Suenan y hemos podido leer en las últimas semanas noticias confusas e intencionadas acerca de la creación de una división europea de la NBA que haría desaparecer la Euroliga.

Publicidad

Los que ya peinamos alguna cana todo esto de la participación de franquicias europeas en la ... NBA nos suena a más viejo que la tos, a planteamientos pretéritos que jamás fraguaron. De hecho, dicen que desde hace 7 años existe en Londres -de moda ahora con lo del Brexit- la sede de la NBA Europa, y que incluso se firmó un contrato de explotación de los derechos de los equipos europeos con IMG (Internacional Management Group) por 10 temporadas de las que aún habría que 'cumplir' 3 más. Y si alguno se sale de la linde deberá indemnizar con 10 millones de euros ni más ni menos a IMG. Eso, en baloncesto, es un pastizal, más que las herencias millonarias que a veces llegaban del tío que había emigrado a América. Ya en 2003 se habló del inminente ingreso de franquicias europeas en la NBA con motivo del All Star, según dijo el comisionado David Stern. Después debió llover aquel otoño, el fuego se apagó, y han pasado otros 18 años.

Todo parte del malestar de los equipos griegos con el CEO de la Euroliga, Jordi Bertomeu, al que odian irremediablemente y del que dicen está fuera y dejará su cargo al inicio de la próxima temporada. Ya veremos, que decía mi abuela. La Euroliga es una elitista competición propiedad de 13 clubes -que siempre la juegan por decreto-, y a la que invitan, méritos deportivos y de despacho de por medio, a 5 más. Los propietarios españoles son Real Madrid, FC Barcelona y Baskonia.

Pues bien, Olympiacos y Panathinakos, enfrentados con el mundo entero y poco ejemplares en muchas cuestiones de conducta, público y capacidad deportiva, piensan que el problema de la Euroliga y sus malas temporadas es del español Bertomeu. Entre los años 2009 y 2015, en 6 de las 7 finales de Euroliga, hubo algún equipo griego compitiendo. Desde la final del 2017, que perdió Olympiacos frente a Fenerbahçe (80-64) los equipos griegos no han vuelto a estar a la altura competitiva digna en la Euroliga. Y esta temporada no amenazan con dar el golpe en la mesa que querrían sus directivos.

Publicidad

La Euroliga ha reconocido contactos y reuniones con FIBA y con la NBA a tres bandas, pero niega que en ellas se haya tan siquiera planteado nada sobre el proyecto de la división europea de la NBA. Les hay que señalan incluso que el inicio del proyecto sería inminente. Mi escepticismo me dice que harto complicado me lo fían estos intrépidos valientes.

Aquí, a día de hoy, el problema principal es que los clubes europeos están 'caninos' y dan pérdidas importantes cada temporada. Cada vez hay menos capacidad económica para sostener una competición de calidad, con jugadores de alto caché y largos desplazamientos. Vivimos tiempos complicados para el deporte, y mucho más para el baloncesto.

Publicidad

Cada temporada intento acudir a Madrid y Vitoria a ver algún partido de Euroliga, competición que sigo a través de la televisión gracias a la calidad de las retransmisiones en DAZN. Es una competición maravillosa, de juego visual, ritmo, buen ambiente, espectáculo asegurado y grandes jugadores. Incluso los equipos defienden, algo muy reñido con la fase regular de la NBA.

La Euroliga consiguió hace años lo que Florentino Pérez y varios de sus socios no logró el pasado verano con la Superliga de fútbol. El baloncesto logró encontrar el resquicio para escapar de las garras de la FIBA, mientras que el fútbol se encontró de bruces con el muro de la FIFA. El tiempo dirá si las maniobras griegas de la mano de la FIBA logran acabar con la Euroliga para casarse y entregar toda su 'dote' a las promesas americanas de la NBA. Yo no lo veo tan inminente. Las promesas, promesas son.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad