Extra de motivación

La final de la Liga Endesa ACB, que empieza hoy, no destaca por su originalidad. Una vez más, son los eternos rivales, Real Madrid y Barcelona, los que se disputan el título. En las últimas temporadas es lo que toca: ambos agrandaron sus distancias presupuestarias con el resto y apenas hay margen de sorpresa.

Y eso que las semifinales han estado francamente bien, tras dos eliminatorias muy disputadas, y con el Unicaja y el Valencia Basket amenazando seriamente al dominio de sus rivales. Lástima la polémica del tercer partido en Valencia por alineación indebida del Madrid, que el juez quiso pasar por alto de una forma incomprensible. Veremos que sucede si el caso llega hasta el final y se cambia el veredicto inicial. La ACB es conocida por situaciones similares, en las que se actúa de forma negligente y luego tienen que desdecirse a destiempo.

La final tiene alicientes extras. El Madrid encuentra el suyo en la posibilidad de ganarlo todo esta temporada. Se hicieron con la Supercopa, la Copa del Rey y con la Euroliga. De conseguir el título de Liga, supondría un pleno histórico. Además, seguro que tienen presente la final de la pasada temporada, en la que el Barcelona fue campeón, y donde el hoy indiscutible y laureado Pablo Laso, estuvo a punto de ser destituido. ¡Cómo cambian las cosas en unos meses! Por su parte, el Barcelona, tiene en la Liga la única vía para enmendar una temporada decepcionante hasta ahora. Tienen una plantilla para aspirar a todo, pero, de momento, nada. Especialmente dolorosa fue la no clasificación para la Final Four de Madrid, y desde entonces están conjurados para no fallar ante su última oportunidad.

A expensas de que se pueda producir alguna variación táctica a lo largo de las series, ambos serán fieles a su filosofía de juego. El Real Madrid confiará en el juego ofensivo rápido y abierto, de posesiones cortas en muchas ocasiones, y de marcadores altos. Para ello, defensivamente, tendrán que ser agresivos en las líneas de pase para forzar las pérdidas del rival, y controlar el rebote defensivo. Que los dos Sergios, Rudy y Carroll son un dolor de cabeza desde fuera no es nuevo, pero es fundamental, el trabajo de Felipe Reyes y Gustavo Ayón en las cercanías del aro. Y, por supuesto, la versatilidad y el carácter de Nocioni.

El Barcelona es más pausado y táctico. Sus sistemas en ataque son más elaborados, con la constante referencia de Ante Tomic en el poste bajo, acostumbrado a sumar mucha estadística en estos enfrentamientos. El base Satoransky ha subido muchos enteros y le ha restado importancia a Marcelinho y su juego de bloqueo directo frontal, una de las señas de identidad de su equipo. Y veremos que tal está. En defensa son intensos, pero con un riesgo de forzar al rival más controlado. Y atención a su rebote ofensivo, que gracias a su dominio en esta faceta y a la determinación de Navarro, a un nivel físico inferior pero dispuesto siempre a jugarse cualquier posesión que sea decisiva, no están de vacaciones en estos momentos.