Hernández: «Ha sido un verano de 10 con un gran colofón final que lo engrandece todo»

– Un verano de ensueño.

–Un verano de '10'. Nadie esperaba llegar a disputar tantas finales y además terminando con el colofón de la selección sénior y con un cambio generacional tan grande; se hablaba de un periodo de transición y ha llegado un oro. Disputar nueve finales de nueve es algo que nadie había hecho y muy difícil de repetir. Potencias del baloncesto como Francia han disputado solo dos. Es algo que demuestra el gran momento que vive nuestro baloncesto. Pero hay que relativizar un poco porque si hubieran sido 5 medallas estaríamos igual de contentos porque el trabajo habría sido el mismo.

–¿Qué es el famoso método FEB?

–Es el trabajo de muchas personas, desde los clubes pasando por las autonómicas y la propia FEB. Un entramado con un gran proceso de selección y captación, con mucho hincapié a la hora de encontrar los staff técnicos. Pero el trabajo principal se hace en el día a día desde los clubes y sus entrenadores y, por supuesto, con los jugadores y jugadoras, que son los protagonistas. Aprovechamos esa gran estructura para dar con la tecla adecuada y conseguir que las selecciones funcionen.

–Los éxitos llegan desde la base hasta arriba.

–En lo que llevamos de siglo el volumen de medallas es brutal... muchas cada año, siempre con años mejores y otros peores, con una pequeña fase en la que se bajó, pero lo importante es el trabajo, saber que España siempre compite, el gen competitivo que hace que siempre estemos entre los mejores, haya medallas o no. El desarrollo de nuestros jugadores en edades tempranas es mejor que en otros países.

–¿Ese buen trabajo con las inferiores ha tenido mayor altavoz ahora por esta absoluta?

–A nivel de categorías de formación también ha habido bastante repercusión. Se jugó aquí el Mundial U-17, dando Teledeporte varios partidos. Eso abrió la puerta de verano y a partir de ahí se fue dando visibilidad al resto de finales con TV en directo. Con el colofón final todo se engrandece más.

–Yvarios de ellos pasando recientemente por las inferiores.

–Garuba, Pradilla, Parra... han estado en formación hace muy poco. Eso motiva a todos los jugadores y técnicos porque ven que tras marcharse grandísimas estrellas la selección está más accesible.

–Los propios protagonistas no pensaban llegar tan lejos.

–Había que ir reconstruyendo el equipo, había 7-8 jugadores debutantes en un evento internacional de este calibre. Era una incógnita por la falta de experiencia en muchos casos ante selecciones con grandísimas estrellas, incluso de la NBA algunas... Hemos ido paso a paso. La primera fase fue fundamental porque ser primero nos allanaba un poco el camino

–¿Qué destaca del equipo?

–La fe y la unidad siempre en todo momento. Hay que destacar el papel de los líderes. Uno evidentemente es Scariolo, un líder que ha hecho creer al grupo, y otro Rudy Fernández. Ha sido el capitán con mayúsculas, capaz de unir al grupo, jugadores de diferentes generaciones para llegar a competir como un equipo.

–Scariolo ya había tocado el éxito en numerosas ocasiones con España pero este oro está encumbrando aún más su papel.

–Sí y no solo en España. Recibo mensajes de otras federaciones valorando su trabajo, que es descomunal en los últimos años; lo de este año dice aún más sobre su valía, su capacidad para liderar y la gestión de grupo.

–Scariolo ha declarado que esta selección ha sido más fácil de dirigir que otras anteriores en las que también tenía que manejar el ego de estrellas acostumbradas a liderar en sus clubes.

–Son jugadores muy humildes y cercanos. Y en este sentido todo se hace más fácil. Muchos de ellos venían de las ventanas y todos teníamos ya cercanía con ellos y creo que Sergio decía una gran verdad.

–El que ya no existe es el debate sobre Lorenzo Brown... menudo rendimiento ha dado.

–Se adaptó en cuanto llegó y entendió la filosofía de la FEB y del equipo. Poco que decir. Se ha demostrado que era necesario mover una ficha. Ha sido un acierto porque nos ha ayudado mucho a lograr esta medalla de la que ahora todos estamos orgullosos.

–Ya en la mente el Mundial, los Juegos de 2024... ¿habrá presión añadida por este oro?

–Paso a paso. El próximo reto es la ventana de noviembre para ganar al menos un partido y estar así clasificados para el Mundial. Muchos de los jugadores que hemos tenido en el Europeo no podrán estar en la ventana.

–Trabajando para la FEB en distintos cargos desde 2005, ¿cuánta cuerda le falta?

–Me planteo el día a día. Sé que es un cargo que no es eterno, que tiene caducidad. Mientras tenga fuerza e ilusión para seguir, aguantaré siempre que el presidente confíe en mi trabajo. El día que ya no lo haga o cuando yo no tenga fuerzas para seguir no tendré ningún problema en marcharme. Pero estoy feliz y creo que todavía puedo seguir aportando ilusión, motivación y mucho trabajo a la FEB.

–Por último, ¿cómo ve el baloncesto en su región y más en concreto en Valladolid, la ciudad en la que vive?

–La Territorial hace un gran trabajo en las competiciones de formación y en clubes contamos con equipos en todas las categorías del baloncesto FEB. El Real Valladolid Baloncesto tiene una temporada muy ilusionante por delante en una categoría muy dura, una de las LEB Oro más exigentes de los últimos años.