Cerró la puerta de la Federación Española después de siete intensos años en los que hubo de cambiar un modelo desgastado por el paso del tiempo y los escándalos que heredó de su predecesor, y ahora ha abierto otra mucho más grande que engloba al viejo continente, necesitado de nuevas fórmulas que revitalicen el baloncesto.
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Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, 1977), retirado como jugador después de diecisiete temporadas en la elite, dos de ellas en la NBA (Toronto Raptors), es desde el pasado mes de mayo el presidente de FIBA Europa, y por lo tanto la cabeza visible de todos los cambios que se avecinan en el mundo de la canasta. De momento lo que ha cambiado es su vida, inmersa en una vorágine de viajes y reuniones que le llevaron a perder catorce kilos en campaña, y que ahora le tienen a la carrera de aeropuerto en aeropuerto con la maleta llena de ideas y conocimientos que compartir.
Antes de viajar a Ginebra (viernes), Múnich (sábado), Riga (domingo) y Atenas (lunes), ha aterrizado en Valladolid para tomar parte en los Desayunos de la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid (APDV), donde ha repasado su trayectoria última hasta ocupar el sillón que antes ocupó el turco Turgay Demirel. «La verdad es que me retiré y solo estuve un día en paro. Empecé a meterme en reuniones, a aprender, a hablar con unos y con otros para me explicaran y me enganchó la gestión deportiva, lo reconozco. Fui dando pasos hasta que llegó el momento», recuerda, sin olvidar cómo se encontró la Federación Española cuando tomó el relevo de José Luis Sáez.
«No se me olvida cómo encontramos la federación, sobre todo a nivel reputacional. Y es lo que más cuesta cambiar. Tuve la suerte de contar con mucha gente que me apoyó y me ayudó a hacerlo posible. Y ahora hacía falta un cambio, intenté ser honesto conmigo mismo y con mi casa, y me decidí a este reto», comenta Garbajosa sobre aquel traspaso de poderes en 2016. «Teníamos una muy buena relación -se refiere a Pepe Sáez-, esa es la verdad, pero es que yo no sabía cómo funcionaban otras federaciones. Entendía que lo que se hacía era parte de la normalidad. Luego fui descubriendo que las cosas se pueden hacer de otra manera, y cuando entré entendí que las cosas que se habían hecho mal había que ponerlas a disposición de la justicia», relata, satisfecho con el resultado final que provocó aquel cambio. «Sin la unión que hubo en ese momento, esto no lo saca adelante ni Bill Gates ni Elon Musk ni nadie», apunta hoy.
«Siempre dije que los trapos sucios se lavan en casa porque la imagen debe ser impoluta. Hay tantos problemas en esta vida que el deporte no puede ser uno más. Luego es verdad que lo hemos pasado muy mal ahí dentro, pero yo sabía que si tocaban a rebato saldríamos todos juntos», se sincera el hoy presidente de FIBA Europa, con retos por delante tan relevantes como el que señala al baloncesto 3x3.
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«La federación europea y la mundial tienen que trabajar juntas. Para mi Europa es el motor del baloncesto, con todo el respeto para los demás, y en mi opinión la base sin lo de arriba no tiene sentido y viceversa. Aquí necesitamos una referencia en el 3x3 para que no se vea solo como algo lúdico. Para mi el 3x3 es el baloncesto del futuro, pero también del presente», ha comentado en el transcurso del desayuno informativo, que también ha tocado otros temas de actualidad como la nacionalización exprés de jugadores para integrar la selección, en su caso la de Lorenzo Brown. «Hay un componente casi de azar en este caso en concreto. Lo de la nacionalización exprés me hace mucha gracia», ha apuntado Garbajosa, contrario a este término por el proceso tan dilatado que conlleva. «Sabía que iba a levantar ampollas, lo que me dolió mucho es que gente que sabe que el deporte de alto nivel tiene que generar pasión y audiencias lo criticara. Llegó un momento en el que se alinearon tres planetas, y un jugador con una ilusión tremenda nos pidió jugar en la selección (Lorenzo Brown). Decir que alguien viene a quitarle el puesto a un joven cuando lo hizo en una situación puntual de necesidad, pues bueno.... Es mentira. Los jóvenes necesitan completar un periodo formativo y ponerles en ese escenario es lo peor que puedes hacer», ha explicado. «Lo de que no había jugado en España es una reflexión que a mi no me vale. Lorenzo visitó cuatro médicos para poder jugar este último campeonato», ha asegurado para explicar el compromiso del jugador con el combinado nacional.
Internacional en 167 ocasiones, en la charla mantenida con Carlos Raúl Martínez, conductor del acto, tampoco se ha pasado por alto la situación de bloqueo que vivió Ricky Rubio y la salud mental que tanto preocupa hoy en día entre los deportistas de elite. «Fue muy duro, pero en el segundo paso. En el primero colapsó al equipo porque es de las mejores personas que me he cruzado. El impacto personal fue durísimo, por supuesto también en lo deportivo, pero para mi fue una gran decisión la que tomó (renunciar al último Mundial). Asumimos como normal dormir cada noche en un hotel y en un país diferente, pero es que a Ricky se le lleva exigiendo ser el mejor desde los quince años. He hablado con él recientemente y está mejor, de lo que estoy seguro es que va a tomar la mejor decisión porque es muy inteligente», ha comentado, antes de confesar que él vivió en esa misma encrucijada en su etapa como jugador del Unicaja. «Hay un riesgo de frivolizar, pero cuando sale un referente a explicarlo cambia mucho la perspectiva. Yo en Málaga me puse toda la presión del mundo y quería dejar el baloncesto. Tuve un problema familiar añadido y lo pasé francamente mal. Eres muy frágil y te vuelves tu peor enemigo. Hubo una persona que me salvó la vida. Por eso ahora digo que cuando salen esos referentes que salen a contarlo, es de gran ayuda», ha explicado, subrayando en el transcurso de su encuentro en Valladolid la importancia de los valores que transmite el deporte. «Cuando yo empezaba a jugar, todo eso que te contaban de los valores de trabajo en equipo, disciplina, espíritu de superación,... yo decía que era una bacalada, y solo cuando dejas de practicar deporte profesional te das cuenta de que es verdad que todos esos valores te son útiles para la vida diaria».
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En el transcurso del desayuno organizado por la APDV han surgido preguntas que afectan principalmente al deporte escolar y categorías inferiores, y más concretamente al coste que supone seguir el ritmo económico que marcan los clubes. «No nos podemos permitir que un niño no haga deporte porque no se lo puedan permitir sus padres. Tengo una hija de tres años y quiero que haga deporte desde muy pequeña. No tengo interés en que sea profesional de nada, pero siempre que se pueda creo que ese dinero está muy bien invertido», ha remarcado, inquirido por el nuevo Campeonato de España de minibasket de clubes recién creado, y la posible tensión que puede conllevar para los más pequeños. «Nunca había hecho esa reflexión, porque nunca lo he considerado un estrés. Recuerdo en San Fernando que paseábamos porque había tres o cuatro pabellones, igual me equivoco pero yo lo que veía era una fiesta. En categorías posteriores sí se nota tensión competitiva, pero el mini para mi es una gran fiesta», ha comentado. También a Garbajosa se le ha preguntado por la eterna ley de mexcenazgo en el deporte que nunca acaba de llegar. «Me parece imprescindible y no es populismo. Así se lo he trasladado en este tiempo a varios secretarios de Estado. Nosotros creamos en Madrid un proyecto con microsmecenazgos para luego poder trasladarlo, una iniciativa para que los clubes pequeños pudieran tener acceso a diversos patrocinios, no solo a los grandes patrocinadores».
En su visita a Valladollid, Garbajosa ha tocado otros temas como la posibilidad de implantar en el baloncesto profesional tecnología como la del suelo LEB estrenada en el último Mundial sub-19 femenino. «Ha sido la mayor ida de olla que he tenido en siete años. Meses antes nos fuimos Dirk (Nowitzki) y yo a probarlo, y me enamoré. Es un poco mejor que la madera porque tiene menos impacto. Me dijeron que había que probarla antes y yo me ofrecí a ser el primero. Quería que el mundo nos mirara, y la verdad es que ha tenido una repercusión que no han tenido otros eventos mundiales. Como gestor ha sido el momento más bonito y el que más me ha emocionado. Nos faltó la guinda de la final (66-69 ante Estados Unidos) porque hubiera sido perfecto», admite, apuntando la dificultad de tralsadarlo a competiciones nacionales. «Los costes son importantes, además del puro material y el montaje. Se está trabajando en ello, una empresa alemana, y ahora mismo solo lo veo para eventos específicos como puede ser un Mundial o una Copa de Rey porque el 90% de pabellones son municipales y se hacen otras actividades».
También ha hablado Garbajosa de una posible ampliación de las dimensiones de la pista de baloncesto. Si hablamos de ampliar el Madison Square Garden me parece estupendo porque tiene unas capacidades. Pero si hablamos de la ACB, la LEB Oro,... o de los colegios, ¿qué hacemos? Cómo obligo a cada instalación a cambiar el campo de baloncesto», se pregunta el flamante presidente de FIBA Europa, a quien se le ha pedido consejo para acabar con la guerra instalada en el mundo del balonmano entre Asobal y Federación Española.
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«Conozco a Servando (Revuelta) y a Paco Blázquez, y no me voy a permitir darles un consejo. Yo sí soy un defensor de los ecosistemas, y para mi la federación tiene que controlar que no haya desfases económicos y de controlar calendarios de las competiciones. Para mi las federaciones tienen que estar dentro del paraguas, siempre», ha señalado, preguntado también por el límite de mandatos presidenciales planteado desde el Consejo Superior de Deportes (CSD). «Pues te lo dice uno que lo primero que hizo al llegar fue limitarlas a doce años. Lo hice porque creí que era necesario y por un concepto muy mio. Estar en una federación todo el día tiene un desgaste que es imposible estar más de doce años. Las asambleas deben ser soberanas, y hay que dejar claro que no son entidades públicas. Son entidades privadas», ha espetado.
El puesto de Jorge Garbajosa como presidente de la Federación Española de Baloncesto lo ha asumido Elisa Aguilar, que en la mañana de el próximo lunes (día 20) estará en Valladolid para mantener un encuentro con clubes y miembros de la Territorial. La nueva responsable del baloncesto español se reunirá con el presidente de la Federación de Castilla y León, Óscar Castañeda, para tratar distintos temas.
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