El Fundación Aliados se ve sorprendido por el colista

Aunque los vallisoletanos se jugaban dejar prácticamente sentenciada su participación en la próxima edición de la Copa del Rey, no salieron ni con la concentración necesaria, ni con la intensidad defensiva que se requería, ni con efectividad de cara al aro, lo que se tradujo en un claro control para los madrileños. Esa horrorosa primera mitad de los locales fue aprovechada, sobre todo, por Alexis Ruiz y por Carlos Martínez, que hicieron valer su calidad en el tiro para adquirir una renta de once puntos antes del descanso (21-32).

Tampoco llegaría la reacción del conjunto morado tras la reanudación y, si bien se produjo cierta mejoría defensiva, no resultó suficiente, al igual que en el plano ofensivo, en el que Maxi Ruggeri se echó al equipo a sus espaldas, pero que también se mostró muy errático, al igual que Adrián Pérez y Van Brunschot, los más atinados en los lanzamientos, aunque lejos de lo que se esperaba de ellos en el juego interior.

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Por tanto, no hubo ninguna opción, ningún atisbo de que la situación pudiera variar antes de que finalizara el choque, porque sin movilidad de balón, con un ataque lento, y con una defensa inoperativa, resultaba imposible que se produjera el milagro. Y lógicamente este no llegó, con lo que Las Rozas volvió a Madrid con su primera victoria de la temporada, propiciada por el juego deslavazado del Fundación Aliados.