El Chocolates Trapa vuelve al trabajo para encontrar la chispa

La novena victoria de la temporada del Chocolates Trapa Palencia tardó en llegar. No porque el equipo de Carles Marco tenga una mala racha y acumule muchas derrotas consecutivas. Qué va. La novena victoria tardó en llegar porque hubo que llegar a la prórroga –y quedarse sin respiración en varios momentos del partido por la tensión– para imponerse al Cáceres, un rival muy peleón, que no había venido de turismo y que quería ganar sí o sí. Pero al final, gracias al juego palentino, fue no. Un parcial de 10-9 ya en la prórroga aupó a los morados hasta el triunfo. Cuando celebraron la victoria, el luminoso señalaba un ajustadísimo 87-86, como resultado final.

El choque no pudo estar más reñido ni más emocionante –al menos para el aficionado–. Ya en la rueda de prensa posterior al encuentro, el técnico del club colegial reconoció que «estamos sin chispa», a pesar de que habían tenido un final feliz y una gran celebración sobre el parqué palentino.

Cierto es que hubo muchos fallos defensivos. Directamente parecían dos equipos distintos los que defendieron durante los cuarenta minutos y los que lo hicieron en la prórroga. También es cierto que la calidad de la plantilla le está dando muchas alegrías. Así lo dijo Carles Marco. «Cuando nos juegan duro en ataque anotamos porque tenemos talento pero no hemos jugado bien», afirmó, al término del encuentro.

Esa chispa a la que se refirió también se puede encontrar sin buscarla. Simplemente descansando, tanto cuerpo como mente. «Esto nos está pasando después de un tercio de la temporada. Hemos entrenado mucho y hay momentos durante el año que hay subidas y bajadas, y yo creo que estamos en una de esas. Así que para aclararnos, hemos tenido dos días y medio de descanso, que espero que nos vayan bien para volver otra vez con mejor ánimo», afirmó ayer Marco, quien también aprovechó para irse a su casa. 

«La falta de chispa es que estamos un poco planos en el juego, que no tenemos esos puntos que teníamos antes de cambiar de ritmo. Estamos un poco peor que en las anteriores semanas, en cuanto a encontrarnos entre nosotros. En cuanto a la chispa, me refiero a todo, no solo a nivel físico, sino también un poco de baloncesto», agrega. «Pero vamos, que tampoco nos podemos quejar, que vamos con nueve ganados», recuerda el técnico. El balance es francamente bueno para los morados, con nueve partidos ganados y solo tres perdidos –dos de ellos fuera del Pabellón Municipal–, que les hace seguir en la cabeza de la tabla, en la tercera posición –y empatados a victorias con el segundo, el Gipuzkoa Basket–.

Aunque el partido no se juegue hasta el domingo, el Chocolates Trapa visita la cancha del Covirán Granada, hoy mismo ya se ponen de nuevo el mono de trabajo o la equipación de entrenamientos para preparar el siguiente choque. «Esperemos que esa chispa vuelva entrenando. Vamos a hacer cosas diferentes o vamos a encontrarnos un poco. Creo que nos ha ido bien este parón porque llevábamos muchos días entrenando y necesitamos otra vez ese punto para encarar este tramo final de la primera vuelta», reconoce Marco, con la vista puesta en las siguientes citas ligueras.

Cinco encuentros le quedan al conjunto palentino en esta primera vuelta, antes de verse las caras –de nuevo– con el Melilla, que fue el primer verdugo de los morados esta temporada. «Tenemos que intentar encontrar esa regularidad y darnos cuenta de las cosas que hacemos bien, para hacerlas más tiempo. Y también ver lo que no podemos hacer porque nos cuesta. También, nos van a venir bien unos días de más para ver qué podemos hacer y cómo podemos ayudar a los jugadores», expone el entrenador morado, en referencia a los seis días de preparación del próximo partido. «Pero yo creo que todo viene por lo mismo, tanto el aspecto físico como el mental, por la falta de chispa del equipo», agrega.

La defensa es otro quebradero de cabeza para el cuerpo técnico palentino. Cierto es que la calidad ofensiva es la mejor virtud de este equipo, pero no es menos cierto que la defensa también marca la diferencia. Ser más duros atrás, más contundentes y no permitir segundas –o terceras– oportunidades. «Los cambios en defensa, en la intensidad, también se pueden deber a lo mismo. Yo creo que tenemos momentos buenos, pero otros, menos buenos», reconoce Marco.

El equipo de Roberto Blanco había estudiado muy bien al rival y sabía cómo hacerle daño. También, los pupilos de Marco no estaban al completo. Les faltaba su segundo base, Kaspars Vecvagars, que estará un par de semanas alejado del parqué por una lesión en el hombro. El letón, último en llegar a la disciplina morada, es un indispensable –aunque nunca haya sido titular– en los esquemas de juego del Chocolates Trapa.

Estos días libres también les han servido para que los que más minutos acumulados llevan sobre sus piernas –Kevin Larsen (306 minutos), Mindaugas Kacinas (304 minutos y 51 segundos) y Dani Rodríguez (301 minutos y 48 segundos)– descansen y vuelvan con las pilas cargadas para este final de la primera vuelta. Hoy de nuevo volverá a sonar el eco de los balones botando en el Pabellón. Vuelta al trabajo.