El Real Valladolid Baloncesto incorpora a otro hijo de una leyenda NBA: Derrik Smits

Si añadimos a la receta el nombre de Sergio De la Fuente, hijo de Félix y miembro de otra saga baloncestística de primer nivel, nos encontramos con un equipo de lo más familiar que esta temporada se va a juntar en el mismo vestuario con el reto de defender el título de campeón de la LEB Oro.

El último en llegar es Derrik Smits, un holandés de hondas raíces americanas que apenas ha salido del cascarón y se topará, en su primer año en Europa, con un baloncesto nuevo para él. Con 23 años y 216 centímetros, ha desarrollado toda su carrera en Estados Unidos con una puntual participación con la selección B de Holanda en una gira por Europa de apenas siete partidos (verano de 2018). Solo ha jugado por lo tanto baloncesto universitario, primero en Valparaíso donde se graduó y en el último año en Butler, donde las lesiones le impidieron tener mayor protagonismo en su equipo.

Este es uno de los aspectos a tener en cuenta, ya que ha sufrido varios contratiempos en forma de lesiones (tobillo y rodilla) que han evitado su progresión como jugador interior.

A pesar de su envergadura, Derrik es un zurdo de 'siete pies' atípico, coordinado y con buenos movimientos que sin embargo no le convierten en un anotador nato. Además de su perfil intimidador, algo que le viene de serie, se le considera un buen pasador, una de sus mejores virtudes en ataque.

Derrik creció viendo y aprendiendo de la mano de su padre Rik, el holandés que maravilló a los seguidores de Indiana durante las doce temporadas que militó en la NBA (1988-2000). Fue All-Star en 1998 y jugó un papel determinante para que los Pacers disputaran las finales en su última temporada en activo.

Ahora vive en el estado de Arizona, desde donde de vez en cuando da consejos a su hijo. «Aprendí a jugar baloncesto con él. Me ayudó a desarrollar un alto coeficiente intelectual de baloncesto y también me ayudó a desarrollar mis habilidades», apuntaba Derrik no hace mucho en una entrevista durante su etapa universitaria. «Definitivamente fue una ventaja para mí. Él tiene mucho conocimiento del juego. Jugar contra él me ayudó a desarrollar movimientos para lidiar con jugadores más grandes que todavía uso hasta el día de hoy. La gente siempre me comparará con él, pero para mí nunca ha sido un problema», comentaba el nuevo jugador del Real Valladolid Baloncesto, que reconoce que creció estudiando los movimientos de Olajuwon o Jabbar. «Solía ​​ver mucho sus momentos más destacados. Ahora veo los de Domantas Sabonis y Nikola Jokic», apunta. Ya en Europa, tendrá que echar mano de unos cuantos para estar a la altura del actual campeón de la LEB Oro.

El técnico del Real Valladolid, que ya cuenta con ocho jugadores para el nuevo proyecto, no oculta su satisfacción por contar con un jugador de futuro con un perfil que hasta ahora no había tenido el club. «Incorporamos un jugador joven, con mucho futuro por delante, muy buena talla y que va a tener una alta competencia con Joey van Zegeren. Ha terminado sus cuatro años de universidad y nos viene a dar muchos más recursos físicos y capacidad atlética. Aún está por hacerse y desarrollarse en el baloncesto europeo y podemos ayudarle, mientras que él va a tratar de que seamos mejores en el día a día y a nivel competitivo».