la decisión de dejar Palencia?

Es muy difícil, porque estaba muy a gusto en Palencia y me marcho de un sitio donde me he sentido muy querido y muy cómodo con ese grupo de jugadores, con ese cuerpo técnico... Lo único que puedo decir es que son circunstancias que se dan en la vida y que a veces tienes que decidir por un aspecto no personal, sino profesional y económico al cien por cien.

Ha dejado un proyecto creado para usted en la estacada...

Es una amargura tener que tomar esta decisión. El año pasado en Valladolid, las circunstancias del club eran distintas, la política era diferente, y no pude tomar esa decisión porque creía que no debía en ese momento, pero el Quesos Cerrato es un club muy estable, que tiene las ideas claras. Gracias a Dios nos han salido las cosas de maravilla durante toda la pretemporada y los jugadores se han adaptado perfectamente al rol del entrenador, y además lo dejo en buenas manos, porque veo a la gente con la que he trabajado mejor preparada.

¿Entiende que la afición en Palencia se sienta defraudada?

Lo entiendo perfectamente, lo único que puedo decir es que lo siento mucho si se sienten decepcionados, pero ha venido una situación económica en la que te cuadruplican el sueldo y una situación deportiva en la que te ofrecen otras condiciones diferentes a las que ahora mismo tenía. En la vida, si no tenemos ambición, estamos muertos, aunque a veces las decisiones por ambición pueden afectar o hacer daño a alguien. Pido disculpas por ello. Eran varios factores. Primero, la ambición deportiva de estar en esta Liga, aunque dejo el primero de la LEBOro por el último de la ACB, con lo que la distancia tampoco es tan lejana, pero lo que sí es cierto es que, económicamente, la Liga Endesa no tiene nada que ver con la LEBOro, y espero que la gente entienda que si tienes unas condiciones en las que te cuadruplican el sueldo, no soy el único que hubiera tomado esa decisión. Entiendo que la gente se pueda sentir dolida, pero es una cuestión puramente profesional. Estaba encantado y muy a gusto trabajando en el Quesos Cerrato, toda la vida va a estar cerca de mí.

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Si la oferta no hubiera sido la del GBCSan Sebastián, uno de los dos equipo de su corazón junto con el Valladolid, según ha dicho, ¿se habría marchado igualmente?

Antes de recibir esta oferta, este año he tenido otras dos de ACB y no las he cogido. Una, recién firmado con Palencia, y después otra.

¿Deja el club en buenas manos con Sergio García?

Hablé con Sergio largo y tendido y entiendo que va a seguir con una idea que teníamos muy clara del equipo, que habíamos trabajado entre los dos, que no era solo una idea mía. Cambiamos la cabeza pero continúa el pensamiento, cambiamos la cara pero el cerebro es el mismo.

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Se vio el otro día en Barcelona...

Cuando les vi ganar en Barcelona, estaba encantado. Ha cambiado la cara, pero sigue el mismo cerebro, las ideas son las mismas.

¿Qué le diría a la afición del Quesos Cerrato desde el corazón?

Sobre todo, máxima confianza, he trabajado con Sergio casi cuatro meses y es de un nivel extraordinario, tiene confianza y unas ideas claras. En ese sentido, ninguna duda, que esté a gusto la afición porque ha perdido un entrenador pero ha ganado una figura de los banquillos en el futuro.De lo demás, nada, yo iré por Palencia y si alguien tiene que decirme algo, hablaré con ellos a la cara y les explicaré las cosas como yo las veo. Ha sido una decisión pura y dura profesional, el disgusto es grande para mí también porque estaba muy estable y tomo ahora un riesgo, viniendo al último de ACB con nueve derrotas ahora mismo, un equipo roto y desecho, al que le faltan hábitos, costumbres y convicción de creer en sí mismo. Ahora mismo empiezo de cero pero con competición, lo cual es mucho más duro. No he dejado colgado al Quesos Cerrato, he tenido una situación económica y el club ha sacado una compensación pequeña por mi marcha. Siempre que he estado cercano a Palencia, les voy dejando dinero, se lo dejé con Diouf cuando estaba en Fuenlabrada, y ahora con mi marcha.

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¿Tiene un sabor agridulce?

Estoy triste porque mis niños están estudiando en Valladolid, yo vivo en Palencia y allí he pasado los cuatro meses más alegres de mi vida personal y profesional, y dejo toda esa estabilidad por una cuestión profesional. Eso te duele porque no sabes si has hecho bien o mal.

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