Las jugadoras de El Cochinillo Segoviano se ejercitan en el gimnasio. Antonio de Torre

El Cochinillo Segoviano y el bucle de las derrotas

El entrenador del conjunto femenino explica «el miedo a ganar» de un equipo que ha perdido sus 24 partidos de temporada regular en su debut

Carlos Álvaro

Segovia

Jueves, 23 de marzo 2023, 10:10

Los estrenos son difíciles, pero el del El Cochinillo Segoviano en Primera División femenina de baloncesto ha superado las expectativas. Su entrenador, Diego Pascual, relata un viaje sin victorias y 24 derrotas. «Ha sido una temporada bastante dura, no ha salido nada como pensábamos. Sabíamos que iba a ser duro, pero entre unas cosas y otras, nunca hemos tenido opciones de competir los partidos que podíamos pelear en igualdad de condiciones, siempre nos faltaba alguien». Se ha juntado la brecha de nivel respecto a los equipos veteranos y los nervios para resolver en el tramo final los escasos duelos apretados. Acabada la temporada regular, queda una última bala para buscar la victoria en una eliminatoria ante las colistas del otro grupo para evitar el farolillo rojo de la competición.

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Las previsiones iniciales situaban al equipo algo más arriba, con unas cuantas victorias en el zurrón. «Con todas sanas, podríamos haber ganado cinco o seis partido. Al final son los que hemos competido, pero no hemos tenido la capacidad de ganarlos». Piedras en el camino como que se lesione la jugadora clave en el peor momento: le ocurrió a Arancha ante Venta de Baños en el último encuentro, obligada a dejar la pista tras salirse en el primer cuarto con un problema de rodilla por diagnosticar. Con todo, las segovianas discutieron el duelo hasta una pérdida cuando tenían el balón a medio minuto del final con tres abajo en el marcador.

La mejor opción de victoria llegó ante Villamuriel. Ainhoa capturó el rebote en la última jugada con el marcador en empate, se recorrió la pista entera y forzó la falta personal. Una jugadora fiable en los tiros libres falló los dos y el partido se fue a la prórroga; en ella, el equipo pagó el golpe anímico con un mal arranque y ya no tuvo opción. «En vez de la gloria por meter la canasta, el miedo a cagarla te fastidia un montón. Un tiro libre, que es algo fácil, se te hace una montaña». Un ejercicio habitual para acabar los entrenamientos es anotar siete tiros libres seguidos y ella los mete habitualmente. El Cochinillo está cerca del 60% de acierto desde la línea de personal.

El técnico alude a «los nervios de todos los días» y sus consecuencias en la mentalidad del bloque

El entrenador habla de «los nervios de todos los días» y de las consecuencias en la mentalidad de las jugadoras. «Te metes en un bucle. Cuando has perdido por nervios o precipitación y llega otro partido igualado, ese agarrotamiento sigue ahí. El resto de equipos ha ganado partidos y no tiene esa ansiedad que podemos tener nosotras». El mensaje en el vestuario era buscar esa victoria, competir los 40 minutos. «Era más demostrarnos a nosotras mismas que podíamos hacerlo que la presión de ganar por narices». Esa labor de motivación la llevaban Elisa Martínez, la más talentosa del grupo, y María Martín, la jugadora-presidenta.

Elisa, la mejor segoviana de su generación –con experiencia en Liga Femenina 2– jugó los últimos dos partidos de temporada regular porque su rotura de ligamentos de la rodilla era parcial. Tras cuatro meses de rehabilitación, jugadora y entrenador hablaron tras el alta médica. «¿Qué quieres hacer? ¿Nos arriesgamos o esperamos al año que viene?». Como prueba de su compromiso, ella quería volver. Lo que iban a ser unos minutos residuales, acabaron siendo hasta 20. «Ella es una ganadora. No es que la hayamos machacado, peor ha jugado algo más de lo que se pensaba». Katia sí pasó por quirófano por la rotura del ligamento cruzado de la rodilla y está recuperándose con el objetivo de disputar el Europeo Sub-20.

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Mensaje

Porque Elisa tampoco quería un año sin victorias. La charla del último partido incidía en ese mensaje. «Es la última oportunidad de no quedar a cero, un equipo al que ya le pusimos muchos problemas en la ida. Y no nos faltó mucho para conseguirlo». El formato da una opción simbólica a las segovianas de sumar una victoria, aunque no maquille ese casillero a cero. Dos partidos para decidir la posición final, con viaje a Pontevedra incluido, el más largo de la temporada, ante un rival que ha ganado un partido este curso. «Va a estar complicado porque es un filial de Liga Femenina 2 y estaban intentando cuadrarlo para que vaya alguna de esas jugadoras», avisa Pascual. Porque no terminar en el farolillo rojo de cualquier competición siempre es un incentivo. «Es importante. A nivel de patrocinadores y, para nosotros, ese orgullo de no solamente conseguir una victoria, sino quedar por encima de otro equipo. No es algo maravilloso, pero se trata de encontrar objetivos que te ayuden a dar un poquito más».

El proyecto sigue adelante con «el máximo posible» de jugadoras de Segovia y refuerzos de fuera

El proyecto seguirá en marcha el próximo año y Pascual está dispuesto a continuar. «Para que algo arranque, los primeros pasos son los que más cuestan. Hemos trabajado mucho a nivel de proyecto para crecer, traer gente al pabellón, conseguir patrocinadores…». Pone en valor el compromiso de su vestuario pese a los resultados. «Por todo el trabajo que hay detrás, nos merecemos seguir».

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El proyecto sigue adelante con «el máximo posible» de jugadoras de Segovia y refuerzos de fuera. «Necesitamos conseguir gente que nos metan los puntos. Nuestras chicas dan mucho esfuerzo, pero el talento anotador no lo tenemos». Pascual asume que esos puntos no están en Segovia. Primero, porque el siguiente equipo de cantera del club está en categoría infantil respeta la autonomía de los otros clubes de Segovia. «Tampoco podemos ir llamando a todas las puertas, no es ético. La intención es que sea un grupo lo más segoviano posible, pero los retoques de calidad posiblemente tengan que venir de fuera».

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